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La
Facultad de Teatro:
30 años de permanencia y transformación
Domingo
Adame 1 |
En
30 años, una de cada tres personas en el mundo habitará
en asentamientos clandestinos sin servicios, a menos de que los
gobiernos implementen políticas
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Los
orígenes Cuando en 1973 Roberto Bravo Garzón asumió
la Rectoría de la Universidad Veracruzana, tuvo la intención
de hacer de las artes un medio para la transformación de la
sociedad veracruzana. En el llamado “Magno proyecto”,
se consideraron las siguientes acciones: revivir las tradiciones,
ofrecer productos de arte en todo el estado, trascender en los ámbitos
nacional e internacional generando productos de indiscutible valor
y asegurar la educación artística formal y no formal.2
Y en el marco de esta última acción se inscribe el proyecto
que cumple 30 años este 2006: la Facultad de Teatro.
Pero ¿qué significa en el contexto social la existencia
de una Facultad de Teatro? Para muchos, en ese entonces –y aun
hoy día–, se trata de un lujo innecesario en un país
como el nuestro con necesidad de profesionistas en áreas básicas
como las de la salud o las técnicas. Sin embargo, en primer
lugar, habría que señalar que no hay sociedad humana
que pueda entenderse sin la existencia del teatro en alguna de sus
formas, pues a través de su representación el ser humano
adquiere identidad. Podría decirse, sin temor a exagerar, que
el teatro es a la sociedad lo que el agua es al individuo. Ambos son
vitales, por lo tanto, imprescindibles, aunque el teatro es un recurso
cultural renovable y el agua, un recurso natural no renovable. Los
dos han estado siempre a disposición del ser humano, pero sólo
tomamos verdadera conciencia de su existencia cuando encarecen, cuando
–como en los tiempos que corren– se convierten en productos
suntuarios o, bien, cuando amenazan con extinguirse por el uso irracional
que de ellos hacemos. Ambos necesitan, en suma, de un gran cuidado,
y el mejor lugar donde se puede proteger al teatro de las amenazas
de su peor enemigo, la explotación mercantil, es el espacio
educativo. |
El
cerco de Numancia ha sido una de las numerosas obras producidas
por la Facultad de Teatro. |
Una
Facultad de Teatro es, pues, donde el teatro se preserva y se transforma,
es el sitio donde una sociedad mantiene viva la esperanza del auténtico
cambio, el que nos hacer ser mejores personas. Esto es posible debido
a la permanente confrontación que el estudiante de Teatro tiene
con diversas maneras de pensar, de sentir y de actuar. La suya, por
lo tanto, llega a ser la de quien reconoce todas las posibilidades
de vivir lo humano y de expresarlo crítica y sensiblemente.
La Facultad de Teatro de la Universidad Veracruzana (UV) ha estado,
desde su fundación, consciente de su importante misión.
No surgió como una academia para adiestrar a los bufones que
el poder necesita para entretener al pueblo, sino como un laboratorio
creativo y de reflexión donde se experimenta para alcanzar
la plena dimensión humana. Su relevancia es mayor cuando, al
revisar la historia, aparece como la primera licenciatura en Actuación
de Iberoamérica.
La Facultad ha transitado en estos 30 años por muy diversas
etapas: las de esplendor y reconocimiento, así como las de
crisis y debilitamiento. |
En
todas, sin embargo, mantuvo los principios éticos universitarios
y de la disciplina, por lo que ha subsistido con dignidad y ha sido
capaz de transformarse acorde a las circunstancias del mundo contemporáneo.
Esto último se manifestó plenamente en el momento
en que la propia casa de estudios transitaba hacia su autonomía
y hacia un nuevo modelo educativo basado en el aprendizaje y no
en la enseñanza.
El
Plan de Estudios 2000
El Plan de Estudios 2000 que en la actualidad ofrece la Facultad
es, sin duda, una valiosa aportación de la Universidad Veracruzana
a la formación teatral. Elka Fediuk, actriz, directora, pedagoga,
investigadora teatral y maestra de la Facultad desde su fundación
hasta la fecha, fue la responsable de la investigación que
sirvió de fundamento a dicho plan y, como directora de la
misma (2000-2005), la encargada de su instrumentación.
