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UV,
hacia la construcción de una universidad pública de
excelencia
Raúl
Arias Lovillo |
Discurso
pronunciado durante la ceremonia en que tomó protesta como
rector de la Universidad Veracruzana para el periodo 2005-2009,
realizada el 1 de septiembre, en la USBI-Xalapa.
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Elevación,
2000. |
Al
protestar el cargo de rector de la Universidad Veracruzana, les manifiesto
que es el momento más importante de mi vida, porque de esa
dimensión es el valor entrañable que le confiero a la
máxima casa de cultura de nuestro estado, y porque mi promesa
ante ustedes es servirla con honestidad y rectitud, honrarla sin descanso
ni concesiones, reconociendo en ella el espacio del saber, la libertad
y la dignidad, que genuinamente pertenece al pueblo veracruzano. |
A
la profunda emoción personal que me impone el compromiso que
habré de cumplir, le acompaña también la reflexión
de quien habrá de enfrentar la elevada responsabilidad de conducir
los destinos de una institución, cuyo papel es decisivo en
la historia del estado de Veracruz.
La UV es parte fundamental de la vida del estado, y para generaciones
de universitarios y de sus familias, ha sido crucial en sus trayectorias,
en lo que son hoy como ciudadanos, como profesionales y como seres
humanos.
Soy parte de una generación que se formó en sus aulas
y se nutrió de sus momentos de sobresalto, de esperanza y de
cambio. Viví con intensidad, junto con un numeroso grupo de
universitarios, sus grandes episodios traumáticos, pero también
sus colosales transformaciones positivas. No llego solo a cumplir
esta tarea, ni soy fruto de una carrera personalísima. Pertenezco
a una generación que sacudió las anacrónicas
estructuras universitarias y que suscitó los cambios que la
institución demandaba.
Hoy estoy aquí gracias a todos ustedes, a los miembros de la
Junta de Gobierno, a los miembros del Consejo Universitario, fortalecido
por un espíritu común, con el compromiso de representar
sus ideales y sus propósitos, pero ante todo estoy aquí
para buscar hacer realidad las aspiraciones y los anhelos de la gran
mayoría de los universitarios, para superar, con un gran sentido
crítico, lo que hemos hecho hasta ahora en la Universidad Veracruzana.
Gracias por su confianza. Les prometo que no los voy a defraudar.
Los convoco a la construcción de una universidad pública
de excelencia, que se propone elevar su calidad académica y
cumplir con pertinencia y eficacia su compromiso con la sociedad a
la que se debe. Para que este proceso tenga éxito, sostengo
la idea de que es preciso establecer un nuevo pacto institucional,
un nuevo acuerdo fundado en la participación de estudiantes,
trabajadores, académicos y autoridades, que nos permita llevar
a cabo las reformas que profundicen el proceso de academización
iniciado hace una década.
Este proyecto que me propongo iniciar ahora, con el concurso de todos
los universitarios, hará posible un mayor desarrollo cualitativo
de la universidad como institución pública, y consolidará
su aún reciente autonomía.
La autonomía de una universidad pública de excelencia
implica que la definición de los planes, la ejecución
de los proyectos y la evaluación del desempeño se deben
hacer con criterios estrictamente académicos, y que las relaciones
entre la universidad y el gobierno, y entre la universidad y los diversos
actores sociales, deben basarse en reglas de cooperación, confianza
y respeto mutuos. Estos principios se han establecido ya firmemente
y defenderlos es una de nuestras principales tareas.
Sobre la base de los éxitos hasta hoy alcanzados y de los cimientos
y las estructuras institucionales que constituyen nuestro capital
acumulado, propongo que iniciemos la construcción de una universidad
Generadora de Conocimiento para su Distribución Social. Para
construirla, debemos contar con el compromiso de estudiantes, académicos
y autoridades, considerar sistemáticamente los logros alcanzados
y las tareas inconclusas, y emprender el examen juicioso, razonado
y fundamentado de los programas que propondré a continuación. |
Al
abrigo del viento, 2000. |
Misión
y visión
Parto de la ratificación de la misión de la Universidad,
ya definida en su propia Ley Orgánica: conservar, crear y transmitir
la cultura, en beneficio de la sociedad y con el más alto nivel
de calidad académica. Añado que hoy, para cumplir cabalmente
con estos fines, la Universidad Veracruzana debe:
· Fortalecer el postgrado y la investigación y vincularlos
con la docencia de calidad y excelencia en todos sus niveles.
