Para apoyar a productores de café, frutales
y caña de azúcar que enfrentan graves problemas económicos
ante los bajos precios de sus productos en el mercado y la incidencia
cada vez mayor de plagas y enfermedades, la Universidad Veracruzana
iniciará en el municipio de Cosautlán de Carvajal
un plan piloto para establecer huertos familiares que produzcan
vainilla que, además de tener un alto valor comercial en
los mercados nacional e internacional –pues es uno de los
sabores más populares del mundo, valioso para la industria
farmacéutica y cosmética–, evita la erosión
y permite la conservación de la cobertura vegetal que brinda
nutrientes a los cultivos, gracias a la protección que reciben
suelo y agua.
En la comunidad de Vaquería, el Centro de Investigaciones
Tropicales (Citro) buscará con este proyecto la
generación de empleos y microempresas entre los pequeños
productores cafetaleros y cañeros; con ello, buscará
arraigarlos en sus lugares de origen evitando la emigración.
El investigador José María Ramos Prado, gracias al
financiamiento del Programa de Mejoramiento al Profesorado (Promep),
liderará un equipo de trabajo que será integrado por
estudiantes de la uv, investigadores y lugareños, en este
esfuerzo por vincular la investigación y la capacitación
a diversos niveles.
El plan de trabajo se desarrollará a través de un
proceso de investigación y transferencia tecnológica,
para ofrecer a los productores de Vaquería los conocimientos
en el manejo del material genético, el sustrato de crecimiento,
el tipo de riego, la utilización de tutores artificiales
y el manejo integral de plagas.
A lo largo de un año, se sembrarán y reproducirán
pequeños tallos (técnicamente llamados esquejes) de
vainilla de excelente calidad para cada huerta familiar, y se establecerán
alrededor de ésta especies forestales y/o frutales de importancia
ecológica para dar sombra en el futuro y que sean de la región.
El proyecto también considera la capacitación y asesoría
de los grupos familiares de productores involucrados, que incluyen
temas como la comercialización, las prácticas culturales
(restauración ecológica) y el manejo integral de la
vainilla (reproducción de esquejes y polinización).
Aunado a este proceso, se involucrará investigación
aplicada y experimental para profundizar aspectos de su comportamiento
bajo diferentes sistemas de producción y, al mismo tiempo,
rescatar y ahondar en el conocimiento tradicional de este cultivo.
Estos huertos de traspatio en la comunidad de Vaquería serán
ejemplo de diversificación productiva, basados en el cultivo
de la vainilla, los cuales podrán repetirse en el mismo lugar
o en otras comunidades. De hecho, el Citro está
considerando la posibilidad de proponer el mismo esquema a comunidades
de Coatepec como La Isleta, Chavarrillo, Tuzamapan y Tepeapulco.
Muchos
problemas, una solución
Para José María Ramos, esta zona es conocida por los
problemas que enfrentan los productores de café, de frutales
y de caña de azúcar ante los bajos precios de sus
productos y la incidencia de plagas y enfermedades, principalmente
la broca del café. El panorama futuro de estos cultivos no
es alentador, por lo que resulta necesario establecer alternativas
productivas viables y sostenibles para los agricultores, sobre todo
para que se pueda mejorar la calidad de vida de los habitantes de
la región sin dejar de ser ambientalmente sensatos.
Recordó que la vainilla es altamente demandada en el mercado
internacional y, después del azafrán, es la segunda
especia más cara que se comercializa; además, la producción
actual de la vainilla beneficiada en nuestro país “apenas
y satisface parte de la demanda nacional” y una cantidad muy
pequeña de la demanda de los Estados Unidos, el principal
importador. La demanda mundial es aún mayor, por lo que existe
un gran potencial para desarrollar este producto, sobre todo para
beneficiar al sector campesino rural y agroindustrial. “De
hecho, para satisfacer la demanda interna de vainilla, se requiere
aumentar la producción nacional al menos unas cinco veces”.
En Veracruz existe un potencial ecológico y humano para lograr
esto y más: “en el estado tenemos al menos 20 000 familias
campesinas marginadas que viven en unas 40 000 hectáreas
que reúnen las condiciones culturales y agro ecológicas
para diversificar sus predios y fincas con cultivos de importancia
económica”.
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