Actopan,
Ver.- Como parte de un proyecto integral para rehabilitar
el ecosistema y evitar la desaparición de un importante
humedal veracruzano, alumnos de la carrera de Ingeniería
Ambiental de la Universidad Veracruzana (UV) plantaron 1 500 árboles
–con lo que sobrepasaron su meta inicial, que era de 1 000–
en las inmediaciones de la laguna El Llano, ubicada en la comunidad
Villa Rica, perteneciente al municipio de Actopan.
A lo largo de 400 metros sobre la zona federal, junto a la carretera
costera del Golfo 180 que va de Cardel a Poza Rica y entre el
cerro Los Metates y la laguna, los estudiantes sembraron 1 500
árboles de cedro, caoba, mulato y roble, como una medida
para evitar que la tierra del cerro arrastrada por las lluvias
llegue a la laguna y la haga perder profundidad, además
de devolver al ecosistema algunos de los árboles que se
han perdido por la habilitación de potreros por parte de
los lugareños.
Los
años de crisis
Desde hace 15 años, la laguna El Llano ha sufrido severos
daños, provocados principalmente por la instalación
de un gasoducto de Petróleos Mexicanos y por los estragos
ocasionados por el huracán Gilberto, que en 1988 azotó
las costas del Golfo de México y obstruyó la salida
de la laguna al mar.
Sin fuentes que la alimenten de agua, la laguna se seca completamente
durante nueve meses del año y sólo en época
de lluvias recupera una extensión considerable pero con
muy poca profundidad, ya que las lluvias arrastran hacia ella
tierra de las montañas de la sierra de Chiconquiaco.
Además de las obvias consecuencias ecológicas, las
malas condiciones de la laguna representan un severo golpe para
cerca de 48 familias de la comunidad de Villa Rica, que años
atrás vivían de la pesca de camarón, lo que
ahora es simplemente imposible.
De hecho, el último dictamen técnico realizado en
1989 por delegaciones de Pesca federal y del estado de Veracruz
ya revelaba que la captura de jaiba y la producción de
ostión y de pescado de escamas se redujeron considerablemente
respecto a años anteriores.
La
laguna El Llano
Ubicada a menos de un kilómetro de la zona arqueológica
totonaca de Quiahuiztlán y de las ruinas de lo que fuera
el primer asentamiento español en México, a tres
kilómetros de la planta nucleoeléctrica de Laguna
Verde y a unos 70 del puerto de Veracruz, la laguna El Llano forma
parte de la zona lagunar central del Golfo de México, junto
con las lagunas de La Mancha, El Farallón, Laguna Salada,
Laguna Verde y Boca Andrea.
Tanto la laguna El Llano como la de La Mancha fueron incluidas,
el 2 de febrero de 2004, en la lista de sitios protegidos por
la Convención Ramsar, organismo internacional dedicado
a la identificación y conservación de humedales
en todo el mundo.
Durante nueve meses del año, la laguna pierde el 98 por
ciento de su agua, como consecuencia de la pérdida de profundidad
por la incorporación de tierra a la laguna y por la obstrucción
de su conexión al mar por el gasoducto, según el
documento “Propuesta para el proyecto ejecutivo de rescate
de la laguna El Llano”, elaborado por la Sociedad Cooperativa
de Producción Pesquera Tinajitas y El Viejón SCP,
con la asesoría de los catedráticos de la UV Víctor
Hernández Morales, Gonzalo Pérez Monzón,
Luis Alberto García Leyton y Juan Lartigue Gordillo.
Debe
aplicarse un proyecto integral
El catedrático Luis Alberto García Leyton aseguró
que antes de la reforestación en la periferia de la laguna
se reforestó la zona litoral del manto acuífero
a base de mangle, y señaló que la intención
es ir protegiendo de manera periférica la laguna para que
toda la corriente de terrígenos –sedimentos que se
han ido depositando en la laguna– se frene y que las laderas
de los cerros dejen de aportar tierra al lecho lagunar.
Para ello, aparte de la labor de reforestación que se está
realizando, es necesario que se apliquen otros proyectos, dijo
García Leyton, “como el desazolve de la laguna, la
apertura del canal al mar, la medición de la batimetría
de manera continua para saber cómo va evolucionando la
profundidad de la laguna, además de propuestas productivas
que le den a la población de la zona una opción
alternativa de sostén económico en tanto la laguna
se recupera, como la piscicultura, maricultura y cría de
algunas especies en granjas”.
El
trabajo de reforestación
La Universidad Veracruzana, junto con organizaciones y dependencias
públicas, ha trabajado en la rehabilitación de la
laguna El Llano desde hace cinco años, aproximadamente,
y tiene proyectos en los que participan alumnos y académicos
de diversas facultades. Uno de ellos se refiere a la reforestacón
de la periferia del cuerpo de agua.
“La idea es ir restaurando este ecosistema que se ha dañado.
Ahora se están sembrando árboles en la zona federal
de la carretera, pero estamos pensando que más adelante
esto se podría extender a terrenos particulares”,
comentó César Lezama García, uno de los alumnos
involucrados en el proyecto.
En la ladera del cerro Los Metates, explicó, hay cuencas
naturales por donde baja el agua de los cerros, y la idea es sembrar
árboles alrededor de ellas, hacer cercos vivos para evitar
que la tierra que arrastra las lluvias llegue hasta la laguna,
es decir, impedir que la laguna se azolve y su profundidad disminuya.
“Si se reduce la profundidad de la laguna, se tiene una
capa muy delgada de agua que se calienta muy rápido y se
evapora.