· Apoyar la producción, la difusión y el estudio
de la cultura. |
·
Llevar el conocimiento a los lugares donde se encuentran los problemas
del estado para contribuir a resolverlos y transmitirlo a los grupos
sociales que carecen de acceso a la educación superior, enriqueciéndolo
con las aportaciones de los propios actores.
· Evolucionar y convertirse progresivamente en una Universidad
Generadora de Conocimiento para su Distribución Social.
El
conjunto de esta propuesta la pondremos en práctica en el
marco de una renovada institución que promueva el diálogo,
el debate constructivo, el reconocimiento de los otros, la tolerancia
y el respeto a la ley. En este sentido, la universidad también
será generadora de una perspectiva ética, congruente
con la democracia.
Esta visión de universidad que propongo parte de la premisa
de que la institución debe consagrarse a la formación
de profesionales a la altura de la era del conocimiento y la globalización,
comprometidos con su tiempo y su país, profesionales que
serán al mismo tiempo ciudadanos libres, democráticos
y abiertos a la diversidad.
El ejercicio pleno y responsable de la autonomía le permitirá
a la Universidad Veracruzana un mayor equilibrio institucional a
sus acciones y reforzar la colaboración entre sus dependencias
y sus campi.
Para vigorizar la toma de decisiones, se dará mayor participación
a las instancias académicas colegiadas y a las expresiones
organizadas de sus egresados, estos últimos vínculos
legítimos con la comunidad y el entorno económico,
social, político y cultural.
A partir de su perspectiva académica y científica,
la Universidad Veracruzana deberá hacer aportaciones específicas
a la solución de los problemas de la entidad, especialmente
al mejoramiento de la competitividad de las empresas y a la generación
de empleos, al desarrollo sustentable, a la consolidación
de un régimen democrático, y a la creación
de una nueva cultura política que coadyuve a enriquecer las
bases de nuestra convivencia social.
Como lo hice ante la Junta de Gobierno, ahora frente a ustedes y
a la comunidad universitaria, así como de cara a la sociedad
a la que nos debemos, asumo con plena convicción los siguientes
compromisos.
Compromisos
En primer lugar, ratifico mi compromiso con la autonomía
de nuestra alma mater. Esto significa que los asuntos académicos
de toda índole los resolveremos mediante los procedimientos
propios de la academia. La autonomía es un capítulo
del Estado de derecho. La autonomía es una forma de relación
de la universidad con la sociedad y con el gobierno. La mejor y
más sana autonomía implica una amplia participación
de la comunidad universitaria. Me comprometo así, a impulsar
las reformas jurídicas que fortalezcan los cuerpos colegiados
y que garanticen la presencia universitaria en todas las instancias
de participación.
Asumo un compromiso con la excelencia académica. Impulsaré
una mejor calidad de la docencia, la investigación, la difusión
de la cultura y la vinculación. Apuesto por la academización
de la Universidad. Esto implica, como ya lo señalé,
definir planes, ejecutar proyectos y evaluar desempeños con
criterios académicos y no políticos. Hago mío
el compromiso con la responsabilidad social de la universidad.
La universidad formará a los profesionales y ciudadanos valiosos
que la sociedad requiere, y buscará dar soluciones a los
problemas sociales mediante la investigación y la intervención
razonada.
