Abril-Junio 2007, Nueva época Núm.102
Xalapa • Veracruz • México
Publicación Trimestral



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FILU, un encuentro con el conocimiento, la cultura y el libro

Germán Martínez Aceves 1

La creación de libros universitarios tiene el placer de producir textos muchas veces surgidos de la reflexión y propuestas en las aulas y centros de investigación, o bien, tiende sus lazos para que autores de otros lugares encuentren cobijo bajo el sello editorial de la Universidad Veracruzana (UV). Sin embargo, uno de sus problemas más graves es la distribución y venta de los libros. De ahí que haya surgido la idea de crear, desde el seno de la Editorial de la UV, una feria del libro universitario, siguiendo la tradición de otros grandes festejos editoriales como la Feria Internacional del Palacio de Minería o la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, parámetros con una gran experiencia y organización, referentes suficientes para iniciar el proyecto.

Nace la Feria del Libro
La primera Feria del Libro se celebró del 19 al 24 de septiembre de 1994 y fue organizada por la Universidad Veracruzana, el Gobierno del Estado de Veracruz y la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior. Esta primera edición, realizada durante el rectorado de Emilio Gidi Villarreal, se efectuó en el Centro Recreativo Xalapeño con la participación de 25 editoriales universitarias y una afluencia de cuatro mil 500 asistentes. Fue el inicio; fueron los primeros pasos que comenzaron a cimentar una tradición que a lo largo de los años empezaría a fructificar.

Durante las siguientes cuatro ediciones, la Feria del Libro Universitario tuvo un crecimiento gradual en todos sus aspectos. A partir de la quinta edición, se unieron a los esfuerzos de organización el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), el Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC) y la Secretaría de Educación y Cultura (SEC). Para ese momento, la participación de las editoriales había crecido a 61 y el número de público también fue en aumento.

Llegó el momento de dejar el Centro Recreativo Xalapeño, y en 1999, en los inicios del rectorado de Víctor A. Arredondo, la Feria se trasladó al entonces recién creado Campus para la Cultura, las Artes y el Deporte, en cuya Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI) se efectuaron las ediciones sexta y séptima. Las amplias instalaciones permitieron duplicar, en ese año, el número de participantes y de visitantes. De esta manera, se albergó a 120 editoriales, tanto universitarias como privadas, y se recibió a más de 22 mil asistentes. Además, en dichas ediciones se brindaron sendos homenajes a Sergio Pitol y a Emilio Carballido.
En 1999 se organizó también por primera vez el Premio al Estudiante Universitario, en las categorías "Jorge Cuesta" (cuento y poesía), "Librado Basilio" (ensayo humanístico) y "Francisco Díaz Covarrubias" (ensayo científico). A este evento se invitó a todos los alumnos de la UV a enviar sus escritos con la intención de buscar nuevos talentos en las letras veracruzanas y motivar la creación de las letras jóvenes.



Entre las actividades de la FILU destacan, año con año, la entrega de la Medalla al Mérito y el Foro Académico.
(Fotos: Luis Fernando Fernández)
Adquiere nivel internacional
El nuevo milenio fue el momento adecuado para conferir a la Feria una dimensión internacional, acorde con su crecimiento experimentado y para ajustarse a las exigencias de la globalización del conocimiento. En la Primera Feria Internacional del Libro Universitario (FILU 2001), el crecimiento fue notorio con la participación de 300 editoriales de España, Francia, Italia, Estados Unidos, Costa Rica, Cuba, República Dominicana, Colombia y México, y la asistencia de 24 mil personas, aproximadamente.

Desde entonces, adquirió un perfil temático y en la primera versión internacional el evento giró en torno a la música, por ser un idioma universal. El homenaje lo recibió el compositor Arturo Márquez, gran investigador de la música y creador de danzones sinfónicos. Por estar acorde con el tema y por única ocasión, la FILU se celebró en junio, mes en el que se lleva acabo el Festival Junio Musical. A partir de aquí también surgió el logotipo característico de la FILU, la flor de lis estilizada que se abre como un libro.

En la FILU 2002, nuestra institución entregó, por vez primera, la Medalla al Mérito Universidad Veracruzana a José Sarukhán Kermez, Gonzalo Halffter Salas y Arturo Gómez Pompa, científicos de proyección internacional y especialistas en ecología y desarrollo sustentable, tema central del festejo editorial. La FILU comenzó a crecer más y, en sus diez días de duración, vivió jornadas intermitentes de conferencias, presentaciones de libros, actividades artísticas, talleres diversos para público de todas edades y, por supuesto, la exposición del material bibliográfico de las editoriales participantes. Además, para ampliar los beneficios de la FILU a otras zonas universitarias, se instauró una subsede en la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información de Boca del Río y en ella se realizó el evento que tuvo una aceptación que superó las expectativas.

Al año siguiente, en 2003, la Feria se llevó a cabo simultáneamente en las sedes de Xalapa y Veracruz-Boca del Río. El tema central de esta edición fue La comunicación de cara al siglo XXI. Bajo esta temática participaron 79 personalidades de muy diversas tendencias y corrientes de pensamiento, las que dieron un panorama completo de la comunicación en los albores del siglo XXI. Los personajes notables que recibieron en esa ocasión la Medalla al Mérito Universidad Veracruzana fueron Juan Luis Cebrián, de España, y Pablo Latapí y Carlos Monsiváis, de México.

