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Dentro
del programa Arte para Universitarios
Presentaron la obra El loco
amor viene, de Ibargüengoitia
Gina
Sotelo
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Como
parte del programa Arte para Universitarios, la Organización
Teatral de la uv (Orteuv) presentó el 25 de marzo, ante estudiantes
de la Facultad de Arquitectura, la obra El loco amor viene, de Jorge
Ibargüengoitia.
Durante casi una hora, los jóvenes universitarios se divirtieron
con el humor cáustico de Ibargüengoitia (llamado gran
economista de la palabra), que llevaron a escena Ania Yarasech
en el papel de María, la mujer de alcoba que pasa de ser respetable
a mortífera conforme se desarrolla el triángulo amoroso;
Francisco Cházaro como Pedro, el gigante destripador y amante
del jabalí alcaparrado, y Marco Rojas, quien representó
al héroe Juan, quien hasta sería capaz de trabajar
por su amada.
El loco amor viene es una comedia pasional de sucesos inusitados y
olor a cebolla. Narra la historia de una esposa cristiana que es seducida
por un hombre de buen corazón, quien desea pagar una manda
por un favor que ya no recuerda. En esta fábula con antimo-raleja
se oyen frases filosóficas y personales que llegan siempre
a la misma conclusión: el adulterio resulta, sin duda, el más
dulce de los pecados.
Por otra parte, la obra toca las fibras más delicadas del ser,
pues desarrolla un tema con tintes de tragicomedia relacionado con
el amor, con la esencia de los seres humanos y con la correspondencia
que existe entre una mujer y un hombre
Para Miriam Cházaro, directora del montaje, las presentaciones
que ha realizado la compañía de teatro de la uv dentro
del programa Arte para Universitarios tienen como objetivo llevar
este género a la comunidad universitaria. A veces los
estudiantes no van al teatro, pero si lo llevamos a sus facultades
es más fácil que adquieran gusto.
Jorge Ibargüengoitia nació en 1928 y murió en un
accidente aéreo cuando se dirigía a Bogotá en
1983 para asistir al Primer Encuentro Hispanoamericano de Cultura.
Escribió novela, cuento, teatro, artículos periodísticos
y relatos infantiles; además fue becario del Centro Mexicano
de Escritores y de las fundaciones Rockefeller, Fairfield y Guggenheim.
Sus obras El atentado (1963) y Los relámpagos de agosto (1964)
lo hicieron merecedor al Premio Casa de las Américas. |
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