Abril-Junio 2007, Nueva época Núm.102
Xalapa • Veracruz • México
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La traducción, un puente que acerca a las diversas culturas

Diana Luz Sánchez 1

La Editorial ha fomentado la traducción y publicación de libros de autores extranjeros, que ensanchen nuestra visión sobre la literatura y el mundo y ofrezcan nuevas perspectivas
Las mil y una noches, la Biblia, las obras de Shakespeare, la Declaración de los Derechos del Hombre, entre otros, son textos clave para la historia de las ideas, que han enriquecido nuestro universo cultural y que hemos conocido en forma de traducciones. A lo largo de la historia, las traducciones han sido los puentes para acercar a las diferentes culturas y ampliar sus horizontes. Por ello, desde sus inicios, la Editorial de la Universidad Veracruzana (UV) ha fomentado la publicación de libros de autores extranjeros, que ensanchen nuestra visión sobre la literatura y el mundo y ofrezcan nuevas perspectivas, incluso sobre nuestra propia cultura, como ha sucedido en el caso de los historiadores.

En su etapa inicial, en la que fue director Sergio Galindo, sobresale la activa participación como traductor de Francisco González Aramburu, quien llegó a México durante el exilio español en los años treinta y se convirtió en el brazo derecho de Galindo. Hombre de una cultura universal, Aramburu conocía a la perfección el francés y el inglés y tradujo al español, entre otros títulos, Henri Bergson, de Vladimir Yankélevitch, uno de los más importantes estudios que existen acerca de este filósofo y que acaba de reeditarse el año pasado, y Aspectos de la novela, de E.M. Forster, obra clave de la teoría sobre el género novelístico.

Desde estos primeros tiempos se inició también la colaboración, que perduraría en el tiempo, de otros traductores: por ejemplo, Luisa Josefina Hernández
–cuya relación con Xalapa se dio a través del teatro– y Carlo Antonio Castro –de origen salvadoreño, quien llegó a Xalapa en su juventud–. Hernández tradujo El doctor y los demonios, un guión cinematográfico de Dylan Thomas, género en el que destacó también el poeta inglés. Años después, Hernández tradujo otro guión, el de Madre Juana de los Ángeles, basado en la novela de Jaroslaw Iwaszkiewicz, y, siempre interesada en el teatro, hizo además una versión personal del Rey Lear, de Shakespeare. Igualmente suya es una versión de El jardín de los cerezos, de Anton Chéjov, realizada en conjunción con el director japonés Seki Sano. Entre los títulos que tradujo Carlo Antonio Castro figuran Francisco Rojas González, de J. Sommers, y el volumen Flor de antigua poesía, antología realizada en el siglo X por Ki no Tsurayuki, que tradujo en colaboración con Norimitsu Tsubura.
Entre otros libros, Sergio Pitol tradujo Las puertas del paraíso y El corazón de las tinieblas.
El azar y las circunstancias personales han jugado su parte, dando por resultado la traducción de varias obras de autores de Europa del Este, principalmente polacos. De este modo, Sergio Pitol –diplomático adscrito en Polonia durante unos años y director de la Editorial UV en 1967– tradujo las Cartas para la señora Z, de Kazimierz Brandys, mientras que el maestro Mario Muñoz –becado en ese mismo país durante algún tiempo– realizó también traducciones a partir del polaco, entre ellas se cuentan el clásico Las botas, del recientemente fallecido periodista Ryszard Kapuœciñski, que próximamente será reeditado dentro de la Serie Conmemorativa Sergio Galindo, y El bosque de abedules, de Jaroslaw Iwaszkiewicz, uno de los más grandes escritores polacos (traducción realizada en colaboración con Barbara Stawicka).

Mención aparte merece Sergio Pitol, quien ha declarado en varias ocasiones que la traducción fue un elemento determinante para la creación de su propia obra y que ahora constituye una faceta más de ésta. Además de las Cartas..., el maestro Pitol tradujo para la UV Las puertas del paraíso, de Jerzy Andrzejewski, alegoría de la llamada cruzada de los niños, y El corazón de las tinieblas, el clásico de Joseph Conrad. La buena noticia es también que todas las versiones realiza-
das por él en otras edito-riales como Seix Barral o Tusquets –versiones que prácticamente sólo circula-ron en España– serán reedi-tadas próximamente dentro de la colección Sergio Pitol Traductor, también bajo el sello de la UV, para ser difundidas en nuestro país.

La traducción de poesía ha tenido, tradicional-mente, un espacio en la Editorial UV; ya habíamos mencionado el título Flor de antigua poesía japonesa. De hecho, en los años ochenta, se creó la colección Luna Hiena, que recogió poesía tanto de autores hispanohablantes como extranjeros, en traducciones realizadas por poetas. Ejemplo de ello son los libros Un rumano en el istmo, de Stefan Baciu, en versión de Jorge Lobillo; Poemas escogidos, de Hilda Doolittle, traducido por Pura López Colomé, y Las pistas, del brasileño Ledo Ivo, vaciado al español por Jorge Lobillo y Stefan Baciu.

