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mediante un enfoque que permita responder a las demandas y necesidades
locales, desde perspectivas y enfoques internacionales.
¿Qué implica este enfoque en los procesos educativos?
El impulso a la movilidad estudiantil y académica, la enseñanza
de idiomas, la educación continua, el uso de nuevas tecnologías
y la evaluación internacional de currícu-lo, investigación
y extensión, entre otras acciones, implica una formación
académica que también satisfaga criterios y estándares
mundiales y nos permita aspirar a mayores oportunidades de desarrollo
profesional e institucional.
Todas estas acciones se promueven en la uv, pero hay un elemento
que desde hace algunos años nos ha dado particular distinción
entre otras universidades, públicas y privadas, el cual ha
logrado que muchos ojos en el extranjero vean en nuestra casa de
estudios un ejemplo único de vinculación social, que
da a los estudiantes una formación integral, al mismo tiempo
que colabora activamente en el desarrollo social, sustentable, comunitario,
económico y productivo de Ve-racruz: el profundo compromiso
social.
Esa responsabilidad deriva de un modelo de Universidad adoptado
y desarrollado por nuestra casa de estudios, basado no en el avance
tecnológico que la mayoría de las universidades privadas
ha impulsado, sino en una filosofía que promueve el servicio
social como una restitución a quien hace que la universidad
pública exista, de forma, además, sistematizada, de
modo que los participantes (estudiantes, pasantes, docentes e investigadores)
mejoran su formación académica en la práctica,
al enfrentarse a problemas reales.
Esto, aunque pudiera parecernos algo común, es un modelo
que pocas instituciones tienen y que además ninguna ha impulsado
tanto como la nuestra.
Las acciones que materializan ese compromiso social son muchas y
muy diversas. Entre las que han ganado mayor prestigio se encuentran
las Brigadas Universitarias de Servicio Social (buss), que han permitido
emprender diversos proyectos de desarrollo comunitario en las zonas
de mayor marginación y pobreza en nuestro estado. Basado
en esta indiscutible tradición de apoyo comunitario y
específicamente en el trabajo de las buss de la uv,
un conjunto de instituciones canadienses y estadounidenses eligieron
a la uv como única participante en un proyecto tripartita
de intercambio, que pretende enriquecer las experiencias de vinculación
social de los tres países que forman el bloque comercial
más importante de América.
¿Brigadistas
de la uv en Texas y en Columbia?
Servicios Comunitarios de Nortea-mérica (nacs, por sus siglas
en inglés) es un programa de intercambio entre profesionistas
de Canadá, Estados Unidos y México, cuya meta es aumentar
el conocimiento de los retos culturales, medios ambientales, sociales,
políticos y económicos que compartimos como ciudadanos,
e incrementar la capacidad de enfrentarlos juntos.
En pocas palabras, nacs aspira a promover experiencias de aprendizaje
y colaboración que mejoren sus habilidades de liderazgo,
además de beneficiar a las comunidades en que trabajen jóvenes
seleccionados de los tres países, quienes podrán comprender
cómo su realidad local se acopla al contexto amplio de Norteamérica.
El programa finalizará en diciembre de 2002. Durante su aplicación,
un equipo integrado por tres canadienses, tres estadounidenses y
tres mexicanos (estos últimos, de la uv) pasará dos
meses en cada una de las comunidades participantes realizando trabajos
comunitarios que redunden en el enriquecimiento trilateral de las
estrategias de vinculación. Las comunidades elegidas son:
por Canadá, Columbia River Basin, en British Co-lumbia; por
Estados Unidos, Socorro, Texas, y por México, Coyopolan,
Veracruz, donde se encuentra el centro comunitario operado por la
uv.
Dado que la vinculación se liga con cada uno de los procesos
educativos implicados en la internacionalización, este programa
representa una excelente oportunidad para nuestra casa de estudios.
Alejandro Moreno, coordinador de proyectos de Vinculación
en la uv, señala que nacs "servirá a la uv como
foro para dar a conocer, tanto en Estados Unidos como en Canadá,
que nuestro proceso de vinculación puede ser replicable en
otros lugares, e incluso en otros países".
En México, los trabajos del equipo internacional conformado
por profesionistas de distintas áreas serán
coordinados por la uv, la cual decidió que fuera la Casa
de la Universidad, ubicada en la comunidad de Coyo-polan, la que
albergará a los nueve estudiantes durante su estancia de
trabajo.
¿Por
qué Coyopolan?
Porque es sin duda el modelo más acabado de un proyecto de
desarrollo sustentable comunitario. En sus espacios se brindan todos
los días servicios de salud y, periódicamente, talleres
de alfabetización, educación para la salud, conservación
de suelos y bosques, oficios y diversificación de cultivos,
entre otros, además de un sinnúmero de actividades
culturales cada semana. Es decir, su presencia permite llevar la
universidad (con actividades de docencia, investigación,
extensión y, sobre todo, vinculación) a la comunidad
e incrementar así el desarrollo en una zona veracruzana de
alta marginación y pobreza.
En nuestro país, el trabajo de los participantes incluye
proyectos basados en los conceptos de desarrollo comunitario y la
conservación y protección del medio ambiente, como
vehículos para el fortalecimiento de las comunidades, y una
fase educativa, con la que se tratará de lograr que los extranjeros
conozcan y comprendan nuestra cultura.
