Coatzacoalcos,
Ver. La Universidad Veracruzana fue colocada a la cabeza del
comité interinstitucional que, en colaboración con
el gobierno del estado y Petróleos Mexicanos (Pemex),
evaluará, atenderá y buscará remediar el impacto
causado por el derrame de petróleo, registrado el 22 de diciembre
pasado en el río Coatzacoalcos y que afectó por lo
menos tres ciudades del sur de la entidad, informó a principios
de enero el gobernador Fidel Herrera Beltrán.
En la primera reunión que el mandatario veracruzano sostuvo
con representantes de todos los sectores involucrados en la remediación
de esta contingencia ambiental, incluidos el director general de
Pemex, Luis Ramírez Corzo, y el titular de la Secretaría
de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Alberto
Cárdenas Jiménez, se destacó el papel que la
UV jugó no sólo como una de las primeras instancias
que acudió al lugar del derrame, a través de su Facultad
de Ciencias Químicas, sino además como agencia capacitada
para evaluar el impacto ambiental en la zona, dar seguimiento y
certificación de las tareas de remediación efectuadas
y realizar el trazo de un plan de desarrollo que permita la reactivación
social y económica de la región.
El rector Raúl Arias Lovillo señaló que, después
de la experiencia obtenida en derrames de hidrocarburos como el
registrado en 2001 en el arroyo Tepeyac, municipio de Nanchital,
la UV solicitó a su dirección de Vinculación
coordinar el trabajo de las diversas entidades académicas
que cuentan con expertos en las diferentes áreas ambientales
y de servicio social, quienes participaron desde los días
siguientes al derrame de hidrocarburos que ha afectado fauna, flora
y vida productiva en la cuenca baja del río Coatzacoalcos.
El rector se refirió a los estudios previos realizados por
la UV en el río Coatzacoalcos, que comprenden análisis
de las condiciones de los cuerpos de agua e inventario de flora
y fauna de la región, y anunció que, a través
del Laboratorio de Investigación y Asesoría Estadística
(Linae), la UV iniciaría un estudio del impacto
socioeconómico sufrido en la zona luego del derrame, con
el que la casa de estudios estaría en condiciones de trazar
un plan integral de recuperación del entorno.
El director de Pemex, Luis Ramírez Corzo, convocó
a la UV a realizar estudios de impacto ambiental y operar un programa
de recuperación del entorno social y ambiental. En tanto,
el director de Pemex-Refinación, Juan Bueno Torio,
dijo que la casa de estudios será contratada por la paraestatal,
además, para evaluar y certificar las acciones de índole
técnica y programas de desarrollo social emprendidos en torno
del accidente ecológico.
El gobernador Fidel Herrera Beltrán no sólo colocó
a la Universidad al frente del comité que integra actores
de los gobiernos municipal, estatal y federal, de asociaciones civiles
y de representantes de Pemex para revertir el impacto provocado
por el derrame del 22 de diciembre, sino que además la invitó
a incorporarse a un comité adicional que intenta reunir a
senadores de la República, así como a diputados federales
y locales, para buscar la solución de los problemas más
urgentes de las zonas petrolíferas.
Anuncia
la UV plan de acción para Coatzacoalcos
La UV dio a conocer el 19 de enero el plan de acción que
desplegará en el corto, mediano y largo plazos para atender
la contingencia ambiental en el sur del estado, y en él describe
las acciones que deberán realizarse para evaluar, atender
y remediar el impacto ambiental registrado en la cuenca del río
Coatzacoalcos.
La UV envió a la zona equipos multidisciplinarios de trabajo,
conformados por especialistas de instituciones del país y
el extranjero, para obtener información básica del
impacto ambiental, así como para revisar y supervisar la
propuesta y las tareas de la empresa Competitividad Ambiental, contratada
por Pemex para evaluar el grado de afectación del suelo,
agua, sedimentos, fauna, flora y manglar en la región.
Además, dispuso colaborar con la Fundación Internacional
para el Bienestar Animal, evaluar los daños sufridos por
el ganado de los ejidos cercanos y el impacto al manglar de la Laguna
Pajaritos, realizar estudios de compensación social y diseñar
programas de protección civil.
La propuesta universitaria incluiría, entre otros aspectos,
la determinación de impacto del derrame en agua, suelo, sedimento,
flora y fauna, así como en la calidad de vida de las familias
asentadas en las áreas afectadas. Esto implicaría
el levantamiento del área de daños, en el que la UV
realizaría un análisis para determinar la presencia
de hidrocarburos en agua, suelo y sedimentos, inventarios completos
de flora y fauna y un diagnóstico de impacto socioeconómico,
a la par de acciones de remediación de suelos contaminados
a partir del uso de hongos, microorganismos y plantas capaces de
degradar algunos hidrocarburos.
Otro punto incluido en el plan se refiere a la compensación
ambiental –que implica medidas especiales para aquellas áreas
cuya restauración no sea posible a corto plazo–, así
como la compensación social a la población afectada
en materia de salud, alimentación, nutrición, educación
ambiental, proyectos productivos, capacitación para el trabajo,
cultura, recreación y deporte. Para el largo plazo, propone
establecer estaciones biológicas de investigación
en las que sus científicos y académicos realizarían
monitoreos permanentes y seguimientos minuciosos de los ecosistemas
afectados por la permanente contaminación registrada por
décadas en la cuenca del río Coat-zacoalcos.
Alejandro Moreno, jefe del Departamento de Coordinación de
Proyectos de la UV, dijo que esta propuesta implica la permanencia
de la UV en las zonas afectadas, específicamente en dos estaciones
biológicas y una subestación, en las que se haría
el monitoreo ecológico y de la calidad del agua de la cuenca,
a partir de la investigación básica y aplicada al
manejo de los ecosistemas que la conforman.
Una de esas estaciones se instalaría en una de las pocas
reservas privadas que existen en México, el Parque Ecológico
Jaguaroundi, perteneciente a Pemex, cuyas 1 000 hectáreas
servirían para realizar actividades de conservación
de los recursos naturales del trópico húmedo. La segunda
estación biológica se ubicaría en la región
del Uxpanapa, que se caracteriza por ser el fragmento de bosque
tropical de mayor extensión en Veracruz. La subestación
se localizaría en la Laguna del Ostión, un área
natural que consta de aproximadamente 1 600 hectáreas de
manglar y de otras comunidades vegetales asociadas a este ecosistema
y que, junto con Jaguaroundi, cubriría la cuenca baja del
río Coatzacoalcos.
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