Mi compromiso está, de igual manera, con la atención
a la demanda mediante mecanismos no convencionales que nos permitan
ampliar y renovar nuestra oferta académica. Es así
como contribuiremos a la ampliación de la cobertura estatal
de la educación superior. Expresión de ello es la
universidad Virtual, cuya plataforma tecnológica debe fusionarse
al Sistema de Enseñanza Abierta. Generaremos espacios para
una oferta educativa en nuevos campos disciplinarios.
Refrendo que mi compromiso está, asimismo, con la razón
de ser de nuestra casa de estudios: nuestros estudiantes. Estableceremos
un programa especial que permita atender las múltiples demandas
de información, de solución de problemas, de clarificación
de contenidos y de alternativas que plantea el estudiantado. Así,
les facilitaremos el óptimo aprovechamiento del enriquecedor
conjunto de transformaciones que continuará viviendo la universidad.
Para que nuestros estudiantes tengan una formación integral,
modernizaremos y ampliaremos los espacios deportivos en todas las
regiones universitarias.
Por supuesto, también mi compromiso es con quienes han sido
actores protagónicos de la transformación de la institución,
como lo es el sector de académicos. Pero, al mismo tiempo,
como lo he expresado en diversas ocasiones, mi compromiso está
también con los trabajadores técnicos, manuales y
administrativos. Resulta urgente incorporarlos al proceso de modernización
de la Universidad Veracruzana. Con todos ellos, mi obligación
permanente para mejorar sus condiciones de trabajo y de ingreso,
a cambio de todo su apoyo para profundizar las reformas institucionales.
Además estoy comprometido con nuestros artistas. Buscaré
que la Universidad Veracruzana continúe proyectando al mundo
la cultura nacional y del estado. Que sea una fuente de creación,
promoción, preservación, adaptación y recreación
de la cultura y el arte.
También me comprometo a enfrentar la cultura de la simulación.
Muchos de nosotros, universitarios veracruzanos, queremos trabajar
a fondo contra esta cultura estéril y efectuar una transformación
profunda de esta práctica socialmente contraproducente. Tendremos
que lograr que los reprobables hábitos de “hacer como
que hacemos” experimenten un vuelco cultural radical y completo.
Que nuestro trabajo en el aula y en el laboratorio sea genuino.
Que aprender se vuelva aprendizaje efectivo. Que enseñar
sea una práctica auténtica. La calidad académica
es fruto de la autenticidad, no de la simulación.
El compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas
merece una mención especial. La labor de generar y promover
la cultura del derecho a la información es responsabilidad
de las instituciones públicas del país, particularmente
de las universidades. Es en estos espacios donde debemos formar
ciudadanos preparados para el pleno ejercicio de sus derechos. Por
lo tanto, debemos proporcionarles las herramientas para entender
y fiscalizar los recursos públicos y su destino, para ejercer
su derecho a la información y para participar en las decisiones
públicas, práctica normal en cualquier democracia.
En esa dirección, un primer deber de nuestra institución
es establecer un sistema de acceso a la información que la
vuelva transparente a los ojos de los universitarios y de la sociedad
en general.
Los compromisos y principios que acabo de enunciar los habremos
de traducir en un conjunto coherente y articulado de políticas
universitarias que garanticen la viabilidad institucional de las
reformas necesarias. |
Ejes
Rectores
Para el periodo 2005-2009 propongo trabajar en un conjunto de programas
organizados en nueve ejes rectores –cuyos contenidos detallados
haré de su conocimiento posteriormente– que a continuación
enuncio:
1.
El nuevo papel de la investigación
La Universidad Veracruzana debe adoptar la investigación
como eje transformador y organizador de sus tareas y estructuras,
impulsándola a la par de los estudios de postgrado, favoreciendo
el equilibrio entre la ciencia básica, la ciencia aplicada,
las humanidades, el desarrollo tecnológico y la creación
artística. |
Cáliz
de sueños, 2000. |
2.
