Octubre-Diciembre 2005 , Nueva época No. 94-96
Xalapa • Veracruz • México
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Investigadores de la UV
Hallan vestigios de antiguas culturas bajo el agua

Ricardo Luna
(Fotos cortesía de PAYPPCUBAPA)


Las piezas encontradas en el río Papaloapan presentan un buen estado de conservación, a pesar de haber estado bajo el agua tanto tiempo.

Varias piezas son figurillas con forma de mujer, las cuales portan una vestimenta muy peculiar y elaborados tocados.
En 1982, la arqueología subacuática fue reconocida como disciplina formal por la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH); sin embargo, 20 años antes, en Veracruz, investigadores de la Universidad Veracruzana, dirigidos por los arqueólogos Ramón Arellanos, Héctor Cuevas y Marco Antonio Reyes, ya incursionaban en esta rama de la arqueología, pues desde entonces realizaban inmersiones en varios de los ríos y cuerpos de agua de la región centro de nuestro estado.
 

La finalidad era encontrar vestigios prehispánicos que, según estudios previos, se hallaban en la diversa y rica composición de los cuerpos acuíferos de la entidad, que van desde manantiales, ríos y esteros hasta enormes lagunas, cuyas riberas y alrededores fueron habitados en épocas antiguas por diversos grupos étnicos que veneraban el agua con distintas ofrendas.

Ana Catalina Celis Hernández, egresada de la carrera de Arqueología de la UV e integrante del equipo de investigaciones subacuáticas de esta institución, comentó que en todos estos afluentes existen materiales culturales sin rescatar, que eran depositados en sus profundidades con fines religiosos, tal y como lo demuestran los vestigios que ya fueron exhibidos en el Museo de Antropología de Xalapa (MAX), en la exposición “Arqueología subacuática, trabajos de la Universidad Veracruzana”, la cual estuvo integrada por 36 piezas encontradas en las más recientes investigaciones llevadas a cabo en Arroyo Pesquero, Ojo de Agua Grande y El Zapote, y que se conservan en las bodegas del MAX y en el Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIHS) de la UV.

El Papaloapan resugarda parte de nuestro pasado
Fue en el río Papaloapan donde los egresados de la UV, Ana Celis y Jesús Rebolledo Rivera, bajo la coordinación Pedro Jiménez Lara, miembro del IIHS, hicieron una investigación gracias a la cual encontraron numerosas piezas.

Los estudiantes explicaron que lo característico de las piezas, cuyo estado de conservación es muy bueno, a pesar de haber estado bajo el agua tanto tiempo, es que miden 20 centímetros y que muchas son figurillas con forma de mujer, las cuales portan una vestimenta muy peculiar y elaborados tocados.

Una vez halladas, informaron, las piezas no fueron extraídas de inmediato, ya que primero estudiaron el contexto del sitio donde fueron localizadas, además de que algunas piezas las dejaron tal y como las encontraron por respeto al sitio arqueológico. Posteriormente, con las piezas que sacaron, siguieron un tratamiento muy especial para estabilizarlas y poder contemplarlas en el exterior.

Nuevas líneas de investigación en arqueología
Ana Celis Hernández comentó que, a partir de los rescates realizados por la UV, decidió comenzar una nueva línea de investigación en arqueología subacuática, en colaboración estrecha con la Subdirección de arqueología Subacuática de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El proyecto, que también está a cargo de Pedro Jiménez Lara, tiene como origen las propuestas del IIHS e intenta mostrar los trabajos realizados desde los años sesenta, para dar cuenta de la evolución de la disciplina, desde la conformación del equipo de buceo hasta la manera de realizar en campo las investigaciones y, sobre todo, cómo se ha mantenido en las nuevas generaciones el interés por el rescate y estudio de los vestigios prehispánicos.

Dentro del mismo proyecto, cabe la propuesta de que nuestra casa de estudios sea la única universidad del país en ofrecer una especialidad en arqueología subacuática, ya que en México sólo el INAH y la ENAH ofrecen cursos de buceo con estos fines.

Por otra parte, actualmente, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en coordinación con investigadores de la UV, sigue fomentando el trabajo conjunto de varias disciplinas para enriquecer la información y los resultados de diferentes investigaciones.

Tal es el caso del proyecto de la Flota de la Nueva España (1630-1631), que se realiza en el Puerto de Veracruz y para el que se necesitó la colaboración de oceanógrafos, biólogos, geógrafos, historiadores y personal de la Marina de México, con cuyas aportaciones se conformó una base de datos que permite no sólo conocer el tipo de condiciones meteorológicas que pudieron actuar en el naufragio de tal o cual embarcación, sino también hacer hipótesis sobre el rumbo tomado, de acuerdo con las cartas de navegación que se conservan en los archivos.