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El
escritor Emilio Carballido recibió de jóvenes universitarios
un merecido reconocimiento por su brillante trayectoria y prolija
producción teatral, en el Día Mundial del Teatro y
a propósito de su octogésimo onomástico.
En la Unidad de Artes, visiblemente emocionado, Carballido recibió
de los estudiantes de la Facultad de Teatro una placa en que dejan
constancia de su admiración por él y por su obra.
Después de develarla, el escritor dijo que es el primer homenaje
que recibe de los jóvenes universitarios. “Cuando uno
cumple 80 años no se da cuenta, uno piensa que está
en los 40 o 60, pero no en los 80. Me sorprende y me honra que me
brinden un homenaje así, que me den tanto por tan poco”.
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El
escritor Emilio Carballido recibió de jóvenes universitarios
un merecido reconocimiento por su brillante trayectoria y prolija
producción teatral, en el Día Mundial del Teatro y a
propósito de su octogésimo onomástico.
En la Unidad de Artes, visiblemente emocionado, Carballido recibió
de los estudiantes de la Facultad de Teatro una placa en que dejan
constancia de su admiración por él y por su obra. Después
de develarla, el escritor dijo que es el primer homenaje que recibe
de los jóvenes universitarios. “Cuando uno cumple 80
años no se da cuenta, uno piensa que está en los 40
o 60, pero no en los 80. Me sorprende y me honra que me brinden un
homenaje así, que me den tanto por tan poco”.
Claudia Villar, una de las organizadoras del Festival del Día
Mundial del Teatro, expresó que los actores resucitan en el
escenario, aun cuando han anunciado incontables veces su muerte y
la del arte. “En esta batalla contra la realidad, hemos encontrado
figuras que nos sirven de motivación, de apoyo intelectual
y emocional, figuras como Emilio Carballido, que es considerado el
patriarca de la dramaturgia mexicana contem-poránea, novelista,
guionista, traductor y un entusiasta promotor de las actividades artísticas
y culturales”.
Y no sólo eso, este dramaturgo –cuya obra se caracteriza
por el uso de la palabra en todo lo que puede dar: el gozo, el humor
y la sustracción de la cotidianidad– ha sido formador
de decenas de generaciones de escritores.
Porque es fundador y director de la revista Tramoya que, desde 1966,
publica obras inéditas y difunde lo mejor del teatro latinoamericano
y mundial, así como autor de casi 100 obras de teatro, más
de 50 guiones de cine, nueve novelas y una recopilación de
cuentos, su trabajo «se nos antoja como arma primordial en nuestra
batalla ante la realidad castrada de interés cultural»,
señaló la joven estudiante.
Luego de que Elka Fediuk, directora de la Facultad de Teatro, refrendará
la admiración de los alumnos por la labor inagotable del escritor
cordobés, Dagoberto Guillaumin, quien ha estrenado 15 obras
de Carballido, hizo una remembranza de la larga trayectoria del autor
de textos como Un pequeño día de ira, Te juro Juana
que tengo ganas, Yo también hablo de la rosa, Las cartas de
Mozart y Rosa de dos aromas.
Los alumnos representaron en un performance su visión sobre
el trabajo del escritor. Luces, vestuario y maquillaje dieron color
el escenario cuyo actor principal fue un libro rojo con las iniciales
EC. Todo el movimiento cesó al aparecer un niño que
se posesionó del libro y, con gran admiración, bajó
hasta el asiento del homenajeado para entregárselo y decirle
solamente “gracias”. De esta manera, concluyó uno
de los más emotivos homenajes a Emilio Carballido.
Exposición
homenaje a Emilio Carballido
En mayo, el Instituto de Artes Plásticas de la UV montó
una exposición en homenaje a Carballido que sirvió
para aproximarse a la vida y obra de este autor, a través
de la exhibición de objetos que hablan de los logros alcanzados
durante una vida dedicada a la creación escrita y de detalles
concernientes al proceso creativo: la máquina de escribir
que usó por varias décadas, fotografías personales,
retratos y caricaturas hechas por amigos y conocidos, así
como reconocimientos y premios nacionales e internacionales recibidos
durante su carrera.
A estos objetos, se sumaron ediciones múltiples de su producción
literaria, carteles alusivos a sus obras de teatro o a películas
en las que ha participado como guionista (sus guiones de cine sobrepasan
la cifra de 70) y las libretas que ha utilizado para anotar sus
ideas y escritos.
Carballido realizó estudios en Arte Dramático en la
UNAM. Es maestro en Letras Inglesas y miembro del Sistema Nacional
de Creadores. En 1950, inició su periplo como dramaturgo
con la obra Rosalba y los llaveros, cuya trascendencia se refleja
en el hecho de haber sido escogida por Salvador Novo para inaugurar
el Festival del ITI en el Palacio de Bellas Artes.
El también director ha gozado de una larga y fructífera
carrera que le ha llevado a ser conocido en numerosos países,
especialmente de América Latina y Europa. En la lista de
escenarios en que se han representado sus obras teatrales no faltan
los estadounidenses, sobretodo de Nueva York y Los Ángeles.
Además, su obra literaria ha sido editada en otros países
como la India y Rusia.
En el campo de la docencia, también ha sido una pieza clave,
ya que ha formado a numerosos estudiantes de diversas instituciones,
entre ellas la Escuela de Arte Teatral del INBA, la UNAM, las universidades
norteame-ricanas de California State, Princeton y Pittsburg, etcétera.
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