Recientes
estudios llevados a cabo en el Instituto de Ciencias Biológicas
de la Universidad Veracruzana (UV) por el investigador Fabio García
García y un equipo de colaboradores revelaron que la administración
durante siete días de la hormona de crecimiento (HC) favorece
en más del 50 por ciento la proliferación de nuevas
células en el cerebro adulto. De este mismo estudio se generan
dos hallazgos más que sitúan a nuestra casa de estudios
–junto con la UNAM, con la que realiza la investigación–
a la cabeza en este campo de la ciencia.
Desde finales del siglo pasado, la humanidad ha sido testigo de cómo
los avances científicos han ido derrumbando muchos de los dogmas
relacionados con la biología, que habían permanecido
inviolables durante varios años, principalmente los que tienen
que ver con el funcionamiento del cerebro. Uno de ellos fue aquél
que consideraba la incapacidad del cerebro de los mamíferos
adultos para generar nuevas neuronas; sin embargo, según afirmó
Fabio García, ahora sabemos que existen dos regiones donde
ocurre la generación de nuevas neuronas: el giro dentado del
hipocampo y la zona subventricular.
De manera interesante, en el hipocampo está implicada una de
las más enigmáticas propiedades de nuestro sistema nervioso
central: la memoria. Aún no podemos asegurar cómo es
que se retienen nuestros recuerdos; sin embargo, las posibilidades
que se presentan a partir de la coincidencia entre esta área
en la que está implicada la formación de la memoria
y una zona con capacidad neurogénica son realmente fascinantes.
El reciente descubrimiento de Fabio García apunta a que, en
efecto, puede haber relación entre ambos fenómenos,
aunado a uno de los aspectos menos estudiados en nuestro país
y del que poco se sabe en el mundo: el sueño. Interesados
en la regulación del sueño y la memoria
Hace un par de años, se reportó que si se priva a
un animal del sueño durante 96 horas continuas, el número
de células que se producen en el hipocampo –en este
caso, en la porción del giro dentado– decrece significativamente,
es decir, hay una disminución de la neurogénesis o
proliferación neuronal.
"Este hallazgo es muy importante porque demuestra que el no
dormir afecta los procesos, en este caso, de plasticidad cerebral,
lo cual puede ser considerado un efecto peligroso para el cerebro,
dado que disminuye la proliferación de nuevas neuronas",
comentó el investigador. Esto tiene cierta lógica
porque cuando a una persona se le priva de sueño y se le
somete a una prueba de aprendizaje, ejecuta mal la tarea o simplemente
no la aprende, se vuelve menos reactiva a esa prueba de atención
o aprendizaje, "de ahí que se sugiera que el sueño
sirve para consolidar la memoria, por lo que es bueno dormir",
aseguró.
Los descubrimientos derivados del estudio que realiza Fabio García
con ratas de la cepa Wistar –dentro de la línea de
investigación Biología del Sueño y Moléculas
de Plasticidad Celular– abren posibilidades para los posteriores
estudios sobre la neurogénesis, la memoria y el sueño.
Ante ello, surgen las preguntas: ¿El sueño está
favoreciendo de alguna manera la proliferación neuronal del
hipotálamo? ¿Tiene esto que ver con el aprendizaje
dado por el sueño? "A partir de nuestros estudios, podríamos
averiguar si un animal que duerme más podría tener
más neurogénesis y si esto motivaría que el
animal aprendiera mejor una tarea", comentó.
La
relación sueño-hormona de crecimiento
Una vez que ya sabían que la hormona de crecimiento era capaz
de generar proliferación neuronal, la segunda parte del experimento
–cuyos resultados presentaron en el Congreso de la Sociedad
Americana de Sueño, en Salt Lake City, Utah– fue privar
a los animales del sueño durante 96 horas y administrarles
la HC: "Esto se hizo con la finalidad de demostrar si la hormona
de crecimiento es capaz de revertir o prevenir el efecto per se
de la falta de sueño, es decir, ya sabíamos que el
no dormir iba a reducir el número de neuronas, pero queríamos
ver si la hormona de crecimiento prevenía esa reducción
en animales que son privados del sueño", dijo el investigador.