Claudia Medina, coordinadora de nacs, explicó: "más
allá de las im-plicaciones macroeconómicas de un tratado
comercial entre gobiernos, los tres países estamos indudablemente
ligados por los efectos de ese mismo tratado en los ámbitos
comunitario y de grupo. El tlc genera también conexiones
entre microescenarios, afecta la manera en que enfrentamos los problemas
cotidianos, la forma en que usamos nuestros recursos naturales,
en que protegemos nuestro medio ambiente, nuestra cultura...",
y son justamente esas conexiones las que se tratarán de estudiar
durante seis meses en este proyecto piloto.
Los seleccionados mexicanos fueron tres destacados brigadistas universitarios,
cuya vocación de servicio, liderazgo y compromiso es notable,
como lo demuestra cada una de sus historias. Ellos son Adriana García
Ramírez, egresada de Enfermería; Jorge Alejandro Alegría
Torres, de Química Fármaco-Biológica; y Jaime
Alberto Llera García, de Arquitectura.
Adriana
García Ramírez
Desde que era niña, cuando llegó a vivir en una comunidad
cerca de Papan-tla, supo que su vocación era servir. A los
diez años participó como promotora comunitaria ayudando
en la aplicación de vacunas en una etapa de cólera
local, y fue esa experiencia la que marcó su inclinación
profesional: ahora es enfermera. Adriana sabe que hacer lo que le
gusta le ha dado grandes satisfacciones, como la que ahora se le
presenta: formar parte de este equipo internacional de servicio
comunitario. Su formación lo reconoció
es producto de su constancia: "He sido siempre una persona
muy idealista, toda mi carrera se basó en un sueño:
siempre quise ser brigadista".
Para Adriana, son esas comunidades de escasos recursos las que más
necesitan el apoyo de profesionistas de la salud, principalmente,
y de otras áreas. El suyo lo brindó en Chalma, Veracruz,
donde fue coordinadora de grupo y sobresalió por su capacidad
de comunicación.
Ella explicó por qué significa mucho esta experiencia:
"aquí (en la ciudad) hay muchísimos hospitales,
muchísimas enfermeras, allá hay una y puedes ser la
mejor. Si vas a Chalma y preguntas por la enfermera saben quién
eres. Después de todo un año allá queda eso,
queda el haber logrado un espacio para la nueva generación
de brigadistas, queda el orgullo de saber que rompiste barreras,
que abriste caminos entre gente que pensaba que la universidad de
ese lugar no era importante".
Jorge
Alejandro Alegría Torre
Da el mejor ejemplo de vocación de servicio al suspender
temporalmente un proyecto de investigación científica
(clonación de un organismo) para participar en este programa
de vincu-lación social; dicho proyecto lo desarrolla en Guadalajara,
donde actualmente cursa la maestría en Ciencias gracias a
una beca del Conacyt.
Él ha mostrado como lo describe su expediente
gran inclinación por conocer y resolver problemas de la comunidad
rural de Tepetzintla, donde participó en las Brigadas Universitarias
en Servicio Social. Al concluir su servicio social voluntariamente
solicitó permiso para permanecer seis meses más en
la misma comunidad. Académicamente destacado, Jorge no perdió
oportunidad para demostrar su capacidad y autoevaluarse, ya que,
aunque consiguió titulación automática por
promedio, presentó en 1999 el egel de su carrera y obtuvo
el tercer lugar nacional.
Sobre su labor comentó: "Me fui a comunidad porque quería
hacer un verdadero servicio social, no algo disfrazado, no quería
estar en una oficina sacando fotocopias, quería desarrollarme
profesionalmente. En Brigadas tuve que ser mi propio jefe y hacerme
responsable de un laboratorio que era modesto, pero era mío,
y yo tenía que sacar el mayor provecho de él para
la comunidad. Que si me considero un líder comunitario...
yo sólo puedo decir que hice lo que tenía que hacer,
y funcionó".
Jaime
Alberto Llera García
Hace un año fue brigadista en Ayahua-lulco, de ahí
se fue a Coyopolan, cuando la construcción de la Casa de
la Universidad estaba en proceso. Participó en el proyecto
"Diagnóstico y mejoramiento de la vivienda rural en
cinco comunidades del municipio de Ix-huacán de los Reyes"
y, gracias a un trabajo recepcional derivado de este estudio, ahora
es arquitecto. Al respecto, Jaime Alberto relata: "yo quería
que mi trabajo de tesis fuera útil, que no se convirtiera
en un libro más guardado en la biblioteca de la facultad",
y lo logró. Hoy en Ixhuacán ya se está construyendo
una vivienda derivada de su proyecto; de hecho, a pesar de que terminó
su servicio social hace seis meses, ha seguido interactuando con
las brigadas de Coyopolan en el centro comunitario de aprendizajes
múltiples y continúa brindando capacitación
a las familias beneficiadas con su proyecto de tesis.
Respecto al intercambio en el que participa, comentó: "yo
no sabía que mi trabajo me estaba ayudando para ser elegido
para este proyecto, yo hice todo sin ningún interés,
pero me siento muy orgulloso de poder ir a otros países a
demostrar lo que en México se hace en el ámbito del
servicio comunitario, y aprender al mismo tiempo de personas que
tienen las mismas ganas que yo de hacer las cosas y hacerlas bien".
Epílogo
El eje central de la visión internacional de la Universidad
es el estudiante. Mediante una educación internacional los
egresados pueden enfrentarse de mejor manera a los retos del nuevo
escenario mundial. Las características cogni-tivas asociadas
a un desempeño exitoso en el mercado laboral, como la creatividad,
la autonomía, la innovación, la rapidez de adaptación
al cambio, la flexibilidad, el trabajo cooperativo, la comunicación
intercultural y el respeto a la diversidad, se facilitan mediante
la participación de los estudiantes en actividades internacionales
y por medio de una formación académica que satisfaga
criterios y estándares internacionales.
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