Octubre-Diciembre 2005 , Nueva época No. 94-96
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En la región Poza Rica-Tuxpan
Estudiantes de la UV protegen tortugas marinas

Juan Carlos Plata

En el primer año del campamento tortuguero Barra Galindo se logró proteger 81 nidos y liberar 1 700 crías de tortuga marina

Universitarios marcan, pesan y miden a las tortugas lora y blanca que desovan en el campamento de Barra Galindo.
En el primer año de existencia del campamento tortuguero Barra Galindo, creado a iniciativa de alumnos de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Veracruzana (UV), región Poza Rica-Tuxpan, se ha logrado proteger 81 nidos de tortuga y liberar 1 700 crías.
 

El ejido Barra Galindo del municipio de Tuxpan es un lugar de desove de tortugas lora (Lepydochelys kempii) y blanca (Dermatemys mawii), por lo que desde el año pasado un grupo de estudiantes de la carrera de Biología de la UV ha realizado expediciones a lo largo de 20 kilómetros de playa para ubicar las zonas de nidos.

Las actividades de los jóvenes consisten en recorridos diurnos y nocturnos. “Cuando encontramos nidos, los trasladamos al corral, pero si es necesario se dejan in situ bajo supervisión, y si se halla una hembra desovando, se marca, se pesa y se mide”, informó Adriana Guzmán, una de las alumnas involucradas en el proyecto.

Cincuenta y seis de los nidos, dijo, están en un corral de protección, 25 más fueron dejados en su ubicación original y 11 estaban saqueados. Sin embargo, por una tormenta tropical, la marea alcanzó el corral de protección y ocasionó la pérdida de 20 de los nidos protegidos, pero logró sobrevivir el 90 por ciento de las crías.

El proyecto universitario recibe apoyo tanto de la Comisión Estatal de Protección al Ambiente (COEPA), la cual dio el material para el corral de protección, además de los folletos y carteles de identificación del campamento, como del complejo termoeléctrico “Adolfo López Mateos”, que proporcionó tinas para las crías y folletos, y de los propios habitantes del ejido, quienes apoyan en los recorridos.

Este respaldo es, sin duda, valioso, pero aún falta mucho por hacer. “En el campamento no hay infraestructura; de hecho, las tortugas que nacen son trasladadas a una casa del ejido y ahí se quedan hasta la liberación. El corral de protección es de malla ciclónica de ocho por seis metros y se encuentra a la orilla de la playa”, aseguró Adriana Guzmán.

Además de proteger los nidos y las crías, el grupo también realiza actividades de tipo educativo para gente de todas las edades. “Cuando hay un número considerable de tortugas, las liberamos, al tiempo que realizamos pláticas y dinámicas con los niños; esto con la finalidad de transmitirles el conocimiento y la idea de proteger tortugas, aparte de generar conciencia sobre la importancia de conservar nuestro medio ambiente”, explico.

Asimismo, cuando pasa la temporada de anidación y no hay actividades que hacer en el campamento, los estudiantes de Biología se dedican a dar pláticas en las escuelas. “Es muy importante que la gente haga conciencia de que las tortugas son animales que tienen una dinámica de vida complicada, que han sido afectadas por el saqueo –lo que las tiene en peligro de extinción– y que requieren de nuestra ayuda para poder sobrevivir”, agregó la universitaria.

El grupo que trabaja en el campamento está integrado por Leticia Florencia Tiburcio, Pedro Luis Musiño Martínez, Dulce Cecilia Cruz Castellanos y Adriana Guzmán, todos ellos estudiantes del quinto semestre de la carrera de Biología, región Poza Rica-Tuxpan.

Una de las actividades consiste en colocar los huevos en nidos seguros dentro del corral de protección del campamento.