Marzo 2003, Nueva época No. 63 Xalapa • Veracruz • México
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En la USBI-Mocambo firmó ejemplares de su novela La silla del águila
Soy de una ceiba muy profunda y de ramas muy fuertes que hunde sus raíces en Veracruz: Carlos Fuentes

Álvaro Belin y Edgar Onofre

El lazo que me estrecha con Veracruz “hace sentirme parte de ustedes, su hermano, su conciudadano…”, señaló el escritor durante su visita al Museo de Antropología de Xalapa, donde fue recibido por el rector Víctor Arredondo.
Xalapa, Ver.- Aún antes de nacer, el árbol genealógico de Carlos Fuentes ya había incrustado sus raíces en Veracruz. Su bisabuelo desembarcó en el puerto de Veracruz procedente de Canarias, su abuelo vivió en esta ciudad, donde se desempeñó como director del Banco Nacional de México, y aquí su padre tuvo su primera instrucción, fue alumno del poeta Salvador Díaz Mirón y estudiante de Leyes en la Universidad Veracruzana. Fue en la hacienda de La Orduña (cerca de Xalapa) donde “me concibieron mis padres”, confesaría cuando le recordamos el hermoso pasaje incluido en su libro Los años con
En los jardines del museo, donde el rector le dio la bienvenida, Carlos Fuentes reiteró el afecto que le tiene a Veracruz y a su máxima casa de estudios. (Foto: Luis Fernando Fernández)
Laura Díaz, “y nueve meses más tarde, nací”.
Jarocho por convicción y por adopción, su presencia permanecerá en Veracruz aún después de dejar la hermosa vida: su biblioteca personal formará parte del acervo de la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (usbi) de la uv en Xalapa, en una fecha que espera “sea muy lejana todavía”.
El lazo que ha estrechado a Fuentes y a Veracruz es, pues, un vínculo que “hace sentirme parte de ustedes, su hermano, su conciudadano…”, como expresó emocionado durante su visita al Museo de Antropología de Xalapa, donde fue recibido por el rector Víctor Arredondo y por varios universitarios.
Durante ese encuentro, tan significativo como aquel de octubre de 2000 en que la uv le otorgó al autor de Terra Nostra el doctorado Honoris Causa, Fuentes recorrió las fechas y los nombres de su bitácora personal para destacar los hechos que lo han acercado a esta parte de territorio que mira al Golfo de México. “Regresar a esta ciudad es, en cierto modo, regresar a mi tierra natal”.
Acompañado por su esposa, la periodista Silvia Lemus, y por Basilio Baltasar, quien dirigió la editorial Seix-Barral de Barcelona, Fuentes ponderó la vida cultural que bulle en la ciudad de Xalapa, en gran parte impulsada y sustentada por la
Un recorrido meticuloso por las salas del Museo de Antropología de Xalapa permitió a Fuentes reconocer el esplendor de nuestras culturas antiguas. (Foto: Luis Fernando Fernández)
Universidad Veracruzana, institución que promueve a destacadas agrupaciones como la Orquesta Sinfónica de Xalapa (max), el Coro de la uv y el Ballet Folclórico, entre otros, y que cuenta con importantes recintos como el Museo de Antropología y las Unidades de Servicios Bibliotecarios y de Información.
“De aquellos comienzos de siglo que he rememorado, llegamos a una de las más bellas universidades de la república (que cuenta) con un campus maravilloso, un conjunto de profesores de primer rango y una editorial universitaria que tiene el privilegio de haber sido la editora original de Gabriel García Márquez”, expresó Fuentes frente a una majestuosa cabeza olmeca que se exhibe permanentemente en el max. “Estar con ustedes hoy, ser huéspedes de nuestros viejos amigos… estar en este espléndido espacio, es un regalo, una recompensa, pero también un deber para mantener esa continuidad, para mantener esa creatividad de la cual depende la vida cultural”.

Carlos Fuentes recorrió, con meticulosidad y asombro, junto con Arredondo y Rubén Morante, director del max, las salas de este recinto, en las que pasó la mayor parte de la tarde observando y elogiando la enorme riqueza de su acervo arqueológico.

