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UV
mejorará cultivos de frutales no tradicionales en el norte
de Veracruz
Juan
Carlos Plata |
Analizan
cultivos de zapote domingo, uva de playa, jobo, caimito y guaya
en los municipios de Tihuatlán, Tamiahua y Tuxpan |
Mediante
un trabajo de censo, análisis de suelos y foliar, la formulación
de fertilizante adecuado y una campaña de muestra de sus usos
alternativos, la Universidad Veracruzana (UV), a través de
la Facultad de Ciencias Agrícolas, campus Tuxpan, mejorará
cultivos de frutales no tradicionales en la zona norte de Veracruz.
María de la Luz Hernández Sánchez, titular del
proyecto “Rescate y conservación de frutales tropicales
no tradicionales de la zona norte del estado de Veracruz”, explicó
que la investigación consta de tres etapas principales: la
aplicación de un cuestionario a productores para saber qué
frutos se cultivan; un análisis de suelo y foliar para tener
un diagnóstico del estado nutrimental de los productos y los
árboles; y la elaboración de fertilizantes adecuados
para mejorar la calidad y alargar la vida de los frutos una vez cosechados.
“Estamos trabajando con ejidatarios de las municipios de Tihuatlán,
Tamiahua y Tuxpan, donde hemos detectado, principalmente, cultivos
de cinco frutos no tradicionales: zapote domingo, uva de playa, jobo,
caimito y guaya”.
Los cinco productos, dijo, además de comerse como fruta, tienen
usos medicinales importantes, y eso resulta otra buena opción
para su comercialización. “Los objetivos del proyecto
son rescatar y conservar estos frutales que se han estado perdiendo
en la región; darle a los productores alternativas de manejo
para que estos productos sean de mayor calidad y, después de
cosecharlos, duren más tiempo en anaquel; y buscar otros usos
y alternativas para hacerlos más atractivos (como procesarlos
parar darles un valor agregado)”.
La investigación, que está proyectada para tres años
y en la que trabajan cinco estudiantes del sexto semestre de la carrera
de Ingeniero Agrónomo, beneficiará a pequeños
productores, los que siembran en traspatio, no en grandes extensiones,
añadió la coordinadora del proyecto. Esto conlleva algunas
dificultades: por ejemplo, al hacer el muestreo hay que hacer un trabajo
arduo para detectar estos cultivos, ya que no son tan comunes como
la naranja o el limón. Y es que la mayoría de estos
frutales se cultivan para consumo de los propios productores y para
venta en mercados locales. “En un análisis preliminar,
podemos asegurar que los cultivos ya muestreados presentan deficiencia
de nutrición –esto se nota en la coloración de
las hojas de los árboles y en la calidad de los frutos–,
además de que los árboles son constantemente atacados
por plagas”.
La académica aseguró que el principal beneficio que
tendrían los productores con los resultados de la investigación
es que podrán manejar y fertilizar mejor sus cultivos: “Muchos
de ellos, por ejemplo, no saben con precisión las épocas
de floración o producen frutos de diferentes tamaños.
Al enseñarlos a tener un mejor control de su producción,
obtendrán frutos de mayor calidad y podrán colocarlos
mejor en el mercado no sólo local, sino también nacional
y, por qué no, internacional”.
Señaló que se está trabajando directamente con
los ejidatarios de tres municipios, se ha asistido a varias asambleas
para hablarles sobre el proyecto, y los productores han sido muy receptivos.
“Toda la gente a la que le hemos platicado nuestra idea se ha
mostrado interesada en que se realice; y un punto muy importante es
que todos han manifestado una gran confianza en los proyectos que
propone la UV”, dijo la investigadora.
Para Hernández Sánchez es muy importante que la Universidad
se involucre más en la resolución de los problemas que
tienen los productores locales, dinámica que ya se ha establecido
en la UV desde hace tiempo, pero si se incrementa, se logrará
que los resultados sean cada vez mejores. “En los foros que
se han hecho en la Facultad de Ciencias Agrícolas de Tuxpan,
surgen los problemas reales que enfrentan los agricultores, y con
información de primera mano, nosotros podemos tratar de atacarlos
y presentar soluciones científicas que los ayuden a superarlos”.
Además, sostuvo la investigadora, es importante tener un contacto
directo con los agricultores, informarles de los avances, de los pasos
que se siguen para llegar a las soluciones, porque eso genera que
la gente le tenga cada vez más confianza a su universidad y
que la vean como parte de su comunidad, y no como una institución
extraña. |
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