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El
Premio Nobel de Química visitó la UV
A mediados de este siglo, la Tierra
recuperará la capa de ozono: Molina
Carolina
Cruz
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Boca
del Río, Ver. El científico mexicano Mario Molina Henríquez,
Premio Nobel de Química en 1995, visitó el 19 de agosto
las instalaciones de la Universidad Veracruzana en esta ciudad. Durante
su estancia conversó con los directores de distintas facultades,
quienes le expusieron los proyectos de investigación y de trabajo
que llevan a cabo, y conoció la Unidad de Servicios Bibliotecarios
y de Información (USBI), donde habló ante la comunidad
universitaria sobre sus trabajos de preservación del medio
ambiente.
Al recibir la medalla conmemorativa del 50 aniversario de la UV, otorgada
como un presente por parte de sus autoridades, el estudioso de la
capa de ozono afirmó que uno de los papeles que deben desarrollar
las universidades es "fomentar una conciencia mucho más
clara de lo importante que es proteger el medio ambiente, y de lo
que significa trabajar en equipo para lograrlo". Posteriormente,
Molina recorrió la USBI -donde elogió sus instalaciones-
y dejó autografiado uno de sus libros acerca del impacto ambiental
en la Ciudad de México.
El ganador del Premio Nobel por su trabajo sobre la presencia de ciertos
compuestos de origen industrial, como los clorofluorcarbonados en
la atmósfera, cuya densidad provoca la alteración de
la composición química y repercute gravemente en la
capa de ozono, dijo que "a mediados del siglo XXI se recuperará
definitivamente la capa de ozono estratosférico que envuelve
a la Tierra, misma que en las últimas décadas estaba
desapareciendo por emisiones de compuestos industriales".
Los clorofluorcarbonados, expresó, son utilizados como refrigerantes
para aire acondicionado y refrigeradores, también en aerosoles,
espumas o disolventes. "Como resultado de la investigación
que hicimos, hubo un acuerdo internacional para reducir la producción
de estos compuestos en los países industrializados, aunque
se siguen elaborando en cantidades menores y por un tiempo limitado".
Atribuyó la disminución de estos compuestos químicos
a las medidas adoptadas en el Protocolo de Montreal, suscrito en 1987,
y a los protocolos de Londres (1990) y Copenhague (1992), que han
aumentado aún más las restricciones de su uso. Dijo
que si bien se seguirán utilizando hasta la primera década
de este siglo, "ya vemos con claridad que las cantidades han
empezado a disminuir".
Pese a las resistencias de la industria, la aportación del
Premio Nobel logró que estas sustancias fueran sustituidas
por otras menos dañinas, como los hidrocarburos. "En refrigeración
hay compuestos químicos parecidos, pero diseñados para
que no sean tan estables y no lleguen a la estratosfera, inclusive
algunos de ellos ya no contienen cloro".
Para el doctor en Fisicoquímica por la Universidad de California,
el daño al planeta es un problema serio que la sociedad tiene
que enfrentar: "Somos aproximadamente 6 000 millones de habitantes
y tenemos que cambiar nuestra manera de funcionar para que los desperdicios
de nuestras actividades no sigan deteriorando el ambiente. Ahora,
por desgracia, sólo tenemos científicamente comprobado
el caso de los fluoroclorometanos, pero no hay certidumbre científica
sobre lo que podría pasar por el cambio climático. Es
un problema muy serio que nos preocupa, pero la falta de evidencia
científica no es excusa para no tomar acciones".
El hombre, añadió, está cambiando la superficie
del planeta con la quema de bosques y otras acciones, sobre todo en
sistemas ecológicos muy vulnerables, cuyos recursos podrían
desaparecer si los habitantes no colaboran para proteger el medio
ambiente. Sin embargo, afortunadamente las nuevas generaciones están
creciendo con una conciencia ecológica más responsable.
Actualmente, Mario Molina se dedica tanto al estudio de las partículas
finas que se desprenden de la quema de combustibles fósiles,
las cuales también pueden modificar el clima junto con los
gases invernadero, como al estudio del aire en el Valle de México,
donde los contaminantes representan un serio problema de salud pública.
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