La exposición titulada Tlacojalpan agua y cultura fue inaugurada
el 8 de diciembre por la directora del Instituto Veracruzano de
Cultura, Esther Hernández Palacios, y la directora del
MAX, Sara Ladrón de Guevara. A través de ella se
mostraron aspectos de la arqueología no preciosista de
una región desconocida en Veracruz y en Mesoamérica.
Asimismo, sirvió para exhibir el trabajo de la arqueología
subacuática y el proyecto de la Dama de Tlacojalpan (principal
hallazgo de los investigadores), además de la reconstrucción
de una colosal urna mortuoria, piezas de obsidiana, utensilios
y figurillas humanas, que –en conjunto– ayudaron a
determinar quién vivió entre el año 1000
y 1500 a. C en dicha zona.
Cabe señalar que, con la finalidad de conocer el verdadero
rostro de la Dama de Tlacojalpan, los restos óseos fueron
enviados a los expertos de la Procuraduría General
del Estado de Chihuahua, quienes realizaron los estudios correspondientes
de antropología forense y restitución facial.
Cinco
años de investigación
Desde hace un lustro, un grupo de investigadores y estudiantes
de nuestra casa de estudios inició el proyecto “Patrón
de asentamiento y poblamiento prehispánico en la Cuenca
del Bajo Papaloapan, Veracruz”, que comprende los municipios
de Tlacojalpan, Otatitlán, Chacaltianguis y Cosamaloapan.
Como parte de los trabajos, se han realizado numerosas tareas
de excavación, tanto en tierra como en agua, donde se han
encontrado piezas fundamentales para el estudio y desciframiento
de los grupos sociales que habitaron el sitio hace cientos de
años.
Pedro Jiménez explicó que las 60 piezas de lítica,
cerámica y hueso que integraron la muestra son las que
se han “encontrado, estudiado y restaurado desde distintas
perspectivas a lo largo de cinco años”. Éstas,
dijo, forman parte del acervo que se exhibirá en la Casa
de las Mariposas, Complejo Cultural Tlacojalpan, el cual podría
empezar a funcionar en el segundo semestre de 2006 en ese municipio.
Con la museografía –realizada por Jorge Acevedo,
del Instituto Veracruzano de la Cultura–, se contextualizó
la exposición en un ámbito acuático, para
mostrar los resultados de la línea de investigación
Arqueología subacuática, que también se desarrolló
como parte del proyecto. Para la museografía también
utilizaron fotografías, elementos característicos
de la región y dos cajas de luz: una contuvo todo lo representativo
de la arqueología subacuática y en la otra se mostró
un plano topográfico de un sitio único en Mesoamérica,
El Socorro.
A la inauguración asistió un grupo de Tlacojalpan,
el cual trajo, desde su tierra, comida y bebidas típicas
de la región, además de la alegría y la música
de los grupos de la Cuenca: Son de Tlacojalpan y Son de Arena.