La reestructuración de la academia y de la gestión
y la organización institucionales
La integración de la investigación y la docencia (en
los niveles de licenciatura y postgrado); los cambios de la segunda
generación del MEIF; la ampliación de la oferta terminal
de los programas de licenciatura; el cabal cumplimiento del compromiso
que implica la distribución social del conocimiento, así
como la necesidad de incrementar la eficacia y la eficiencia de
todos los programas académicos nos encaminan a reestructurar
la organización académica sobre bases departamentales.
3.
La segunda generación de reformas del Modelo Educativo Integral
y Flexible
La articulación de una nueva estructura departamental con
el MEIF nos llevará a un proceso de reformas de segunda generación.
Esta nueva versión consiste en la aplicación de un
modelo educativo integral que busca una flexibilidad sensiblemente
mayor a la alcanzada hasta ahora y, adicionalmente, orientado a
la generación y la aplicación del conocimiento.
4.
El aseguramiento de la calidad académica y de la gestión
administrativa. El cierre de brechas
Estamos conscientes de que hay diferencias cualitativas entre los
programas académicos impartidos en las diferentes regiones
universitarias, tanto por el sistema escolarizado como por el abierto.
El cierre de las brechas identificadas será el fin que dará
sentido y dirección a los programas asociados a este eje
rector. Para este propósito se requiere identificar y superar
las carencias entre los programas y las regiones, lo que haremos
mejorando el sistema de indicadores de gestión académica
y administrativa.
5.
La generación, la difusión y el fomento de la cultura
Para mantener los estándares notables de desempeño
en materia cultural, es necesario impulsar un nuevo ciclo de renovación
creativa y de profundización de la producción de conocimiento
sobre la cultura misma. Este salto cualitativo debe centrarse en
el impulso a los estudios de postgrado en el área, históricamente
inexistentes; en la descentralización de la enseñanza
y la difusión de las artes, en el desarrollo de nuevas políticas
de apoyo y fomento a la producción artística y en
una campaña de reposicionamiento de la universidad en la
arena cultural nacional.
6.
La extensión universitaria
La universidad no es una agencia asistencial, ni debe brindar los
servicios que le corresponde ofrecer a las instancias gubernamentales.
Nuestra principal herramienta de trabajo es la información
y el conocimiento. Por ello, debemos continuar y ampliar nuestra
misión de acercar estos bienes culturales a los habitantes
de las comunidades y a los sectores productivos con los que actualmente
trabajamos; habremos, igualmente, de aumentar su número.
Al mismo tiempo, debemos cuidar que esta línea de trabajo
institucional continúe sirviendo al interés formativo
de los estudiantes y se siga traduciendo en espacios para la investigación.
7.
La transparencia y la rendición de cuentas
Nuestra institución siempre ha estado abierta al escrutinio
de los recursos que maneja, por parte de la Junta de Gobierno, de
la comunidad universitaria y de la sociedad en general, cuidando
celosamente su autonomía. En este tenor, considero que, en
su carácter de institución autónoma, no está
legal pero sí moralmente obligada a armonizar su quehacer
y su normatividad con los nuevos requerimientos establecidos en
el país y el estado en materia de transparencia y rendición
de cuentas, específicamente con lo estipulado en la Ley de
Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental
federal y en la Ley de Acceso a la Información del Estado
de Veracruz de Ignacio de la Llave. La institución debe formalizar
los lineamientos generales que garanticen el acceso de toda persona
a la información que maneja, salvaguardando la privacidad
de los miembros de la comunidad universitaria, el respeto a la garantía
constitucional del derecho a la información y la vigencia
de la autonomía universitaria.
8.
Las relaciones académicas nacionales e internacionales.
La internacionalización de la vida académica es un
dato de la globalización. Debemos activar los múltiples
convenios que la universidad tiene firmados con universidades extranjeras,
promover la movilidad estudiantil y académica, y fomentar
los proyectos comparativos y la cooperación internacional.
La proyección internacional es imprescindible en la formación
de una universidad de excelencia.