El programa de estudios vigente ya no tiene el objetivo de formar
actores al servicio del director escénico, propone, en cambio,
la preparación de un teatrista integral, por lo que el estudiante
es considerado un sujeto complejo que tiene interés de aprehender
el saber teatral para ponerlo al servicio de la sociedad. Se reconoce
de antemano la complejidad social que rechaza la uniformidad y hace
de la diferencia el principio rector que orienta el proyecto académico
de la Facultad.
Los saberes teatrales son múltiples y tienen gran variedad
de aplicaciones.
En la Facultad de Teatro, el conocimiento teatral está organizado
por competencias, de este modo el estudiante, además de construir
su propia base general de conocimiento, elige un ámbito donde
considera que puede desarrollarse mejor: Actuación, Creación
escénica (dirección, dramaturgia, diseño escénico),
Gestión y producción, Pedagogía y Teatrología.
Esto hace que el Plan de Estudios satisfaga las expectativas de
los jóvenes del nuevo siglo, quienes, además de entrar
casi inmediatamente en contacto con actividades profesionalizantes,
tienen la oportunidad de trazar su propia ruta de aprendizaje. Además,
se fomenta el libre ejercicio individual y un compromiso genuino
con su comunidad. |
Estado
actual de la Facultad
El Plan de Estudios 2000 es una guía sujeta a las modificaciones
que su propia aplicación va indicando. No podría ser
de otra manera, dado que se trata de un instrumento basado en la flexibilidad.
Para esto es importante el constante trabajo colegiado, y ésta
es otra de las ventajas del Plan: su capacidad de motivar a los académicos
para no caer en la inmovilidad y el conformismo, sino por el contrario,
invitarlos a actualizarse permanentemente y a buscar el diálogo
entre pares para crecer al ritmo de las transformaciones sociales,
artísticas y académicas.
Los maestros que actualmente constituyen la planta docente de la Facultad
son profesionistas que han destacado en sus respectivos ámbitos
de conocimiento y de creación en las artes escénicas. |
Bajo
la dirección de Fernando Yralda, fue presentada la puesta
en escena El burgués gentil hombre. |
Además, nuestra dependencia universitaria tiene el único
programa educativo del Área de Artes que cuenta con dos miembros
del Sistema Nacional de Investigadores y con dos del Sistema Nacional
de Creadores.
En sus 29 años de existencia, han dejado su impronta formativa
creadores como Raúl Zermeño, Dagoberto Guillaumín,
Abraham Oceransky y Luis de Tavira, todos ellos ex directores de la
Facultad, así como actores, escenógrafos, dramaturgos
y directores de escena como Fernando Torre-Lapham, Manuel Montoro,
Guillermo Barclay, Angelina Peláez, Elka Fediuk, Martha Verduzco,
Francisco Beverido, Carlos Converso, Ana Luisa González, Pedro
Miguel Velásquez, Lilia del Carmen Palacios, Fernando Payán,
Eduardo Mier, Joel Pérez Arciniega, Jesús Ruiz Cruz,
Daniel Acevedo, Alejandro Sánchez, Paloma Ávalos, Sabino
Cruz, María Antonieta Pellicer, Luis Casasco y María
de los Ángeles Díaz. A ellos hay que sumar a Ángel
Luján, Alejandro Schwartz, Ivonne Ramos, Manuel Lobato, Mercedes
de la Cruz, Felipe Galván, Laura Moss, Martín Zapata,
Ramiro Sotelo, Alejandro Morán, Damián Alcázar,
Gema Muñoz, Roberto Benítez, Fernando Yralda, Nerio
González, Alicia Pacheco, Claudia Gidi, Adriana Duch y Gabriela
Núñez, los ocho últimos egresados de la institución.
Entre los logros más significativos del Plan 2000 está
el número de titulados, pues la experiencia recepcional forma
parte del currículo; se elevó notablemente el índice
de retención, rendimiento académico y eficiencia terminal
de los alumnos. Por si fuera poco, el cuerpo académico Teatro
–que edita la revista Investigación Teatral, así
como las series Creación y Cuerpo Académico– es
el único del Área de Artes que tiene el nivel de cuerpo
académico en consolidación, tiene registradas dos líneas
de investigación y organizó dos encuentros internacionales
de la Asociación Mexicana de Investigación Teatral en
2002 y 2005.