También podemos mencionar la labor realizada durante la dirección de José Luis Rivas, poeta él mismo, dado que se tradujeron, entre otros, los siguientes volúmenes: El libro de las pesadillas, de Galway Kinnell; Boleros, de Jay Wright (ambos traducidos por Jorge Brash); Poemas de amor del antiguo Egipto, a partir de la versión inglesa de Ezra Pound y Noel Strock; Las delaciones del sueño, del estadounidense Randall Watson, en traducción de Antonio Saborit; Las montañas, que están toda la vida, una antología del yugoslavo Tomasz Salamun, llevada al español por Pablo J. Fagdiga; Frente a la puerta roja del sol, del polaco Wincenty Rozanski, y Sonata del claro de luna, del griego Yannis Ritsos, traducido por Selma Ancira.

El catálogo de la UV se ha enriquecido, además, con las traducciones de textos de ciencias naturales, como Los países tropicales, de Pierre Gorou; la biografía del gran naturalista francés Georges-Louis Leclerc, conde de Buffon, de la autoría de Pierre Gascar, en traducción de Alfonso Montelongo, y Murciélagos, de Don E. Wilson, publicado originalmente por The Smithsonian Institution y trasladado al español por Jorge Galindo-González.

Asimismo, en los últimos decenios, como resultado de la creciente globalización, de los acuerdos de coedición y del patrocinio a la traducción de obras literarias del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, se ha incrementado la producción de traducciones dentro de nuestra editorial. Ejemplo de ello son El tormento de los saquitos de cuero, colección de relatos del austriaco Heimito von Doderer, en versión de Javier García-Galiano; Loxandra (coeditado con el IVEC y Ediciones sin Nombre), relato autobiográfico de la escritora turco-griega María Iordanidu, traducido por Selma Ancira; El cuaderno verde (coedición con Ediciones sin Nombre), diario del malogrado escritor francés Maurice de Guerin, vertido al español por Jorge Esquinca; El viaje de invierno (coeditado con Verdehalago y la BUAP), relato del genial Georges Perec en versión de Claudia Pacheco, y los relatos de El reino vegetal, del francés Pierre Gascar, en traducción de Diana Luz Sánchez.
Gracias a las traducciones de Sergio Pitol y Mario Muñoz, la Editorial ha dado a conocer la obra de escritores de Europa del Este, principalmente polacos.

Otras traducciones recientes son El triunfo de la belleza, autobiografía periodística del escritor Joseph Roth; la biografía Kafka, de Claude David; Carlos Fuentes o la imaginación del otro, de la francesa Florence Olivier, y El gueto de Varsovia, de Marian Apfelbaum, trasladadas a nuestro idioma por Javier García-Galiano, Alfonso Montelongo, Ricardo Rubio e Irlanda Villegas, respectivamente. A ellas hay que agregar los títulos En torno a Edgar Morin, que reúne las ponencias del Coloquio realizado en su honor en Cerisy-la-Salle, Francia, en versión de Diana Luz Sánchez; Decir la verdad sobre el imperialismo, conversaciones con Noam Chomsky, de David Barsamina, traducido por Agustín del Moral, y Romano Guardini, de Robert Krieg, un sólido estudio sobre este precursor de las reformas a la Iglesia católica moderna, cuya traducción fue realizada por Benigno Zilli Manica.

Destaca, igualmente, la versión en español de La isla de Bali, una obra imprescindible para la etnografía moderna, escrita originalmente en inglés por el artista plástico Miguel Covarrubias y coeditada con la UNAM, que hasta ahora no había sido presentada en nuestro idioma. Y pronto se publicará la versión al español de Vivirán estos huesos, de Edward Dahlberg, uno de los escritores norteamericanos menos valorados. Esta serie de ensayos sobre la literatura y la cultura norteamericanas y sobre el lugar del artista en Occidente fue traducida por Antonio Saborit con la colaboración de Diana Luz Sánchez.

Aparte de todo este cúmulo de traducciones, más otras que no se han incluido por falta de espacio, la Editorial ha publicado, en coedición con la UNAM, un importante trabajo de reflexión sobre la tarea del traductor: Los puentes de la traducción. Octavio Paz y la poesía francesa, de Fabienne Bradu, que analiza de manera crítica las versiones a poemas famosos realizadas por el Premio Nobel de Literatura 1990. Este libro constituye una aportación al campo, poco explorado hasta ahora, de la traducción como tema.

Considerando la extensa lista de obras que han sido traducidas al español y que la Editorial de la Universidad Veracruzana ha publicado, es importante reconocer que la labor de traducción realizada en esta institución ha cumplido cabalmente con la función de servir como puente intercultural, y se avizora que en el futuro ocupe un papel cada vez más importante dentro de la producción universitaria.

1. Traductora y editora de la Editorial de la Universidad Veracruzana.