Esta idea surgió durante el III Congreso Internacional de Infraestructura,
organizado en noviembre por el Comité Administrador del Programa
Federal de Construcción de Escuelas (CAPFCE) en Puerto Vallarta,
Jalisco, luego de escuchar la ponencia sobre nuevos espacios educativos
–ofrecida por Ehrenzweig y por el director de la UV Virtual,
Ricardo Mercado del Collado–, considerada la mejor de entre
las presentadas por casi 70 por ciento de las universidades mexicanas
y organismos de Inglaterra, Francia, Australia e Italia, según
la apreciación de Rodolfo Almeida, representante de la unesco,
y de Isabel Etienne, del Programa de Edificios Educativos de la Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Ehrenzweig dijo que, hacia el final del encuentro, la ocde seleccionó
a la UV como la institución con el mejor proyecto educativo
innovador, por lo que en breve formulará una invitación
a la UV para exponer el tema en un congreso internacional que se realizará
en California, Estados Unidos, en 2005.
La noción de espacios educativos multiusos y flexibles que
dieron lugar a las USBI, dijo, fue considerada no sólo la más
vanguardista. Representantes de la unesco afirmaron que se había
adelantado varios años al resto de las nociones de crecimiento
de la planta física universitaria, al menos en el país,
por lo que solicitaron autorización para mostrar en Europa
la manera en que la UV ha entendido las necesidades de la educación
superior y los esquemas de educación.
El directivo universitario resaltó que, para la realización
de sus proyectos, la UV no ha contratado los servicios de alguna firma
de arquitectos. Tanto las USBI como el resto de las edificaciones
recientes (como la Facultad de Ciencias Administrativas y Sociales,
FCAS) han sido diseñadas y desarrolladas por un equipo de trabajo
completamente local.
Las USBI funden conceptos arquitectònicos y educativos
El proyecto que ha dado lugar a las USBI parte de “un enfoque
de espacios educativos multiusos, muy innovador, vanguardista, que
no fue presentado simplemente como un proyecto arquitectónico,
pues lo más importante es para lo que sirven, las ideas en
las que se fundamenta y los principios de las que parte”, explicó
Ehrenzweig.
Comentó que los observadores internacionales llevaron modelos
y maquetas de espacios educativos pero todavía en proyecto,
mientras que la UV fue la única que presentó proyectos
terminados y mostró su coincidencia con las tendencias internacionales
de la educación, las cuales buscan una mayor flexibilidad de
los espacios educativos y no la rigidez estructural de aulas que encierra
por muchas horas a los alumnos.
“Las USBI parten de lineamientos internacionales: la unesco
determinó que la educación debe ayudar a aprender a
conocer, a ser, a hacer y a convivir. El Plan Nacional de Educación
en México exige cobertura, calidad y gestión, mientras
que la OCDE determina como perfiles del trabajador del conocimiento
el trabajo en equipo, el logro de metas, el liderazgo, la habilidad
para aprender, la solución de problemas, la comunicación
oral y escrita, la alfabetización tecnológica y el inglés.
Bajo esos lineamientos la UV cambia su paradigma educativo y plantea
cómo crear nuevos modelos curriculares, nuevas actitudes y
promueve el uso de tecnologías y una nueva concepción
de la infraestructura, planta física y tecnológica”,
expresó.
De esta manera, las bibliotecas universitarias y el resto de sus instalaciones
tratan de constituirse como la respuesta física a las nuevas
necesidades de la enseñanza, además de fungir como espacios
donde los alumnos pueden hacer sus investigaciones y trabajos, pero
en un esquema de autoaprendizaje que requiere de espacios amplios
y flexibles, dotados de toda la tecnología, aseguró
el director de Proyectos y Construcciones. “Hay en las USBI
una mezcla del libro con el cómputo que ayuda a toda la comunidad
a penetrar en este nuevo modelo. Estos espacios ofrecen el aprendizaje
de idiomas a través de los centros de auto acceso, y las salas
de videoconferencias permiten una experiencia de comunicación
estrecha entre las regiones universitarias”.
A esas áreas hay que sumar los espacios, a manera de vestíbulos,
en los que se realizan actividades culturales, recreativas o institucionales,
pues son multifacéticos. “Alguien podría decir
que los edificios de las USBI son demasiado grandes, pero con el paso
del tiempo han demostrado que tienen justo el tamaño necesario
para sacar de las aulas a los alumnos y llevarlos hacia esquemas de
autoaprendizaje”. Constituyen
obligados referentes de la arquitectura educativa
A pesar de que hay buenos intentos de la arquitectura educativa
en el país por interpretar las necesidades contemporáneas
de educación, Ehrenzweig aseguró que la UV sigue siendo
el referente obligado en esta materia para el ámbito nacional.
Durante poco más de 50 años, el CAPFCE promovió
esquemas de diseño rígidos a partir de patrones homogéneos
para la cobertura educativa masiva, que respondían a las
necesidades de su época, y que solicitaba la construcción
de múltiples espacios para la enseñanza, mismos que
perduraron como la pauta a seguir. “De seis años a
la fecha, las universidades tienen la libertad de resolver sus problemas
de espacios educativos bajo sus propias normas, pero da la impresión
–según lo que cada una de ellas expone durante este
tipo de congresos– que muchas de ellas han liberado una parte
del diseño, pero el concepto educativo ha prevalecido y no
tienen la visión de sacar de las aulas a los alumnos y llevarlos
al autoaprendizaje.
“Ciertamente hay buenas interpretaciones arquitectónicas
de los edificios, “pero el modelo sigue siendo el tradicional
y es evidente que la uv ha dado un salto muy grande para ser referente
nacional en cuanto a la forma de educar”.
En la historia de las universidades, el enfoque de un campus meramente
académico estuvo determinado posiblemente por las dificultades
inherentes al presupuesto y el olvido de las nociones extracurriculares,
por lo que la atención estuvo centrada en la construcción
de edificios y los ambientes exteriores fueron dejados de lado.
“Ahora todo mundo se da cuenta de que no sólo se aprende
en las aulas, sino que también hay que vivir y disfrutar
la posibilidad de estar en los campi universitarios, por lo que
debemos hacerlos amables, de manera en que atraigan a la comunidad
estudiantil para dar un ejemplo de cómo debemos convivir”,
reconoció Ehrenzweig.
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