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El
elemento más importante para el desarrollo de las naciones
es el ser humano, por lo que los factores económicos, políticos
y sociales forman apenas la base sobre la que aquél se debe
construir, afirmó Sergio Boisier, de la Pontificia Universidad
Católica de Chile, durante la inauguración del Diálogo/Seminario
sobre Gestión Territorial y Sociedad del Conocimiento.
En el encuentro organizado por el Cuerpo Académico Complexus
del Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores Económicos
y Sociales (IIESES) para examinar las principales teorías o
paradigmas detrás de las estrategias, políticas, programas
y proyectos de desarrollo territorial, Boisier dijo que se debe tomar
en cuenta al ser humano para que las regiones puedan ser actores de
su propio desarrollo, el que debe iniciar desde una pequeña
parte del planeta para extenderse a los ámbitos estatal o nacional.
Consejero
científico del Instituto de Desarrollo Regional de Sevilla,
el científico planteó la necesidad de crear una nueva
teoría y un nuevo modelo de desarrollo para las sociedades
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complejas.
Con 30 años de experiencia académica, política
y de investigación en el campo del desarrollo regional, Sergio
Boisier es miembro y asesor del Consejo Consultivo Internacional
y profesor visitante del Magíster en Desarrollo Humano de
la Universidad de la Frontera Temuco, Chile, y presidente del Centro
de Análisis y Acción Territorio y Sociedad.
Luego de resaltar la importancia de este tipo de encuentros en los
que se tiene la oportunidad de conocer la labor, la experiencia
y la opinión de figuras destacadas como Boisier, la directora
del IIESES, Luz Angélica Gutiérrez, comunicó
que en agosto iniciará la maestría en Desarrollo Regional
con un enfoque internacional, y precisamente Sergio Boisier será
uno de los catedráticos del programa.
Necesario,
concienciar para preservar el entorno natural
En la última jornada del seminario que congregó a
ex funcionarios públicos, empresarios, comunicadores, académicos
y estudiantes universitarios, Sergio Boisier estableció los
paráme-tros de funcionamiento ideal en los movimientos de
acción por parte de la sociedad para defender su entorno.
“Es necesario ‘empoderar’ a los comités
o patronatos en defensa de un río o de un bosque”,
entendiendo por ‘empoderar’, dijo, otorgar a esos movimientos
sociales el poder necesario para gestionar y defender con recursos
legales el entorno natural. “No es suficiente con que existan,
es importante que sepan actuar adecuadamente”.
Es a la gente más desprotegida económica y culturalmente,
a la que afecta con mayor fuerza la inestabilidad en el balance
entre sociedad y entorno: “Cualquier elemento que altere el
delicado equilibrio de las metrópolis afectará, en
el 99 por ciento de los casos, a la sociedad que las habita”.
Lo que necesitamos es “reciclarnos, reentre-narnos y adquirir
mejor conocimiento para trabajar con éxito a favor de nuestro
hábitat, porque eso es lo que realmente nos importa”.
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