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Klaus
Mann fue el hijo mayor de Thomas Mann. Nació el 13 de noviembre
de l906 en Munich, en el momento en que su padre conocía
una gran celebridad, y se suicidó en Cannes el 22 de mayo
de 1949. Su adolescencia, en compañía de numerosos
hermanos y hermanas afectuosos e inteligentes —y en el seno
de la bella casa familiar, que era visitada a menudo por las personalidades
más eminentes— fue bastante dichosa y rica en experiencias.
Harto precoz, Klaus se convirtió a los 18 años en
crítico cinematográfico de un periódico de
Berlín, ciudad en la que vida y teatro se hermanaban entonces
con intensa efervescencia, y publicó poco después
su primer libro de relatos Ante la vida (Vor dem Leben, 1925). Ese
mismo año, en compañía de su hermana Érika,
de Pamela Wedekind, hija de Frank, y del joven y brillante actor
Gustav Gründgens, representó en Hamburgo su comedia
Anja y Esther. En 1927 y l928, siempre al lado de Érika,
pasó de París a Nueva York, Los Angeles y Hollywood,
codeándose con un gran número de las celebridades
del mundo y de la pantalla.
Ya de regreso en Europa, publicó la novela Alexander, Roman
der Utopie, en 1929. Pero el advenimiento del nazismo provocó
la diáspora de la familia Mann y, junto con ella, la de la
mayoría de los escritores alemanes, ora por ser de origen
judío, ora por sus inclinaciones liberales. Mientras que
Thomas Mann se refugiaba en Suiza, Klaus recorría Europa
fomentando una viva oposición al nazismo, en compañía
de André Gide, Aldous Huxley y su tío Heinrich Mann.
Klaus fundó en l933, en Ámsterdam, la revista Die
Sammlung, abierta en particular a los jóvenes y a los emigrados;
colaboró mediante sátiras y cancioncillas en el cabaret
fundado y dirigido por Érika, El molino de pimienta (Die
Pfeffermühle), viajó de Moscú a Praga, donde
se encontró con Eduard Benes, y también a Viena, que
entonces todavía no era de filiación nazi. En l936
emigró a Nueva York. Durante sus años de exilio escribió
Flucht in der Nord (l934), Sinfonía patética, la vida
(novelada e idealizada) de Peter Illich Tchaikovsky, y Mefisto Novela
de una carrera (l936), obra cuyo núcleo es la vida de los
actores, especialmente la de Gründgens, quien, tras haber sido
el primer esposo de Érika, se divorció después
de su ruidosa conversión al nazismo, dando inicio así
a su “carrera”: a fuerza de compromisos, cobardías
y ambición llega ser favorecido por el régimen nazi
y por Goering en particular, convirtiéndose en administrador
del Teatro del Estado en Berlín, y en senador y consejero
de Estado. Así lo presenta el primer capítulo, “1936”;
en medio de cierta brillante sociedad mundana del III Reich. Esta
novela, remontándose en el tiempo, muestra los comienzos
del actor en un teatro de Hamburgo: comediante talentoso, conversador
brillante, director de escena lunático y tiránico.
La perspectiva cambia luego, enfoca al hombre privado y a los placeres
sadomasoquistas a que se entrega al lado de su amante, una joven
mestiza a quien llama su “princesa Tebab”. Klaus quiere
establecer de esa manera una conexión entre la influencia
que pudo ejercer el fascismo en algunos individuos y cierta tendencia
a la sumisión sadomasoquista.
Considerada desde su aparición como una novela repleta de
claves en la cual Hendrik Höfgen sería un trasunto del
actor (y cuñado de Klaus Mann) Gustav Gründgens, al
igual que la mayoría de los otros personajes igualmente cifrados,
la difusión de Mefisto fue prohibida en el territorio de
la República Federal ante la demanda interpuesta por el hijo
adoptivo de Gründgens y de acuerdo con el parecer del tribunal.
Klaus se defendió con el argumento de que no había
querido componer un retrato, sino representar un “prototipo”,
el del comediante (del artista, del intelectual) que, por ambición,
cobardía, fascinación, pone su obra al servicio del
poder, cualesquiera que éste sea. Mefisto nació, en
buena medida, de la rebelión angustiada del escritor antifascista
Klaus Mann ante la capacidad de un régimen criminal para
corromper a esos mismos que habrían debido oponer el poder
del espíritu a la fuerza y la mentira. A continuación
Klaus publicó la novela El volcán (Der Vulkan, l939),
que puso en escena todas las corrientes y a los representantes más
famosos de la emigración alemana durante el nazismo, en diversos
ámbitos, París, Suiza, Checoslovaquia y Estados Unidos,
obra que el autor consideraba su mejor novela; todos esos libros
fueron publicados en Ámsterdam.
En Nueva York, Klaus escribió su autobiografía, que
circuló primero en inglés con el título de
The Turning Point (New York, 1942). Cuando los Estados Unidos se
incorporaron a la guerra, Klaus, convertido en lo sucesivo en ciudadano
estadounidense, se alistó y estuvo en Italia en calidad de
combatiente. La Roma liberada lo vio frecuentar durante un año
los medios literarios, donde su inteligencia y su generosidad le
procuraron numerosos amigos. Reescribió entonces en alemán
una versión más amplia de su autobiografía,
con el título Der Wendepunkt. Ein Lebenbericht (l952). Prescindiendo
de la sequedad que con mucha frecuencia acompaña al género
del diario, y valiéndose de la claridad de la mejor historiografía,
esta obra testimonia lo que fueron el advenimiento de Hitler, la
caída de Checoslovaquia, la vida internacional de Nueva York,
Alemania después de la derrota, al mismo tiempo que da vida,
o nueva vida, a personajes como Hitler, Benes, Richard Strauss,
Jean Cocteau, Greta Garbo y Stefan Zweig la víspera de su
suicidio. En l949, Klaus terminó esa nueva versión
de su libro, pero se sentía decepcionado. Había esperado,
una vez finalizada la guerra, un retorno a la verdadera civilización,
a la paz, y en vez de ello veía enfrentarse dos bloques formidables,
que amenazaban al mundo con el caos. Dueño de un corazón
noble y bondadoso, esta vez le faltó el coraje de vivir.
Debemos también a Klaus Mann un ensayo extraordinario: André
Gide y la crisis del pensamiento moderno (A. Gide and the Crisis
of Modern Thought, 1943). |