En
México ha sido escenario de una sólida tradición
de cerámica utilitaria: nuestros alfareros han trabajado
y experimentado las técnicas más variadas y los
más diversos materiales; han dado forma a diseños
convencionales y de vanguardia. El resultado es evidente: vivimos
en un país en el que se produce gran cantidad de estilos
en piezas de cerámica utilitaria, que evolucionan y se
multiplican con el tiempo.
Dada nuestra vocación de promotores de la cultura, no podemos
permanecer ajenos a los cambios que experimentan las distintas
manifestaciones creativas y en este caso la cerámica. Pero
nuestra labor no debe limitarse a dar cuenta de ejemplares excepcionales,
o de sitios de manufactura con especial calidad.
Nos
interesa convertirnos en impulsores de la creación de piezas
relevantes y de la consolidación de puntos de producción.
Para ello, hemos organizado esta Primera Bienal de Cerámica
Utilitaria, Museo Franz Mayer, enfocada a estimular el diseño
contemporáneo de primer nivel en los objetos de cerámica
y a fortalecer el desarrollo de una cultura en este ramo en el
México actual.
Hace seis años, la ciudad de Monterrey fue escenario de
un esfuerzo similar. Este antecedente, junto con otros acontecimientos
que han girado en torno a la cerámica, dio pie a que la
respuesta a la actual convocatoria fuera tan amplia. En esta ocasión,
se recibieron
517 piezas creadas de manera individual o colectiva, por 200 participantes,
provenientes de los estados de Aguascalientes, Distrito Federal,
Chiapas, Durango, México, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco,
Michoacán, Morelos, Nuevo León, Oaxaca, Puebla,
San Luis Potosi, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas. De este conjunto,
se seleccionaron 72 objetos de 53 autores, para escoger tres ejemplares
ganadores en la categoría de piezas únicas y tres
en la de piezas para producción en serie.
Los objetos participantes son tan variados como lo ha sido nuestra
tradición. Oscilan desde aquellos ejemplares creados con
una clara influencia artesanal, que poseen el valor de lo irrepetible,
hasta los más sofisticados productos del desarrollo industrial.
Los premios fueron designados por un jurado de expertos en la
producción de cerámica y el diseño contemporáneo,
integrado por Carmen Cordera, Javier del Cueto, Alberto Díaz
de Cossío, Wakana Higuchi y Gustavo Pérez, cuya
labor queremos agradecer.
Una convocatoria de esta naturaleza resulta útil para los
museos también porque nos presenta un panorama de la situación
actual del trabajo en barro. De las 33 entidades de la república,
recibimos piezas de 17. Algunas de éstas fueron creadas
en regiones que poseen una larga historia de piezas de cerámica
utilitaria de primera calidad, pero hay otras cuya producción
con tan altos estándares es relativamente nueva. Esto nos
habla de un interés creciente por este material y de una
tradición que no sólo sigue viva, sino que se reinventa
constantemente.
También descubrimos otros datos interesantes: el 59 por
ciento de los participantes son mujeres, el 40 por ciento hombres
y el 1 por ciento restante de las piezas fueron creadas en talleres
especializados. Indudablemente, estas cifras, confrontadas con
las piezas, nos ofrecen una lectura novedosa del mundo de la creación
de cerámica utilitaria en México.
Esta muestra de una valiosa faceta del quehacer contemporáneo
de nuestro país será expuesta en varios puntos de
la república: en el Distrito Federal será presentada
en el Museo Franz Mayer, organizador de esta Bienal; más
adelante podrá ser visitada en el Museo de Historia Mexicana
en Monterrey, en el Museo Amparo en Puebla, en el Centro Cultural
Santo Domingo en Oaxaca y en el Instituto Cultural Cabañas
en Guadalajara. Esperamos que el público de tan importantes
sedes descubra tanto como lo hicimos los organizadores
los rostros siempre sorprendentes en los que se funden, hoy por
hoy, la tradición artesanal, el diseño contemporáneo
y la cerámica utilitaria.
Sin duda, la respuesta de los ceramistas, así como la participación
de los museos en este proyecto permiten pensar que esta Bienal
de Cerámica Utilitaria tiene un futuro promisorio.
*Texto incluido en el catálogo Primera Bienal de Cerámica
Utilitaria, Museo Franz Mayer, México, 2003.