Las actividades académicas se han visto enriquecidas con la
realización de encuentros, coloquios, seminarios, talleres,
cursos y conferencias, en los que han participado destacados teóricos,
investigadores y creadores de México y Latinoamérica
como los maestros Emilio Carballido; Manuel Montoso; Guillermo Barclay;
Rodolfo Valencia; Jorge Dubatti, de la Universidad de Buenos Aires;
María Tahis Lima Santos, de la Universidad de Sao Paulo; Raúl
Domingo Motta, director de la Cátedra itinerante de la UNESCO
Edgar Morin; Lucina Jiménez, ex directora general del Centro
Nacional de las Artes, y Rodolfo Obregón, director del Centro
Nacional de Investigación Teatral Rodolfo Usigli, entre otros.
A iniciativa de los estudiantes, se celebró el Día Mundial
del Teatro en 2004 y 2005 con espectáculos, conferencias y
talleres. Asimismo, en el marco de los festejos que la comunidad teatral
del país realizó durante 2005 para conmemorar el centenario
del natalicio de Rodolfo Usigli, la Facultad organizó el homenaje
Usigli: teatro contra la simulación”. Fueron dos meses
de intensas y variadas actividades, con el propósito de reconocer
el valor creativo y social de tan notable creador, considerado, con
justa razón, uno de los fundadores del teatro moderno en México.
Y es que, como institución formadora de teatristas, creemos
que es un deber la difusión y el análisis de su pensamiento
y obra, no sólo entre los estudiantes y la comunidad teatral,
sino entre la población en general, pues el proyecto de Usigli
estuvo dirigido a toda la sociedad para lograr que, a través
del teatro, en México imperara la verdad en su sentido ético
más profundo.
En el aspecto artístico es importante mencionar que en los
últimos tiempos se han producido en la Facultad cinco obras
anuales, entre las cuales están: El Insólito Caso del
Sr. Morton dirigida por Martín Zapata; Hamlet, De como el Sr.Mokinpot
se pudo librar de sus padecimientos y Atracciones S. A. bajo la dirección
de Carlos Converso; Las tremendas Aventuras de la Capitana Gazpacho,
Suerte Ilegal e Intimidad a cargo de Roberto Benítez; El cerco
de Numancia, Truffaldino, El Asesinato de Desdémona y El burgués
Gentilhombre con la dirección de Fernando Yralda, así
como Lágrimas crueles, obra dirigida por Brian Richmond y el
primer producto artístico que resulta del convenio entre la
Universidad de Victoria, Canadá, y la UV.
También la Facultad ha participado en el Festival Internacional
de Teatro del Siglo de Oro de El Paso, Texas; en el Aula Iberoamericana
de Teatro de la AIEST; en la Muestra Nacional de Teatro y en el Festival
Mundial de Escuelas de Teatro de la UNESCO-Chair en Tampico, Tamaulipas,
y en Manila, Filipinas, respectivamente. A ello hay que sumar una
producción de carácter profesional: Final de Partida
de Samuel Beckett, dirigida por Manuel Montoro. |
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El
primer resultado del convenio entre la UV y la Universidad de Victoria,
Canadá, fue Lágrimas crueles. |
La
Facultad de Teatro vinculada con el mundo
La Facultad ha realizado intercambios con la Escuela Nacional de
Arte Teatral del INBA y con la Escuela de Arte Dramático
de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. También
ha establecido sólidas relaciones en el ámbito internacional
con las universidades de Victoria, Canadá; de Buenos Aires;
de Lille, Francia, y de Sao Paulo, Brasil; así como con la
Asociación Iberoamericana de Escuelas Superiores de Teatro,
la Cátedra UNESCO “Teatro para la civilización
y las culturas”, y la Asociación Internacional de Teatro
Universitario AITU-IATU también de la UNESCO.
Pero, sin lugar a dudas, la mayor proyección de nuestra entidad
universitaria en el ámbito mundial se dio recientemente en
el Festival Mundial de Escuelas de Teatro y en la Conferencia Mundial
de Directores de Escuelas de Teatro, ambas celebradas del 16 al
28 de mayo del presente año en Manila, Filipinas, en el marco
del XXXI Congreso Mundial del Instituto Internacional del Teatro.
