La
El Tercer Seminario y Encuentro Internacional de Jazz fue no sólo
la conmemoración del trigésimo quinto aniversario de
la presencia del jazz en la Universidad Veracruzana, sino también
el reconocimiento a los pioneros que impulsaron esta expresión
artística en Xalapa, como Guillermo Cuevas, pianista y pedagogo
fundador del grupo Orbis Tertius, quien, según Arturo White,
director ejecutivo de la Fundación de la UV, "es uno de
los gestores del jazz universitario, mismo que en colaboración
con el maestro Taumbu inició desde hace décadas un trabajo
de promoción que ahora ha rendido frutos excelentes",
Distinciones similares se manifestaron a favor de Alejandro Corona,
Alain Derbez y Darío Hernández; y mención a los
músicos que participaron en el encuentro internacional, como
Mark Levine, Peter Barshay, Michael Spiro, Paul van Wageningen, Taumbu,
Víctor Mendoza, Alon Yavnai, Fernando Huergo y John Odgren,
entre otros.
La presencia de las firmas comerciales permitió complementar
de mejor forma las actividades de promoción, por lo que White
manifestó que el apoyo desinteresado de los patrocinadores
fue una manifestación de confianza en la UV por parte de la
iniciativa privada: Yamaha, Casa Veerkamp, Grupo Avanradio, La Estancia
de los Tecajetes, La Churrería del Recuerdo, Evans, Zildjian,
Osborne, la Asociación de Hoteles y Moteles de Xalapa, TAMSA,
MBK Estudios, Dos más Uno Sonido Estéreo, revista Músico
Pro y la embajada de los Estados Unidos en México.
Felicidad Góngora, subdirectora de Divulgación Artística
y elemento fundamental en la organización y coordinación,
calificó el evento como todo un éxito. "El curso
estuvo vendido totalmente desde el inicio, con una asistencia de 150
alumnos, muchos de ellos procedentes de los estados de la República,
desde Baja California hasta Yucatán. Desgraciadamente tuvimos
que rechazar a una enorme cantidad de aspirantes por las limitaciones
de los espacios en la Facultad de Música".
Sobre la participación de los docentes comentó que además
de los que llegaron del Berklee College of Music de Boston, también
asistieron maestros de Nueva York y Los Ángeles, quienes sumaron
un total de 12 profesores. "Buscamos consolidar este proyecto
con la participación de las universidades de California, Nueva
Orleáns y Florida, además del Berklee College, para
convertirlo en un seminario que nos permita abarcar más actividades
y, desde luego, recibir un mayor número de estudiantes. No
es descabellado suponer que Xalapa pueda convertirse en una de las
sedes del Jazz Festival de Nueva Orleáns".
Javier Flores Mávil, por un tiempo integrante del cuerpo docente
en el Berklee College of Music de Boston y director del evento, manifestó
su satisfacción por los resultados. "La evidencia del
éxito del seminario fue la participación y la respuesta
de la gente. La Facultad de Música estuvo ocupada en su totalidad
y la calidad de los alumnos que llegaron procedentes de todo el país
es excelente. Sin duda, los resultados superaron las expectativas
que yo había generado. Por otra parte, las autoridades universitarias,
la fundación y los patrocinadores han podido constatar los
buenos resultados del evento. Esto no sólo puede motivar el
apoyo a siguientes ediciones, sino también a desarrollar más
opciones y alternativas en los programas de educación musical".
Los resultados del encuentro de jazz también despertaron el
entusiasmo de Taumbu, quien ha pensado seriamente convertirse en vínculo
para el intercambio entre músicos xalapeños y colegas
de Los Ángeles. No fue menor la respuesta de Antonio Sánchez
-baterista del DF que ahora raya alturas artísticas de verdad
insospechadas en Nueva York-, el cual manifestó su satisfacción
de haber trabajado en Xalapa: "Esta ciudad lo tiene todo, un
clima agradable, una buena universidad, una excelente Facultad de
Música, talento por montañas y la atmósfera que
propicia el desarrollo de la creatividad
los xalapeños
son, de verdad, afortunados."
Juan Pablo Mantilla, saxofonista de Cali, Colombia, radicado en Nueva
York, manifestó una opinión semejante: "Estos encuentros
ayudan a que nuestros países crezcan y se identifiquen entre
sí de mejor forma. Me llama mucho la atención que Xalapa,
siendo una ciudad relativamente pequeña, registre este sorprendente
nivel cultural. Cali, mi ciudad, es el doble de grande y no creo que
cuente ni con la mitad de lo que he encontrado aquí".
La participación, la calidad y el entusiasmo registrados en
este encuentro realizado del 10 al 18 de agosto y organizado por la
Universidad Veracruzana, a través de la Dirección de
Divulgación Artística y la Fundación de la UV,
motivarán, con certeza, la planeación de nuevas ediciones
en las que pueda participar un mayor numero de asistentes de diferentes
procedencias.
Son
jarocho y jazz latino mezclan sus raíces
La combinación de jazz latino con son jarocho, experimento
musical inaudito -remitiéndonos al significado intrínseco
de esta palabra, que se refiere a lo nunca antes oído-, marcó
la jornada del viernes 16 de agosto en la que se escuchó,
en la sala grande del Teatro del Estado, el primero de los tres
conciertos con que culminó el Encuentro de Jazz.
El inicio de la audición deparó una sorpresa, la actuación
de Jorge Mabarak y su grupo, acompañados de una bailaora.
Sin embargo, la nota dominante fue la participación del grupo
Son de madera que, con requinto, jarana, bajo, quijada de burro
y dos bailarinas estrenó una obra, junto con la agrupación
que encabeza el poderoso vibrafonista chihuahuense Víctor
Mendoza.
Este maestro de celebridad internacional, profesor en el Berklee
College of Music de Boston y generador de una elogiable serie de
realizaciones fonográficas, hizo escuchar por vez primera
una pieza suya denominada precisamente Xalapa, en la que decidió
incluir el arte musical de Son de madera. La pieza fue recibida
con beneplácito y marcó la reaparición de Javier
Flores Mávil como intérprete en la flauta. Tras un
inicio en que las formas propias de la música afrolatina
se hicieron presentes, los percusionistas Antonio Sánchez
y Armando Montiel marcaron un cambio de tempo, para pasar a un ritmo
más acelerado y dar paso al zapateado de las bailarinas.
Después de las interpretaciones del grupo de Mendoza -integrado
por el pianista israelí Alon Yavnai, el bajista argentino
Fernando Huergo, el saxofonista norteamericano Jim Odgren y los
percusionistas de la Ciudad de México Antonio Sánchez
y Armando Montiel- y del conjunto Son de madera, que dirige Ramón
Gutiérrez, Víctor Mendoza expresó que nunca
antes había intentado algo parecido, a pesar de que tiende
a experimentar con la música que de muchas formas le entusiasma.
El bolero es cultivado por él, de modo que consideró
como un viraje por completo natural en su carrera que el son jarocho
pase a formar parte de su repertorio.
La sesión también contó con la presencia del
pianista Mark Levine y The Latin Tinge, así como de la Big
Band que integró en Xalapa el profesor venezolano Bernardo
Hernández, con instrumentistas de Estados Unidos, Puerto
Rico, Colombia, Venezuela, Argentina, Distrito Federal y, desde
luego, Xalapa.
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