El hallazgo de los universitarios fue algo muy interesante que el
investigador explicó así: "Por un lado, la hormona
de crecimiento previene el efecto que provoca la privación
del sueño en la proliferación neuronal y, por otro,
encontramos que el no dormir parece ser que afecta la neurogénesis,
pero no la supervivencia de las neuronas".
El
futuro de la investigación
Fabio García informó que si bien la HC no se puede
aplicar de manera inmediata para favorecer la proliferación
neuronal de los humanos, ya hay varias evidencias clínicas
que han probado este efecto: "Sería muy aventurado decir
que podríamos tomar HC para inducir neurogénesis y,
con ello, aprender mejor, si es que ésta tiene que ver con
el aprendizaje.
"Sin embargo, en un futuro podrían hacerse más
estudios a detalle para ver si es posible usarla en el hombre y
si –por ejemplo– podría formar parte de una terapia
para niños con problemas de aprendizaje, que favorezca la
plasticidad del cerebro y les permita resolver tareas de manera
más rápida, pero actualmente no se han hecho las investigaciones
suficientes que pudieran permitir esto", destacó el
universitario, quien añadió que la HC, sí se
ha utilizado a lo largo de muchos años como la hormona de
la juventud, dado que es una sustancia que favorece el metabolismo
y la renovación celular.
García García también advirtió que la
mala administración de la HC puede ser peligrosa porque,
al ser ésta una hormona que induce la proliferación
neuronal, también puede provocar una propagación excesiva
de algún tipo de tejido, y esto puede desencadenar un problema
mucho más grave, por lo que recomendó tener muchas
precauciones con ésta como con todas las hormonas, ya que
deben manejarse con mucho cuidado: "Los productos que venden
en el mercado sí pueden tener un efecto, pero no tan marcado
como ellos mencionan, por eso deben tomarse con ciertas precauciones". |
El investigador realizó un posdoctorado de cuatro años
en la Universidad Estatal de Washington, en el laboratorio de
una de las figuras más importantes en la regulación
humoral del sueño, James Kruger, con quien trabajó
sobre el efecto de diferentes factores tróficos que tienen
que ver con el sistema inmunológico y sobre cómo
ciertos tipos de hormonas afectan el sueño de diferentes
animales. Y es que la pregunta ¿para qué y por qué
dormimos?, que el especialista se hizo desde su infancia, lo llevó
a interesarse y especializarse en este tema: "Hay muchas
hipótesis sobre el sueño, pero no se ha podido resolver
ampliamente la razón del dormir. ¿Por qué
los humanos tenemos que dormir al menos ocho horas diarias?, ¿cuál
es la razón que está inmersa en el cerebro que permite
decidir que un individuo deba dormir determinado tiempo? Todas
éstas son preguntas que aún nos hacemos hoy en día,
porque hay mecanismos en el acto del sueño que todavía
no hemos sido capaces de descubrir".
Otro aspecto que considera el académico es que en México
hay muy pocos grupos que se dedican a hacer investigación
básica de biología del sueño: hay uno en
la UNAM, otro en la UAM, uno pequeño en Puebla, otro en
Tlaxcala y ahora en Veracruz, por lo que Fabio García está
tratando de conformar un equipo de investigación en este
campo, y quiere explorar más allá de la pregunta
inicial: "¿Para qué y por qué dormimos?".
Este proyecto es, pues, la primera aproximación para intentar
resolver esa pregunta, afirmó el académico: "Afortunadamente,
hay dos estudiantes de la carrera de Biología que han colaborado
con el proyecto como parte de su servicio social y, posiblemente,
se deriven de éste dos tesis de licenciatura. Esto es importante
porque se está despertando el interés de los estudiantes
por aspectos que tienen que ver con temas tan complejos como el
sueño y que pueden explotar ampliamente. Asimismo, la comunidad
se entera de que en la Universidad Veracruzana se realizan actividades
de gran trascendencia".
|