Científicos
de la Facultad de Física e Inteligencia Artificial de la
Universidad Veracruzana trabajarán en el estudio y posible
integración de un sistema nervioso central en robots, para
lograr artefactos cada vez más autónomos y que puedan
resolver tareas en condiciones no determinadas, aseguró el
investigador Fernando Martín Montes González. |
|
El
proyecto Competencias de un sistema robótico basado en el sistema
nervioso central recibió el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia
y Tecnología (Conacyt) y obtendrá 500 000 pesos para
su realización.
Montes González explicó que el estudio está basado
en una copia de estructuras cerebrales de los vertebrados –desde
ratas hasta humanos–, llamadas ganglios basales, que están
asociadas a los movimientos y cuya disfunción se vincula con
el mal de Parkinson, la enfermedad de Huntington, la parálisis
supranuclear progresiva, degeneraciones cortico-basales, atrofias
multisistémicas, la enfermedad de Wilson y la distonía.
“Este proyecto consiste en estudiar los ganglios basales y luego
trasladar un modelo a una computadora, tratando de reproducir fielmente
los núcleos y las conexiones entre núcleos nerviosos.
A partir de ahí se diseña una red neuronal que sirve
para controlar a un robot en tiempo real, al cual se le ponen tareas
similares a las que haría una rata”. |
|
La finalidad del experimento es estudiar en paralelo la eficiencia
en la resolución de una tarea y el proceso “mental”
que realiza el prototipo, lo que permitirá tanto hacer robots
más robustos y más autónomos, que sean capaces
de resolver trabajos con cierta independencia, como también
ayudar al estudio de los ganglios basales, “estudio que no
es nuevo, aunque su aplicación a la robótica es prácticamente
nula en la actualidad; en México no hay nadie que haga este
tipo de investigación aplicada”.
La investigación –que contará también
con la participación del Instituto de Neuroetología,
dado que se busca encaminar el estudio tanto en el área de
Neurofisiología como en el de Inteligencia Artificial–
se realizará con un robot comercial llamado Khpera, que cuesta
alrededor de 40 000 pesos y que se ha convertido en una plataforma
estándar en el ámbito de la investigación,
al cual se trasladará el modelo de los ganglios basales.
El profesor investigador señaló que, en el ámbito
de la Inteligencia Artificial, se necesita un robot capaz de resolver
tareas de mejor manera, y un modelo de ganglios basales podría
funcionar mejor que los patrones de algoritmos tradicionales de
Inteligencia Artificial. La finalidad es generar robots que puedan
contender contra situaciones no previstas y que aun así sigan
funcionando.
Dijo que no sería una mejoría muy grande, pero en
principio se cree que un mecanismo que está en todos los
vertebrados –importante para el movimiento, que se manifiesta
en enfermedades como la de Parkinson– debe ser mucho mejor
que el que ya se tiene para controlar los movimientos de un robot.
“Estamos tratando de hacer un robot que esté vivo de
alguna manera, que pueda resolver tareas específicas –lo
que algunos llaman Animat–, lo que no implica necesariamente
que tenga emociones, sino que tenga urgencia de recargar su batería,
por ejemplo, o de hacer la tarea para la cual fue diseñado”.
El científico de la UV advirtió que, al igual que
una disfunción en los ganglios basales de los animales vertebrados
está asociada al mal de Parkinson, en los robots puede producir
efectos similares. “El robot puede presentar conductas anormales,
mostrar indecisión para realizar una tarea, detenerse a la
mitad de un trabajo, dejar caer objetos que tiene que sostener;
además, cuando va caminando y debería tener la pinza
en alto puede empezar a moverla, lo cual nos dice que el modelo
se apega a lo que son los ganglios basales de los animales”.
|