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La
industria, como todas las demás actividades productoras de
bienes y servicios, avanza con la adopción de innovaciones
derivadas de nuevas tecnologías. En la mayoría de
los casos, estas nuevas tecnologías son a su vez el resultado
de la investigación y el desarrollo experimental. Ni los
países más avanzados pretenden que sus investigaciones
abarquen toda la gama de los conocimientos técnicos necesarios,
pues importan parte de ellos de otros países y generalmente
exportan las tecnologías que han ideado en las áreas
que conocen mejor.
La investigación industrial se halla en una etapa incipiente
de desarrollo en la mayoría de los países latinoamericanos,
por lo que la mayor parte de las innovaciones introducidas en la
región proviene de la transferencia de conocimientos técnicos
mundiales más que de tecnologías originales; además,
la región no exporta casi tecnologías propias.
En la presente década, los países latinoamericanos
deberán acrecentar su capacidad de investigación y
desarrollo experimental para desarrollar de manera autónoma
nuevas tecnologías sobre la base de experiencias acumuladas
en la investigación aplicada a través de todas las
complejas actividades correspondientes a este campo. Cada país
debería proceder en el nivel más adecuado a su propio
desarrollo; a la vez, debería intensificarse la cooperación
regional en materia de investigación aplicada y debería
reforzarse y orientarse adecuadamente la investigación básica,
semillero de nuevos procesos y fundamento de la investigación
aplicada.
En los últimos 20 años ha crecido el interés
por la ciencia y la tecnología como factor importante del
desarrollo, al tiempo que se ha incrementado la preocupación
por la disparidad tecnológica cada día mayor entre
los países desarrollados y en desarrollo. Algunas de las
principales universidades latinoamericanas han iniciado investigaciones
industriales mediante la instalación de laboratorios que
sirven tanto a las actividades docentes como a la industria; en
muchos casos, para llevar a cabo este esquema fue indispensable
introducir reformas estructurales.
Por otro lado, en algunos países se han establecido institutos
autónomos de investigación industrial financiados
principalmente por los gobiernos. La mayoría de estos institutos
ha combinado cierta investigación a menudo orientada
a la adaptación y que ha llevado incluso a planificar nuevas
industrias con el estudio de los recursos naturales locales,
especialmente si éstos son diferentes de los similares utilizados
en el mercado mundial.
Tras varias décadas de vacilación o abierto escepticismo
de las dependencias encargadas de la administración de las
pesquerías y las industrias del sector privado relacionadas
con éstas, actualmente se concede un lugar de importancia
a la industria acuícola. Pese a que en muchos países
asiáticos la acuicultura ha sido una forma de vida durante
siglos para los agricultores, hasta fechas recientes estaba todavía
en debate su posición en el contexto de la producción
global del alimento, el manejo de los recursos acuáticos
y el desarrollo socioeconómico de regiones rurales.
Este estado de cosas se ha modificado radicalmente con los cambios
en las pesquerías mundiales y el gran éxito de ciertas
clases de empresas acuiculturales. Las organizaciones de ayuda y
desarrollo consideran a esta industria como prioritaria y en la
actualidad diversas instituciones científicas y técnicas
investigan varios de sus aspectos, además de que los talleres,
simposios, conferencias y exposiciones sobre el tema se han hecho
muy frecuentes. Todo esto ha contribuido al reconocimiento de algunas
de las necesidades básicas y los problemas de esta industria
nueva y floreciente.
El
contexto de la modernización científica tecnológica
de la industria en México
La economía mexicana se encuentra en un proceso de transformación
muy importante, como resultado de un conjunto de políticas
que el gobierno federal comenzó a aplicar desde mediados
de la década de los ochenta y en el que actualmente se está
profundizando: apertura al comercio exterior, liberalización
de la inversión extranjera, eliminación de subsidios
a la industria, inversión privada en empresas públicas,
desregulación de sectores productivos que se encontraban
excesivamente controlados, entre otras.
