Enero-Marzo 2007, Nueva época Núm.101
Xalapa • Veracruz • México
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Desarrollan método para limpiar aguas residuales en el río Coatzacoalcos

Dunia Salas Rivera


La Facultad de Ciencias Químicas realiza en la zona Coatzacoalcos-Minantitlán un proyecto para el tratamiento de aguas residuales industriales.
La Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Veracruzana (UV) de Coatzacoalcos, en coordinación con el Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico en Electroquímica, AC, realiza en la zona Coatzacoalcos-Minantitlán-Cosoleacaque un proyecto para el tratamiento complementario de aguas residuales industriales con compuestos orgánicos no biodegradables.

Con apoyo del Fondo Mixto para la Investigación Científica y Tecnológica del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y del Gobierno del Estado de Veracruz, se pretende evitar, reducir o controlar los efectos de la contaminación que provocan las aguas contaminadas con residuos industriales que no se degradan biológicamente, informó Erubiel Flandes, responsable del proyecto.

El académico de la Facultad de Ciencias Químicas de la UV dijo que por medio de tres procesos complementarios de oxidación química avanzada –Reacción Fenton, Reacción Electrofenton y Ozono-Luz Ultravioleta­– es posible realizar el diagnóstico de las industrias ubicadas en dicha zona para conocer los flujos y la calidad de las aguas residuales que generan las mismas. "Si hay residuos, aunque sean mínimos, de compuestos no biodegradables, será necesario someterlos al proceso de oxidación y determinar hasta qué punto son persistentes. Luego de ser tratados, será necesario ver cómo quedaría ya el efluente a un nivel experimental". El resultado de este proyecto los llevará al diseño y la construcción de una planta semipiloto para el tratamiento de aguas mediante el proceso seleccionado y a una prueba de validación de unidad semipiloto en una empresa seleccionada.

Explicó que la cuenca baja del río Coatzacoalcos ha sido definida como altamente contaminada: "Sabemos que en parte es debido a que las industrias –fabricantes de catalizadores, fibras, acetatos y productoras de óxidos orgánicos, fibras poliméricas y derivados de hidrocarburos– descargaban sus efluentes al río sin un control adecuado. Cuando entró la legislación ambiental y se empezó a aplicar para todo el mundo, hubo que poner en orden las descargas".

Hoy en día, aseguró, las industrias ya tienen un mejor control, realizan tratamientos que han reducido en gran cantidad el contenido de desechos en efluentes y están dentro de una norma que controla la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y otros organismos encargados de proteger el medio ambiente. Sin embargo, en algunos efluentes, sin ser sus principales componentes los compuestos orgánicos, éstos sí aparecen de manera intermitente: "El problema es que como no se detecta como un componente original de la descarga, no está en la lista de control que establece el organismo de regulación; sin embargo, los contaminantes pueden llegar a ser, dependiendo de su concentración, compuestos tóxicos que con el tiempo van provocando deterioro ambiental".

El director del proyecto señaló que dichos compuestos orgánicos pueden provocar desorientación en algunos de los animales que habitan la zona (el manatí); en otros se puede presentar crecimiento anormal o formas distintas en su reproducción. "Es necesario, pues, caracterizar si hubiese alguna corriente que pudiera requerir un tratamiento a través de la metodología de oxidación avanzada, aplicando electrólisis o una corriente de ozono que pudiera destruir los compuestos orgánicos de manera que los separe y dejen de tener esa posibilidad de influir en la toxicidad de la descarga".

Hay diferentes procesos que se pueden utilizar: "La reacción Fentom consiste en aplicar una corriente de energía eléctrica en forma directa en el fluido que contiene los componentes orgánicos, con el fin de que existan dos polos para que la corriente de agua se ionice, es decir, que se cargue positiva y negativamente con una celda electrolítica y se rompa la molécula de tal forma que los iones positivos migren hacia el lado negativo de la celda y viceversa; así, la molécula básica se vuelve menos agresiva y con menos toxicidad", puntualizó Flandes.

Otro método es usar una corriente de ozono y luz ultravioleta que agilice la reacción de tal manera que el oxígeno presente en el ozono, al tener contacto con las moléculas de compuestos orgánicos, reaccione y se forme otra molécula que tenga características menos agresivas. Todo esto catalizado con luz ultravioleta aplicada directamente en el tratamiento.

Actualmente, los universitarios están en la primera parte del proyecto, es decir, en la definición de las corrientes que pueden ser estudiadas y a las que se les puede aplicar el proceso: "El muestreo del flujo lo llevamos al laboratorio para empezar a caracterizar el análisis y ver qué concentraciones de componentes trae cada una de las corrientes", comentó el entrevistado, quien añadió que los involucrados en el proyecto pretenden realizarlo en un lapso de 18 meses y que el monto requerido para alcanzar el nivel al que se pretende llegar, que es una planta piloto para laboratorio, es de 575 mil pesos.