Nacido
en el seno de la Dirección de Divulgación Artística
de la Universidad Veracruzana (UV), el Mariachi Universitario
dio una impactante sorpresa al hacer su presentación formal,
en la Sala Grande del Teatro del Estado, durante un evento de
apoyo a las actividades propias del DIF estatal, encaminadas a
asistir a los veracruzanos desprotegidos, particularmente a la
niñez.
La iniciativa surgió del cantante Héctor Guerrero,
una de las personas más sobresalientes en el renglón
de la música vernácula.
Guerrero, eternamente entusiasta, manifestó su inquietud
por sumar representantes de la música ranchera mexicana
al talento artístico existente en la UV.
El proceso de gestación fue largo, colmado de experimentos
y ensayos, pero esta labor de formación instrumental rindió
sus primeros frutos (y lo seguirá haciendo) en el debut
del Mariachi Universitario, donde las notas musicales surgieron
de dos trompetas, dos guitarras, una vihuela,
un guitarrón, siete violines y un arpa, además de
la voz solista del propio Guerrero.
La
velada musical
En pocas ocasiones hemos tenido la oportunidad de observar el
desempeño de un mariachi integrado por instrumentistas
de semejante capacidad artística. Muchos de ellos (casi
la mayoría) se prepararon como integrantes de otras agrupaciones
de nuestra casa de estudios, por lo que cuentan con una experiencia
incuestionable.
Es posible que el número de violines parezca demasiado
para la formación del mariachi, pero ello produjo un equilibrio
sonoro que balanceó a la perfección la estridencia
de las trompetas. Esto, aunado a la acertada dirección
musical de José Gabriel Velázquez (primer violín)
y a las aptitudes de sus compañeros músicos, dio
por resultado un repertorio integrado tanto por melodías
que son tradicionales en la música mexicana como por creaciones
recientes que el público reconoció y aplaudió
de manera entusiasta.
Asimismo, hay que reconocer la voz e interpretación de
Héctor, artista que tiene control sobre el escenario y
un buen manejo en su timbre vocal. Ello lo convierte en un versátil
vocalista que transita, sin problemas, del bolero a la canción
ranchera, y para quien los temas de Javier Solís o de Vicente
Fernández parecen hechos a la medida.
Cabe resaltar también la experiencia del trompetista Aurelio
Parr Chitica, músico procedente del Grupo de Salsa de la
UV que ahora se suma a la agradable experiencia que resulta ser
el Mariachi Universitario.
Después de la audición, se habló acerca de
los proyectos que paulatinamente desarrollará esta agrupación.
En principio, existe la firme intención de presentarla
en diversos escenarios de la entidad, así como de la capital
de la República.