El encuentro con los veracruzanos
Quien piense que la política –y en especial la que se practica en el país– está llena de intrincados laberintos, errará. Y el yerro estriba en que ni por asomo se acercará a todo el catálogo de bajezas, traiciones, dobles discursos, asesinatos y un largo etcétera que conforman el “límpido” espectro de los asuntos públicos. Solamente un narrador dotado con un poderoso instrumental literario podía acercarse a estos meandros sin quedar atrapado.
Estructurada en forma de cartas, Fuentes sitúa su novela La silla del águila en México, en el año de 2020. Excepto por uno o dos detalles, el país sigue siendo el mismo: hay una enorme dependencia frente a Estados Unidos, la corrupción de algunos funcionarios llega a niveles insospechados,

Con su esposa Silvia Lemus, el autor de Aura recorrió el Campus para la Cultura, las Artes y el Deporte de la uv. Al fondo, la usbi, en cuyo recinto se conservará en el futuro su biblioteca personal. (Foto: Luis Fernando Fernández)

hay huelgas de obreros, marchas de estudiantes, masacres de campesinos…
Las misivas que escriben los personajes de esta narración van desentrañando los misterios y las pasiones soterradas de los prohombres que tienen en sus manos el destino de la nación. Pero además de estas claves para tratar de elucidar la basta geografía política, Fuentes logra que su texto se lea como una novela de intriga donde los secretos de cada uno de estos personajes se van mostrando poco a poco.
Cada integrante de esta radiografía del poder hará lo que sea para encaramarse y mantenerse en la cima de la omnipotencia: “La fortuna política es un largo orgasmo, querido. El éxito tiene que ser mediato y lento en llegar parar ser duradero. Un largo orgasmo, querido”, sentencia un personaje de la novela.
Imposible quedar indiferente ante esta obra de Carlos Fuentes, pues hace la gran novela sobre la política mexicana, sobre los políticos mexicanos, pero sobre todo hace la gran narración que se asoma a los abismos de nuestros monstruos, por lo que ésta resulta un epistolario de la podredumbre humana.
Como parte de la promoción de esta nueva entrega del escritor Carlos Fuentes, la Universidad Veracruzana y la editorial Alfaguara organizaron la visita del intelectual mexicano al puerto de Veracruz, donde un numeroso público se congregó en el vestíbulo de la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información de la uv, campus Mo-cambo, para conocerlo, saludarlo y llevar bajo el brazo ejemplares de su última novela, La Silla del Águila, los cuales fueron dedicados y firmados de su puño y letra.
Recibido con un fuerte aplauso, Fuentes llegó acompañado por el rector Víctor Arredondo, quien al presentarlo resaltó su carácter universal y el orgullo de la comunidad universitaria por tenerlo como parte de su claustro académico desde octubre de 2000, cuando –por decisión del Consejo Universitario– se le otorgó la máxima distinción de la casa de estudios, el doctorado Honoris Causa. El inicio –a unas cuantas cuadras de donde se realizó el encuentro– del primer desfile del Carnaval de Veracruz, no hizo mella en la asistencia de más de 500 seguidores de Fuentes que se congregaron en el vestíbulo principal de la usbi.
En este encuentro con los vera-cruzanos, el autor de Las buenas conciencias destacó una vez más tanto el afecto que tiene por nuestro estado como los lazos que lo unen a él: “Soy de una ceiba muy profunda y de ramas muy fuertes que hunde sus raíces en Veracruz. Me siento realmente parte de ustedes, parte de este puerto, cuyo significado, aparte de cualquier consideración biográfica o autobiográ-fica, todos sabemos, es enorme. México tiene una puerta de entrada, un arco triunfal para ingresar al país y se llama Veracruz”.
El ganador de los más importantes galardones literarios de nuestro país, además de prestigiados premios internacionales como el Príncipe de Asturias y el Premio Cervantes, se refirió a la visita que realizó un día antes al Museo de Antropología de Xalapa, cuyo importante acervo se debe dar a conocer –según Fuentes– en Europa, específicamente en España, bajo el nombre Veracruz, origen de América, ya que este estado es el origen del hombre americano, del arte, de la imaginación y de la cultura de nuestro continente.
“Por aquí han entrado invasores y benefactores. Veracruz se ha formado con la enorme aportación de inmi-grantes, del mestizaje con nuestras razas aborígenes: es casi un símbolo, un emblema de nuestra patria y, como tal, como símbolo, como emblema, creo que a todos nos corresponde querer a Veracruz y protegerlo”.
Emocionado por la calidez y la agudeza intelectual de Carlos Fuentes, el público tuvo la oportunidad de reiterar el respeto y la admiración que siente por él, además de llevarse consigo y entre las páginas de sus libros la firma del autor de Aura, cuya creatividad prolija lo ha hecho ser el gran escritor universal y lo ha llevado a publicar en menos de un año su autobiografía En esto creo, bajo el peculiar formato de un diccionario, que recopila las palabras claves que han sido hilo conductor en el devenir de su existencia.