Una variante genética de la betacaseína, proteína
incluida en todas las fórmulas lácteas para bebé,
podría ser la causa de la diabetes mellitas o, por lo menos,
de aumentar el riesgo de padecer esta enfermedad, aseguró
Eryck Silva Hernández, investigador del Instituto de Ciencias
Básicas de la UV.
Esta asociación fue determinada luego de que numerosos estudios
sugirieran una asociación directa entre el consumo de leche
y la diabetes mellitus tipo 1 (llamada insulino dependiente), que
fue el punto de partida para un estudio universitario realizado
en dicho instituto.
Rosa Guadalupe Herrera Lee, química especializada en Nutrición
y Alimentos, decidió investigar cuál era ese compuesto
específico en fórmulas lácteas para bebé
que provocaba o aumentaba el riesgo de padecer este tipo de diabetes,
estudios que realizó con el apoyo de Eryck Silva Hernández,
su asesor. Luego de una larga investigación, Herrera Lee
determinó que la betacaseína definitivamente existe
en todos las fórmulas lácteas para bebé, sin
embargo, falta determinar cuál variante de esa proteína
(pues son muchas) es la que está provocando esa tendencia.
Silva Hernández, candidato a doctor en Alimentos por la Universidad
de Alberta, Canadá, recordó que fue a mediados de
los ochenta cuando se publicó una serie de artículos
científicos que hablaban de esta asociación: «Se
encontró que las personas que tomaban leche tenían
más riesgo de adquirir esta enfermedad y, a partir de ahí,
empezó todo». Entonces surgieron varias interrogantes
sobre si era saludable o no consumir leche. Con el tiempo y los
avances científicos se descubrió que no era ese líquido
en su totalidad, sino una variante específica de una proteína
que tiene la leche: la betacaseína.
La betacaseína tiene diferentes variantes que dependen de
los genes de las vacas y uno de ellos es el que está fuertemente
asociado con la diabetes mellitus tipo 1, un padecimiento muy común
en niños, incluso es llamado diabetes infantil porque aparece
en los primeros años de vida. También se puede asociar
a la falta de alimentación materna en los bebés, pues
normalmente si un niño tiene diabetes mellitus es porque
no recibió leche materna; sin embargo, la afectación
no es sólo por lo que no les dan “sino por lo que sí
les dan, es decir, las fórmulas lácteas artificiales”.
Lo que Guadalupe Herrera intentó determinar es si esta variante
asociada a la diabetes mellitus tipo 1 estaba presente en alguna
de las fórmulas lácteas más populares aquí
en México, explicó Silva Hernández, “y
definitivamente hay presencia de betacaseína”.
Desafortunadamente es muy complicado determinar las variantes genéticas,
pues para ello se necesita un número grande de vacas para
tener estándares, para saber exactamente cuál vaca
es la que tiene la proteína que podría causar dicho
padecimiento, pero los resultados de esta primera parte sentarán
las bases para futuras investigaciones, comentó el investigador,
y agregó que en la ciencia de avanzada no se llega a conclusiones
contundentes: “Lo único que se puede asegurar es que
hay suficiente evidencia para decir que una variante genética
de la betacaseína causa la Diabetes mellitus o lo que es
peor: aumenta el riesgo de contraerla”. |