La transición es hacia un nuevo modelo de desarrollo productivo,
en el cual el crecimiento de las empresas, de las industrias y de
la economía de todo el país dependerá cada
vez del aprovechamiento de las ventajas comparativas dinámicas
que se generen en un ambiente de fuerte competencia en el mercado
frente a otras empresas, industrias y países. Esto se alcanzará
mediante la innovación de productos y procesos de fabricación
y distribución, el aprendizaje de quienes participan directamente
en la producción y de quienes dirigen los negocios, la mejora
técnica continua en las unidades productivas y el perfeccionamiento
sistemático de calidad, entre otros factores.
Desarrollo
tecnológico de la industria de la acuicultura
La acuicultura se define como la cría de especies acuáticas
útiles, controlando de alguna forma los organismos en relación
con su ambiente. Históricamente, la acuicultura ha
sido una actividad en pequeña escala. Se han logrado algunos
resultados espectaculares en la acuicultura comercial en gran escala,
pero se considera que aún está por venir un gran avance.
Es muy cierto que sobre una base global la acuicultura contribuye
tal vez con menos del 15 por ciento de lo que aportan las pesquerías
de captura, a pesar de que en ciertas áreas y ciertos sectores
el volumen de la producción y la importancia económica
son mucho mayores.
Las tecnologías de cultivo distan de ser perfectas y los
esfuerzos de investigación para desarrollar y mejorar apenas
están en sus primeras etapas. Los esfuerzos promocionales
de las instituciones y los individuos dedicados a la acuicultura
han hecho que se reconozca su potencial y han establecido el clima
propicio para probar teorías y practicar en una escala mucho
mayor de lo que antes había sido posible. Al tratarse de
una industria incipiente, es posible que se cometan más errores
en la acuicultura que en la industria ya establecida, por razones
conceptuales, metodológicas o administrativas.
Es evidente que los recursos que existen en el medio acuático
no son inagotables y que la presión que se hace sobre ellos
es cada vez mayor, debido a que las flotas internacionales de pesca,
dotadas de una tecnología perfeccionada, no consideran los
trastornos ecológicos que están generando, en especial
los relacionados con las cadenas de alimentación y la renovación
de las poblaciones de organismos, ya que al capturar un número
elevado de posibles reproductores hacen que las posibilidades de
cruza de las especies disminuyan y, por lo tanto, su mejoramiento
genético sea menor, lo que trae como consecuencia que
las poblaciones de las especies sean débiles.
Los investigadores y los técnicos han estudiado la biología
de los recursos pesqueros con los objetos de evitar el agotamiento
de las especies de interés comercial y desarrollar la acuicultura
para colaborar en la conservación de estos recursos y solucionar
el problema de la mala nutrición.
En la actualidad, el desarrollo de la acuicultura ha alcanzado en
algunos países niveles elevados, como son los casos de China,
que tiene la mayor producción mundial, y Japón, que
cultiva una gran variedad de especies acuáticas. Con estos
avances, se intenta resolver el creciente problema del hambre en
el mundo, mediante una zootécnica racional, altamente tecnificada
y aplicada en gran escala. Sin embargo, es muy difícil determinar
la producción cultivada a escala mundial, porque muchos países
reportan la captura anual de especies sin separar la que se extrajo
de las aguas y la que se obtuvo de la acuicultura.
En América Latina, la acuicultura es relativamente nueva,
por lo que no existen tradiciones que permitan el desarrollo en
otras regiones, pero su potencial es muy grande y con una buena
planificación se podrán establecer programas importantes.
Los principales países que la desarrollan son Brasil, Cuba,
Chile, Ecuador, El Salvador, México, Paraguay y Puerto Rico.