La universidad requiere establecer acuerdos, sobre todo de carácter
multiinstitucional, que le permitan asegurar altos índices
de calidad y pertinencia nacionales. Esta iniciativa deber traducirse
en una mayor presencia en el interior de los organismos cúpula
de las IES públicas nacionales. Debe buscarse que no sólo
por su tamaño, sino además y sobre todo por su creciente
pertinencia social, la institución se convierta en un referente
nacional.
9.
La adecuación de la legislación universitaria y de
las relaciones de trabajo
Para la universidad que queremos, la reforma legislativa resulta
una de las estrategias centrales para el impulso de la innovación
y el cambio cultural. La adecuación integral de la legislación
universitaria a las reformas propuestas involucra diversos ámbitos
relacionados entre sí, que enfrentan atavismos, obstáculos
e inercias comunes que deberemos vencer.
Se requiere de una legislación moderna y acorde con la nueva
visión del trabajo académico desarrollada en este
proyecto. Una que asuma que la labor académica es integral:
que la docencia tiene que vincularse a la investigación,
a la extensión y a la difusión de la cultura, para
integrar los elementos primordiales de los procesos de creación
y transmisión del conocimiento.
De manera paralela, es necesario promover una reforma laboral que
coloque a nuestra casa de estudios en una situación en la
que sus contratos colectivos sirvan como instrumento de apoyo a
la excelencia de la institución, y que permitan reencauzar
las relaciones laborales y poner el acento en el cumplimiento de
los objetivos institucionales, en el marco del pleno respeto a los
derechos de los trabajadores.
El
tránsito de nuestra institución a una Universidad
Generadora de Conocimiento para su Distribución Social requiere
un patrimonio institucional adecuadamente identificado, regularizado
y valorizado; un presupuesto apropiado y equilibrado; capacidad
económica para invertir en los proyectos y en infraestructura,
y finanzas sanas, transparentes y sujetas a rendición de
cuentas. Es necesario aprovechar óptimamente las fuentes
de financiamiento gubernamentales, además de generar fuentes
alternas y diversas que garanticen una mayor rentabilidad social
y el fortalecimiento de nuestra autonomía.
La etapa de evolución de la Universidad Veracruzana que planteo
en esta propuesta implica una transformación orgánica
y funcional de la institución; operar procesos administrativos
descentralizados, desconcentrados, simplificados, transparentes
y certificados en su calidad, y una administración al servicio
de las labores académicas ágil, eficaz y eficiente.
El éxito de esta etapa de la evolución institucional
nos obliga a contar con una administración al servicio de
las tareas académicas sustantivas de la universidad y no
al revés.
Hacer realidad esta etapa requiere de planeación, gestión,
administración y toma de decisiones descentralizadas y desconcentradas
en los campi, en cada una de las regiones universitarias. Precisa
también una urgente revalorización del papel de autoridad
financiera y académica de las vicerrectorías, para
la gradual construcción de un Sistema Estatal Universitario
equilibrado, en el que cada campus tenga una personalidad distintiva
como fortaleza, acorde con la vocación económica y
la dinámica social de la región. Requiere, igualmente,
una mayor capacidad de decisión y manejo de las hoy centralizadas
y lentas decisiones financieras institucionales, así como
de responsabilidad para generar y manejar recursos propios.
Sólo con un presupuesto suficiente, justo, oportuno y administrado
con transparencia, las urgentes transformaciones exigidas por nuestras
universidades públicas serán viables. Requerimos cambios
urgentes en las fórmulas de asignación de presupuestos
y en la certidumbre de contar con fondos extraordinarios a largo
plazo. Sin la seguridad financiera que obligadamente debe derivar
de una política de Estado en materia de educación,
ciencia y cultura, no será posible que nuestras instituciones
sigan operando con oportunidad, pertinencia e insertas en procesos
de evolución constructiva, y mucho menos planear y ejecutar
con éxito transformaciones y planes a largo plazo.
En tanto logramos asignaciones y presupuestos justos, equitativos
y suficientes, que garanticen la sustentabilidad de un proyecto
de transformación universitaria a largo plazo y una mejor
y más equitativa fórmula para la asignación
de los subsidios, la Universidad Veracruzana hará sus propios
esfuerzos para mejorar su economía institucional.
