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En
el último año, los alumnos se integran a empresas
del sector
En Acayucan, la UV opera un modelo innovador en programas agropecuarios
Enrique
Bravo
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Creada
en 1996, la Facultad de Ingeniería en Sistemas de Producción
Agrícola integra los avances tecnológicos con el concepto
de sustentabilidad y los principios básicos de la salud animal,
vegetal y humana, para que el estudiante desarrolle la capacidad
de investigación y para la resolución de problemas.
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A
pesar de que el sur de Veracruz es una región que tiene grandes
riquezas naturales, la situación actual de los productores
es bastante complicada debido a que sus recursos se han utilizado
y explotado de manera irracional.
Frente a la necesidad de contar con capital humano calificado que
ayudara a la industria agropecuaria y forestal de la región
a mejorar las condiciones en sus sistemas de producción, en
1996 se creó la Facultad de Ingeniería en Sistemas de
Producción Agrícola (FISPA).
La carrera integra los avances tecnológicos, el concepto de
sustentabilidad y los principios básicos de la salud animal,
vegetal y humana para que el estudiante desarrolle la capacidad de
investigación y resolución de problemas dentro de este
ámbito y pueda instituir unidades de producción de modo
racional e integral, hasta alcanzar la rentabilidad.
Este
programa académico que se ofrece en Acayucan es el primero
en el nivel de licenciatura que se ofrece tanto en el sistema escolarizado
como en el de educación a distancia. De acuerdo con el director
de la fispa, Alberto Hernández Quiroz, dicho programa ha cumplido
cabalmente las |
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Alberto
Hernández Quiroz, director de la Facultad de Ingeniería
en Sistemas de Producción Agrícola de la uv en Acayucan.
(Foto: Luis Fernando Fernández) |
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expectativas,
pues ha logrado integrar a la totalidad de sus graduados (97 en
dos generaciones) en empleos que tienen relación directa
con su formación, incidiendo favorablemente en el desarrollo
de la región.
Esto se ha logrado gracias a un modelo educativo flexible que
busca la integración multidisciplinaria de todas las materias,
el cual se implanta a partir del cuarto semestre y está
dividido en dos partes. En la primera, los jóvenes reciben
apoyo teórico a través de seminarios y talleres,
mientras que en la segunda, por medio de una encuesta, tienen
la oportunidad de proponer los contenidos de las materias que,
según su consideración, requieren ser reforzados
y adecuados a las necesidades de la región. Asimismo, se
desarrollan actividades prácticas para que los estudiantes
apliquen sus conocimientos en el campo y puedan vincularse con
los productores de la región.
Hernández Quiroz explicó que el último año
de la carrera es estrictamente práctico; los alumnos colaboran
en proyectos productivos o de investigación en lugar de
tomar clases en el aula como tradicionalmente sucede, para lo
cual suscriben convenios con los productores. Firmamos una
carta a través de la cual se acuerda que ellos aceptan
recibir a uno de nuestros estudiantes en sus empresas, con el
compromiso de entregarles al final un diagnóstico de cómo
está su sistema de producción y las propuestas para
mejorarlo.
En el sector agrícola, la fispa se ha vinculado con instituciones
de educación superior y de investigación, como la
Comisión para el Desarrollo del Papaloapan y el Centro
Internacional de Mejoramiento del Maíz, con el que evalúan
290 variedades susceptibles de establecerse en la región
sur del estado. Anualmente se realiza un día demostrativo,
llamado El día del productor fispa, durante el cual los
empresarios de la región visitan el plantel para conocer
los trabajos que ahí se realizan. También se examinan,
en parcelas de demostración, materiales prometedores para
la zona que llegan a superar en 400 por ciento los rendimientos
por hectárea que tienen los productores.
Por otra parte, los estudiantes trabajan en conjunto con asociaciones
ganaderas locales especialmente la de Acayucan y con
la Unión Regional Ganadera para realizar programas de seguimiento
de tuberculosis y brucelosis. Actualmente se desarrolla un proyecto
con bacterias acele-radoras, llamadas ruminales, que permiten
que los animales transformen más rápidamente y asimilen
mayor cantidad de nutrientes para convertirlos en carne o leche.
En cuanto al sector forestal, la fispa tiene un convenio institucional
con autoridades federales para el establecimiento de un vivero
forestal en sus terrenos. El compromiso es producir 400 mil plantas
de especies tropicales con el fin de reforestar las áreas
más degradadas de la región. Para este proyecto
ya están aseguradas 100 hectáreas en la zona de
la reserva de la biosfera de la sierra de Santa Martha, concretamente
en el volcán de San Martín Pajapan, en el que se
plantarán especies nativas. Este trabajo lo realizamos
con productores de la región, con gente de allí,
por lo que se generan empleos temporales para 30 indígenas
de la región, quienes colectan las semillas y las ponen
en el semillero, pues se han comprometido a establecerlas definitivamente
en sus parcelas, mencionó el director de la carrera.
Explicó también que se han establecido diversas
líneas de acción para trabajar a favor del desarrollo
sustentable, como el aprovechamiento de los esquilmos de cosecha
de maíz para alimentar al ganado a través del ensilado
y la transformación de los excrementos por medio del lombri-compostaje
para abonar las tierras de cultivo, tanto en praderas como en
parcelas agrícolas.
Con todos estos apoyos a los sectores agrícola, forestal
y ganadero y con la labor que la Facultad de Ingeniería
en Sistemas de Producción Agrícola de la uv continuará
realizando, tanto los jóvenes en formación como
las regiones veracruzanas se verán beneficiados. De ahí
la importancia de esta carrera que ha desarrollado a lo largo
de seis años proyectos productivos a favor del estado de
Veracruz.
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