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Afectados
por la progresiva transformación y desaparición de la
selva tropical húmeda, que constituye el hábitat de
90 por ciento de los primates, estas especies viven hoy una situación
que amenaza su existencia en todo el mundo.
De acuerdo con la clasificación de los primates mexicanos,
dentro de la Lista Roja de la iucn (2000), el mono aullador de manto
(Alouatta palliata mexicana) y el mono araña (Ateles geoffroyi
yucatanensis) están considerados en la categoría de
especies vulnerables, y el mono aullador negro (Alouatta pigra), así
como el mono araña (Ateles geoffroyi vellerosus), en la de
bajo riesgo. Según Joaquim Veà i Baró, primatólogo
y profesor de la Universidad de Barcelona, de ellos sólo se
tiene conocimiento general de su distribución, biología
básica y entorno, por lo que aún existen muchos aspectos
por estudiar.
El académico español, quien desde hace casi |
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cinco
años mantiene una estrecha relación con investigadores
del Instituto de Neuroetología de la uv, consideró
que las principales presiones que enfrentan estos animales en su
hábitat son las prácticas agropecuarias, los incendios,
la explotación maderera y la construcción de obras
rurales y urbanas que suponen amenazas importantes.
Señaló que "la caza para alimento y la captura
de primates para su venta contribuyen de la misma manera al daño
de las poblaciones de monos que sobreviven en un hábitat
cada vez más reducido y fragmentado. Además, las pequeñas
poblaciones de primates que permanecen en los reducidos remanentes
de selva pueden ser más propensas a enfermedades variadas
y problemas genéticos que podrían propiciar su desaparición".
Actualmente, el objeto de estudio de Veà i Baró es
una especie de mono aullador (A. palliata) que, en numerosos grupos,
habita la Reserva de la Biosfera de Los Tuxtlas. Mediante una serie
de censos que realiza en fragmentos de selva de diversos tamaños,
el investigador en coordinación con un grupo de expertos
de la uv pretende determinar el tamaño y la estructura
de la población de esos primates, su ubicación geográfica,
el efecto de las variables biogeográficas y su respuesta
ante la presencia de vegetación antropogénica y humana
"con la finalidad de descubrir qué escenarios podrían
ayudar a conservar las poblaciones que aún quedan".
Los resultados de esta investigación, que formalmente llega
a su tercer año de financiación conjunta entre el
Ministerio de Ciencia y Tecnología de España y la
Universidad Veracruzana, pretenden ser de utilidad para las instituciones
y autoridades implicadas en la conservación y el manejo de
la fauna y flora de la reserva. "En este momento estamos postulando
para efectuar otro periodo de tres años de trabajo con la
uv y para ello, dado que se trata de un proyecto de investigación
y desarrollo del Ministerio de Ciencia y Tecnología español,
hemos pedido apoyo a las agencias gubernamentales mexicanas, las
cuales están muy interesadas en el resultado de este proyecto
porque es una aproximación sistemática al estudio
de las consecuencias que tiene la fragmentación del hábitat
en los primates", señaló Veà i Baró.
Asimismo se considera crear el primer doctorado en Primatología
de América Latina, una idea acariciada por la uv y la Universidad
de Barcelona desde la primera visita del investigador a México,
que hasta ahora no ha sido posible concretar, pero que sigue siendo
una de las metas de esta vinculación entre las casas de estudios.
"Actualmente no hay ningún posgrado en esta materia
en América Latina; es más, el único que existe
en lengua española es el que imparte la Universidad de Barcelona,
y nuestro objetivo es que, bajo el título genérico
de Primatología, este programa se centre en el estudio de
la conducta y la conservación de los primates, área
amplia y de indiscutible interés, porque se puede analizar
tanto la capacidad de adaptación de estas especies y las
conductas individual y social que desarrollan (las cuales nos permiten
entender muchas veces cómo somos los humanos), como los aspectos
relacionados con su ecología, su vínculo con el medio
y los que tienen que ver con la conservación".
Este incansable estudioso de la primatología, que confiesa
haberse iniciado en el área de la psicología, adjudica
su fascinación por estos animales al parentesco evolutivo
que tienen con nuestra propia especie. "Nosotros somos primates
y, por tanto creo que la primatología es, de alguna forma,
una fascinación por nosotros mismos".
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