Compañeros
universitarios:
Se inaugura una nueva etapa en la que se consolidarán los
cambios realizados y en la que se pondrán en marcha nuevas
reformas, no sólo aquellas que se acogen a la lógica
del desarrollo emprendido, sino también las que hacen caso
del llamado de la conciencia universitaria y profundizan en las
transformaciones que se requieren, tanto en los métodos de
conducirlos, como en los estilos para llevarlos a cabo y en la cultura
dominante.
Ciertamente, no estamos planteando la reinvención de la universidad
en un día. Lo que hacemos es proseguir, desde lo inexplorado,
desde lo nuevo que nos plantean los desafíos y las aspiraciones
de la comunidad, el proceso de academización iniciado años
atrás, haciendo hincapié en la necesidad de generar
nuevos conocimientos pertinentes, reformar nuestros métodos
de trabajo académico y actuar con base en una nueva ética
universitaria, colocando así a la Universidad Veracruzana
a la altura de los retos de nuestro tiempo.
Como institución pública, la Universidad Veracruzana
absorbe el 34 por ciento de la matrícula de primer ingreso
de educación superior del estado. Estudiantes de todo el
país, atraídos por nuestro prestigio y solvencia académica,
acuden a nuestras aulas. Como la universidad pública más
importante de la región, debe preservar los más altos
niveles de calidad en la docencia y la investigación.
En una perspectiva moral, éste es un liderazgo que nos compromete,
que nos obliga a estar atentos a los cambios vertiginosos en el
saber científico y tecnológico, a identificar las
mutaciones provocadas por la mundialización de la cultura,
el conocimiento y la información, a reforzar nuestra relación
con la sociedad veracruzana, a reconocer sus carencias y sus fortalezas,
a hacer nuestras sus aspiraciones y sus demandas. En síntesis,
nos obliga a reformarnos, a mejorar nuestra enseñanza, nuestra
investigación y nuestra difusión de la cultura. Todo
ello lo haremos sin descanso y con responsabilidad.
Nuestra universidad está unida y fuerte. Ha llegado a su
madurez institucional con la visión clara de su papel en
el desarrollo del estado y de la región.
Señor gobernador, nuestra autonomía ha servido para
fortalecer el diálogo y la cooperación con los gobiernos
federal y estatal. Nuestra relación se ha forjado en la confianza
y el respeto, en la comprensión y en la colaboración,
en la independencia y la tradición crítica de nuestra
universidad. Con el gobierno de Veracruz, mantendremos una relación
fecunda y estrecha. Lo ha sido hasta hoy y lo seguirá siendo,
porque el gobernador comparte con nosotros los objetivos superiores
de la Universidad Veracruzana.
Estoy convencido de que la universidad necesita de todos los universitarios.
Quienes contendieron conmigo por la Rectoría son académicos
respetados por la comunidad. Les expreso que nuestro proyecto es
esencialmente incluyente, abierto a las ideas y a las propuestas
de cada uno de sus miembros.
Compañeros universitarios: comencemos, pues,
esta nueva etapa. Los convoco a que, con independencia y en libertad,
construyamos unidos la universidad pública de excelencia
que reclama Veracruz, que reclama México. |
Flor
de primavera, 2000. |
Antes de concluir, reitero una vez más mi agradecimiento a
los distinguidos miembros de la Honorable Junta de Gobierno por la
confianza depositada en mi persona para cumplir esta honrosa encomienda.
A los integrantes del Honorable Consejo Universitario General, les
hago patente mi reconocimiento y mi voluntad de trabajar arduamente
para que la máxima casa de estudios de Veracruz cumpla un mejor
destino histórico. A mi familia, a mi padre, a mis hermanos,
a mis hijos Patricia Cecilia y Raúl, y por supuesto a su madre,
mi gratitud por su apoyo invaluable de siempre. A mis amigos, a los
universitarios todos, gracias por su respaldo y confianza. |
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