En la edición de 2004, en la sede de Xalapa, participaron 385 casas editoriales de México, España, Perú, Argentina, Cuba, Costa Rica, Estados Unidos, Colombia y Venezuela, y tuvo una afluencia de alrededor de 44 mil personas. Se realizaron 180 actividades culturales y artísticas, entre las que destacó el Foro Internacional Alternativa XXI: la distribución social del conocimiento. Se entregó la Medalla al Mérito Universidad Veracruzana a los doctores Anthony W. Bates, de la Universidad de Columbia Británica, Canadá, y Gabriel Ferraté, de la Universidad Abierta de Cataluña, quienes participaron a través del sistema de videoconferencias, mientras que presencialmente lo hicieron Pablo González Casanova, maestro emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México, y Ruy Pérez Tamayo, de El Colegio Nacional.

De igual forma, en la región Veracruz-Boca del Río, la FILU comenzó a crecer y afianzarse también con la participación de 96 editoriales, la asistencia de 30 mil visitantes y la realización de 74 actividades culturales y artísticas. Además, en esta edición, el Premio al Estudiante Universitario dejó de ser un concurso localista y se lanzó la convocatoria en el ámbito nacional; las categorías en las que compitieron en aquella ocasión fueron: "Carlos Fuentes", ensayo; "Sergio Pitol", relato, y "José Emilio Pacheco", poesía.

En 2005, la consolidación de esta fiesta cultural logró que figurara ya entre las cinco principales ferias del libro que se celebran en nuestro país y que se convirtiera en la más importante de la región del Sureste. En efecto, las cifras fueron en aumento: en Xalapa participaron 400 editoriales nacionales y extranjeras; se desarrollaron alrededor de 200 actividades culturales y artísticas, y el foro académico internacional se consolidó junto con el carácter temático de la FILU. En esta ocasión, el contenido central fue Educación, política y democracia, y la Medalla al Mérito Universidad Veracruzana se otorgó a Boaventura de Sousa Santos, de Portugal, y a José Woldenberg y Gilberto Guevara Niebla, de México. Destacaron también las actividades relacionadas con los festejos de las relaciones diplomáticas México-Canadá y el homenaje a Camilo José Cela.

El carácter temático de la FILU la ha llevado a tocar problemas de interés fundamental, como en la edición de 2006, donde el tema a desarrollar fue el Agua, reto planetario en el siglo XXI, nombre que se le dio al foro académico, en cuyo marco recibieron la Medalla al Mérito Universidad Veracruzana Pedro Arrojo Agudo, de España, y Blanca Jiménez Cisneros y Rolando Springall, de México. Esta ocasión sirvió también para homenajear al escritor Sergio Pitol, quien en ese año recibió el Premio Cervantes, considerado como el galardón más importante de la literatura después del Premio Nobel. Para ello, se dieron cita grandes escritores como Margo Glantz, Enrique Vila-Matas, Juan Villoro, Ernesto Cardenal, Eugenio Montejo y Eraclio Zepeda.

Cabe destacar que también en 2006, con el fin de contar con un mejor espacio, hubo un cambio de sede y la FILU se realizó en el Museo del Transporte y Exposiciones de Xalapa, donde asistieron, en el desborde de las expectativas, casi 100 mil personas.

13 años de promover el libro universitario
A lo largo de 13 años, la FILU ha sido el fruto del esfuerzo de la Universidad Veracruzana y de la suma de instituciones estatales y nacionales para promover la producción y venta de los libros y fomentar la cultura y la lectura. Gracias a ello, se han congregado los más destacados sellos editoriales de las instituciones de educación superior, junto con las más importantes editoras privadas.
Las 25 editoriales nacionales que participaron en la primera Feria en el Centro Recreativo Xalapeño son parte de la historia; ahora podemos contar en cada edición con la asistencia de más de 400 casas editoriales, nacionales y extranjeras, y una amplia gama de actividades que se desarrollan con personalidades importantes de la academia, el arte y la cultura, tanto en la sede de Xalapa como en la de Veracruz-Boca del Río.

Nuestra casa de estudios tiene entre sus misiones ofrecer los beneficios de la educación y la cultura nacional y universal a todos los sectores de la sociedad, a través de una permanente creación y difusión de la cultura, que es parte de su identidad institucional y que, junto con su amplia oferta académica, la ubican dentro de las mejores cinco universidades públicas del país. Los caminos unen ahora a la FILU con los 50 años de la Editorial de la UV, convergencia afortunada que crea el basamento de una apuesta permanente por el pensamiento, la imaginación, la creación, exaltando al vehículo por excelencia
del conocimiento: el libro.

1. Editor de la Editorial de la Universidad Veracruzana.


En 2006, la Feria del Libro sirvió de marco para homenajear al escritor Sergio Pitol, quien en ese año recibió el Premio Cervantes.
(Foto: César Pisil)

En cada edición aumenta el número de editoriales que participan en la FILU; también la cantidad de actividades y asistentes.
(Foto:Luis Fernando Fernández)