Gaceta No. 94-96 Universidad Veracruzana

“El campo experimental tiene alrededor de 18 años y se han hecho muchos trabajos, pero como no hemos sistematizado nuestra vinculación sólo han servido para elaborar tesis; lo que queremos es que esos trabajos sean conocidos por los habitantes de las comunidades y les representen un beneficio, además de que el campo se convierta en un punto que marque la diferencia y que sea una referencia en el ámbito nacional y, por qué no, internacional”, aseguró.

Dijo que la entidad universitaria está trabajando para estrechar sus vínculos con el Ayuntamiento de Actopan, con el fin de que sus alumnos vayan a “La Bandera” a hacer sus tesis, su servicio social, estancias pre-profesionales y actividades de vinculación.

De hecho, a principios de octubre se instaló en este campo una parcela forestal escolar, en el marco de un programa de capacitación y transferencia tecnológica de la Secretaría de Educación Pública (SEP), la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) y el programa Agua, Bosque, Cuenca (ABC) del Gobierno del estado de Veracruz. “El programa se estableció hace cuatro meses, y la facultad fue considerada para instalar una parcela forestal escolar en un predio demostrativo, ubicado en ‘La Bandera’, como parte de los trabajos de lo que será un centro de investigación y capacitación para el desarrollo sustentable del trópico seco’”, señaló.

CONAFOR aportó dinero para gastos, asimismo, proporcionó 7 250 plantas de cedro rojo, roble, leucaena, teca y mellina, que serán sembradas en una extensión de cinco hectáreas, añadió May Mora. “Además de la plantación, el trabajo es de mantenimiento y de manejo técnico de la parcela; para esto se hará un programa con los estudiantes, con la intención de ver su trabajo y, sobre todo, de crearles un sentido de pertenencia, para que ellos hagan suyo el campo experimental”.

Por su parte, Isabel Alemán, coordinadora del Programa de Vinculación de la Facultad de Ciencias Agrícolas, comentó que, además del aspecto meramente ambiental y de recuperación, el programa tiene como objetivo que los productores tengan tutores para sus plantaciones de hortalizas. “Muchos de los árboles de la región han sido talados por los productores, principalmente de chayote, debido a que necesitan tutores para sus plantaciones. El sembrar especies como la teca y la mellina –que son de rápido crecimiento– es una opción; habrá que dar cursos a los productores y motivarlos a que ellos mismos establezcan sus especies forestales.

También vamos a tener una parcela demostrativa de bambú, con el fin de que de ahí se deriven cursos de capacitación para que sea considerado este cultivo por los productores”.

La actividad del campo experimental
Según Gabriel May, en el campo experimental hay módulos de mango, chicozapote y guanábana; además, se han hecho trabajos con jamaica, chayote, maracuyá, papaya, maíz, frijol y chile. El suelo es representativo de la región, pero está muy erosionado, por lo que alumnos y catedráticos de la facultad han diseñado estrategias de recuperación y generación de cultivos redituables y exitosos.

“Tenemos módulos como el de guanábana, coordinando por el profesor Librado Vidal Hernández, que es único en Latinoamérica; ahora estamos introduciendo especies forestales tropicales adaptadas al trópico seco, lo que nos permitirá ofrecer a los productores de árboles frutales, de chayote, de papaya y de otros productos cuya venta presenta dificultades mejores opciones para que alternen cultivos y, con ello, tengan otros ingresos a lo largo de los ciclos agrícolas”, señaló el director.

Dijo que ya ha habido pláticas con los gobiernos estatal y municipal para introducir energía eléctrica en el campo, dado que se necesita para la instalación de una bomba de agua, de refrigeradores para muestras y, más adelante, de un laboratorio de campo y una estación meteorológica.