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Ampliarán
el catálogo conformado en 37 años
Levantarán
UV e INECOL nuevo inventario de flora veracruzana
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Uno
de los ejes del proyecto, en el que unirán conocimiento tradicional
y científico, es generar información para municipios
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Portada
de uno de los fascículos de Flora de Veracruz. |
Para
conocer las especies de flora que existen en Veracruz, aprovechar
al máximo los recursos energéticos, medicinales, comestibles
y de valor económico del estado y, al mismo tiempo, hacer estudios
que permitan desarrollar metodologías para la conservación
y rehabilitación de zonas deterioradas, la Universidad Veracruzana
(UV) y el Instituto de Ecología (INECOL) retomarán el
proyecto Flora de Veracruz, bajo el cual se ha construido, desde 1968,
el acervo científico en la materia más importante de
México. |
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A
diferencia de las primeras fases del proyecto, la que hoy inicia
pretende hacer efectiva la distribución social del conocimiento,
llevando información útil a las comunidades veracruzanas
a través de publicaciones que, con un lenguaje accesible,
den cuenta de los recursos de cada uno de los municipios, según
comentó Arturo Gómez-Pompa, investigador de la UV,
quien inició este trabajo hace casi cuatro décadas
desde la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM).
A la fecha, Flora de Veracruz ha derivado en la publicación
de 134 estudios completos de igual número de familias de
plantas, 30 estudios de bioclimas de Veracruz, dos fascículos
de metodologías para la regeneración de selvas (basados
en Los Tuxtlas), estudios de recursos maderables y más
de 100 tesis que enriquecieron la investigación relacionada
con el eje central del proyecto.
Gonzalo Castillo, quien desde el INECOL tiene a su cargo el proyecto,
señaló que si bien es cierto que Flora de Veracruz
ha mantenido su prestigio en estas décadas, es necesario
darle un nuevo impulso en dos vertientes principales: Desarrollo
de conocimientos municipales y Estudio de la flora de las Áreas
Naturales Protegidas, ahora con la participación protagónica
de la Universidad Veracruzana, que asegurará la incursión
de nuevas generaciones en la investigación para ampliar
el catálogo.
Dijo que es necesario lograr un conocimiento florístico
más puntual, alimentando las colecciones científicas
y haciendo que la información esté al alcance de
los ayuntamientos y les sirva para tomar decisiones a favor de
la conservación, por lo que han planeado “traducir”
la información dura en conocimientos accesibles para las
comunidades, empezando por Zozocolco y Atzalan, donde la UV ya
opera otros proyectos.
Según dijo, la construcción del conocimiento será
colectiva, pues los recorridos de campo serán conjuntos
(investigadores y miembros de la comunidad), y habrá un
permanente intercambio de información tradicional y científica,
en la que enfatizarán la difusión. Ésta se
realizará mediante sistemas de cómputo (a través
de Internet), lo cual pondrá a disposición de cualquiera
el resultado de los estudios.
El investigador del INECOL comentó que uno de los objetivos
del proyecto es lograr que la gente adquiera conocimientos valiosos
para la conservación, “que entienda, por ejemplo,
por qué se secan los cuerpos de agua cuando se tala el
bosque, por qué un conjunto de plantas puede beneficiar
a la población, cuáles son las especies más
valiosas por su madera, leña, propiedades medicinales,
comestibles, cuáles están desapareciendo, etcétera”.
En tanto, Gómez-Pompa, también asesor del Centro
de Investigaciones Tropicales (CITRO) de la UV, enfatizó
que los principales destinatarios de las publicaciones municipales
serán los estudiantes y maestros de las escuelas, secundarias
y bachilleratos locales, además de productores y presidentes
municipales, a quienes también planean llevar la información
de las bases de datos que ya existen con ambientes amigables (es
decir, diseños inteligibles) y que puedan proporcionar
información acerca de los recursos naturales de la región.
De hecho, el CITRO ya cuenta con un sistema de este tipo para
la identificación de árboles tropicales de México,
Belice y Guatemala, creado bajo la dirección de Nisao Ogata,
especialista en ecosistemas tropicales, y disponible a través
de Internet (www.uv.mx/citro). Éste permite consultar los
nombres comunes de los árboles en más de 60 lenguas,
saber dónde se encuentran, para qué sirven y cómo
se utilizan.
El otro eje del proyecto implica la investigación exhaustiva
en Áreas Naturales Protegidas. “Tener zonas bajo
custodia sin inventarios biológicos es como tener una biblioteca
sin catálogos”, aseguró Gómez-Pompa,
quien agregó que “Flora de Veracruz es uno de esos
catálogos, pero falta mucho por ampliar”.
Adicionalmente, el proyecto tiene como propósito crear
empleos para las nuevas generaciones de biólogos, quienes
podrán integrarse a los equipos de trabajo que formen tanto
la UV como el INECOL y realizar investigaciones primero tuteladas,
para seguir después sus propias líneas.
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