El
futuro de la acuicultura
La acuicultura no ha alcanzado su plenitud porque todavía
no se domina el ciclo biológico de la mayoría de las
especies, lo cual hace que los cultivos tengan costos muy elevados
que no pueden competir con los que se producen en la captura de
organismos en su medio natural. Uno de sus objetivos es iniciar
la cría intensiva de especies silvestres, principalmente
marinas, lo que permitirá aumentar la disponibilidad de recursos
alimentarios.
En la actualidad, los biólogos están desarrollando
investigaciones en genética de diferentes especies para responder
a las necesidades de la piscicultura moderna y producir especies
con ventajas biológicas sobre las que se desarrollan en el
medio natural. Los métodos que utilizan para manejar las
características genéticas de los organismos son semejantes
a los que se emplean para la mejora de vegetales y animales
terrestres y se basan en la selección y el cruzamiento.
La mejora genética se ha convertido en uno de los puntos
claves para la evolución de algunos programas de cultivo,
como los de las truchas, carpas y tilapias, y se está implantando
en los del ostión, abulón y otros peces. Está
apoyada en un gran número de métodos que se utilizan
individualmente o en conjunto y que tienen la finalidad de lograr
organismos con ventajas sobre los que se desarrollan en el medio
natural.
La acuicultura en las aguas de ríos y lagos se ha logrado
dominar casi en su totalidad y sólo queda aprovechar integralmente
las posibilidades que ofrece para llevar alimento barato a un mayor
número de personas. En cambio, la acuicultura de aguas salobres
y en especial la maricultura o cultivo de organismos marinos dependen
del avance de los conocimientos científicos y tecnológicos
que permitan ir solucionando la problemática que presenta.
Hasta el momento se han logrado resultados positivos en el cultivo
de especies marinas en los estuarios, en las zonas intermareales
y en algunas bahías, debido a que el hombre puede llegar
a estas áreas con facilidad y en ellas puede encerrar y proteger
a los organismos que está cultivando.
Para un futuro cercano, los científicos y técnicos
calculan que se podrán cultivar organismos en zonas abiertas
del océano y así lograr que la producción de
las granjas marinas colabore con la pesca comercial y se transforme
la acuicultura marina en una industria importante. El reto de cultivar
a los organismos que viven en los océanos tendrá que
ser atendido por las generaciones jóvenes, lo cual debe de
ser un estímulo porque al lograrlo colaborarán a llevar
alimento a un mayor número de personas y así asegurarán
que la humanidad no presente problemas de desnutrición. Se
espera que las futuras generaciones de científicos y técnicos
resuelvan los problemas para llegar al dominio de la acuicultura
tanto en aguas continentales como marinas.
El respaldo a una aplicación intensificada de la ciencia
y la tecnología en este sector incluiría el suministro
del equipo y la tecnología adecuados, servicios de extensión
para explicar las características de las materias primas
y de la maquinaria y la introducción de servicios de infraestructura
económica (créditos, control de calidad, diseño,
comercialización, etc.). Lo esencial es la existencia de
servicios integrados de extensión industrial que les proporcionen
asistencia técnica y administrativa, así como el acceso
a la tecnología adecuada.
La acuicultura no es una solución milagrosa para resolver
el problema de la falta de alimentos en la población humana,
pero sí es una biotecnia generosa capaz de mejorar en buena
medida la alimentación de los pueblos.
El examen de los éxitos logrados por la acuicultura mundial
a través del tiempo no sólo se ha referido al campo
de la producción, sino además a otros como la ecología,
la limnología, la oceanografía y la parasitología.
Todas las ramas científicas y técnicas que requiere
el cultivo de los organismos acuáticos han llevado su desarrollo
sistemático a través de pasos concretos y ordenados.
Los éxitos están a la vista y de ellos disfrutan comunidades
enteras en diversos países. Pronto, en términos históricos,
la acuicultura alcanzará el sitio que amerita como despensa
de la humanidad, siempre y cuando el hombre adopte una posición
activa para ayudar a la naturaleza, para conservar y para mejorar
su calidad y aumentar los recursos que ella ofrece.
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