Para
brindar una alternativa ecológica al uso de pinturas comerciales
altamente contaminantes para el medio ambiente y tóxicas
para el ser humano, estudiantes de Ingeniería Química
de la Universidad Veracruzana (UV) crearon una pintura biodegradable
a base de suero de leche, harina, colorantes orgánicos
y otros componentes naturales, que resulta más económica
y, a diferencia de las comerciales, no afecta la salud.
Su producción industrial es químicamente factible
y económicamente asequible, según demuestran estudios
de mercado, análisis técnicos y análisis
de riesgo que fueron presentados, junto con el producto, en el
Primer Foro Tecnológico de Ingeniería Química
y Ambiental, que se realizó en la Facultad de Ingeniería
de la UV, campus Xalapa.
Las pinturas a base de aceite, thinner, solventes, colorantes
y algunos tipos de recubrimientos y lacas constituyen el 60 por
ciento de los desechos peligrosos que se arrojan al ambiente,
pues su pigmento está, por lo general, fabricado con materiales
pesados como el bióxido de cadmio y de titanio, según
señala la investigadora investigación realizada
por las químicas universitarias.
En cambio, la pintura que han creado las alumnas está elaborada
con suero de leche (como elemento base), al que adicionan cal,
harina de trigo, fécula de maíz, aceites vegetales,
así como pigmentos orgánicos y colorantes naturales
extraídos del betabel, jamaica, flor de muerto, hojas,
zanahorias y otros vegetales; así, tanto su producción
como su aplicación resultan inofensivas para el medio ambiente
y para la salud humana.
Además, según los estudios químicos realizados
por las universitarias, la pintura ecológica tiene las
mismas propiedades que las comerciales hechas a base de aceite
o agua, como el poder para cubrir, la intensidad de color, la
adherencia, la facilidad de aplicación y la durabilidad.
«Lo único que cambia la pintura ecológica
son sus efectos», aseguró Ariza del Moral Dorantes,
integrante del equipo creativo.
Explicó que las pinturas comerciales son tóxicas
desde su elaboración, pues implica el uso de contaminantes
devastadores, como el bióxido de titanio, que en este proceso
genera un desecho líquido que contiene ácido sulfúrico,
metales pesados e hidrocarburos clorados; además, al momento
de aplicarlas, los contaminantes que contienen penetran en el
organismo por inhalación y, por tanto, afectan la salud,
provocando dolor de cabeza, mareos, náuseas, fatiga, piel
seca, irritación de ojos, congestión de fosas nasales
y tos, dijo Mireya Carballo Dorantes, otra de las estudiantes.
Ambas coincidieron en que el uso del suero en la pintura ecológica
representa una ventaja en dos sentidos: «La disponibilidad
del suero de leche es una de las principales, pues de cada 10
litros de leche para queso, seis son de suero, pero, además,
evitaría la contaminación del agua, ya que generalmente
es desechado en el drenaje sin darle un uso que beneficie a los
productores económicamente».
Por otra parte, la pintura ecológica es ideal para utilizarla
en el recubrimiento de juguetes y artículos de consumo
para niños, que no pueden ser teñidos con pinturas,
tintas, barnices, lacas ni esmaltes de agua o de aceite vegetal
que contienen compuestos de plomo, según lo señala
la Norma Oficial Mexicana.
A esta ventaja hay que añadir su precio, pues de acuerdo
con el estudio económico del proyecto, aun considerando
los costos de producción, venta, distribución y
transporte, el precio final por litro sería inferior al
de las pinturas comerciales: “Ésta es una de las
razones por las que consideramos que es conveniente invertir en
una empresa que produzca industrialmente esta pintura ecológica”,
comentaron Julio César Hernández Ortiz y Guadalupe
Verónica León Martínez, los otros miembros
del equipo.
Hay que mencionar que la idea de regresar al uso de elementos
naturales para elaborar pigmentos la retomaron de las pinturas
rupestres, las cuales han perdurado durante más de 20 000
años. Algunos de estos dibujos eran monocromáticos
y pintados con óxidos de hierro naturales, ocre o rojo,
y otros usaban colores hechos con cal, carbón vegetal,
ocres amarillo y rojo y tierra verde (ocre verde).