Al clausurar la Fiesta Mundial del Teatro, el presidente del Instituto
Internacional del Teatro, el alemán Manfred Beilharz, señaló
que las escuelas superiores de Teatro representan lo mejor del teatro
del mundo. Tal afirmación fue hecha luego de concluir la
presentación de El encuentro, espectáculo multicultural
dirigido por Yuri Kordonskiy, director ruso que integró creativamente
el trabajo de las escuelas provenientes de Irán, Ucrania,
India, Burkina Fasso, Perú, Shangai, Singapur, Sudáfrica,
Rumania, Filipinas, así como de México, cuya representación
estuvo a cargo de la Facultad de Teatro de la UV, la cual recibió
comentarios favorables por parte de los directores, maestros y asistentes
a la Conferencia Mundial, entre ellos Maria Horne de Estados Unidos,
Jerzy Sthur de Polonia, Yu Weijie de Singapur, Aleš Valiè
de Slovenia, Yuriy Vysotskyy de Ucrania, y el director de la UNESCO-Chair,
el rumano Cornelius Dumitriu.
Los
desafíos
A 30 años de la fundación de la Facultad de Teatro
es impostergable hacer una evaluación de su contribución
social. Por ello, empiezo recordando la palabras del ex rector Roberto
Bravo Garzón, quien comentó, al iniciar los festejos
del 30 Aniversario, que si el arte escénico no tenía
en el estado un fuerte arraigo ni una abundante y significativa
producción, era porque no se le había ofrecido a la
gente las herramientas para su práctica, y que lo que hacía
falta era “ponerle la pelota” a las personas y dejarlas
disfrutar el juego.
Considero que tiene mucha razón. No se puede pensar que sólo
con ofrecer muy buenos espectáculos para públicos
selectos se justifica un proyecto teatral. En estos tiempos, la
Facultad y la Universidad pueden hacer que esta carencia se satisfaga:
la primera, continuando con la apertura a distintas formas de teatralidad
y fortaleciendo sus competencias, especialmente las de gestión
y pedagogía, de manera que sus egresados se distribuyan por
los diferentes puntos del estado y del país; la segunda,
estableciendo programas de carácter curricular y extracurricular
que garanticen un acercamiento de la población con la creación
artística.
En este sentido, vale decir que el acceso al disfrute y a la práctica
del teatro como una experiencia de conocimiento y desarrollo humano
es algo que tiene que atenderse. A pesar de esta importancia, la
presencia del teatro y de las otras artes en las regiones de la
Universidad es prácticamente nula, pero es necesario considerar
que, en la perspectiva de la “formación para la vida”,
el teatro puede jugar un papel fundamental en la formación
de los ciudadanos.
Por otra parte, la relación entre la formación y la
producción artística profesional no ha estado del
todo articulada en la Universidad, y esto no quiere decir que los
egresados de las licenciaturas se tengan que incorporar a los grupos
artísticos existentes, lo cual en cierta medida ha ocurrido.
Se trata más bien de contar con una política integral
de docencia, investigación y difusión que abarque
a las facultades y a las compañías profesionales.
El Modelo Integral y Flexible no sólo debe funcionar en el
ámbito de la docencia, sino en todas las actividades de la
Universidad. Es necesario, en suma, plantear nuevas formas de organización
y de producción para hacer que las artes cumplan con la misión
de “generar conocimiento para su distribución social”. |
Una
de las escenas de la obra Atracciones S.A., dirigida por Carlos
Converso. |
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Comentario
final
Si el teatro del siglo XXI se orienta, por un lado, hacia la ruptura
de las fronteras entre las artes de la representación y,
por otro, hacia la espectacularidad tecno-cibernética, a
las escuelas de Teatro y, en particular, a la Facultad les toca
jugar un papel transformador con respecto a la manera de comprender
y representar a la persona, a la sociedad y al mundo.
El teatro no tiene el camino fácil en una época en
la que una parte del mundo se entretiene frente a los aparatos electrónicos,
otra busca desesperadamente cómo sobrevivir y otra más
–la más pequeña– se sigue hinchando los
bolsillos de dinero, al tiempo que contempla plácidamente
el espectáculo de la destrucción planetaria.
En la medida que los problemas de la humanidad se tornan más
complejos, el teatro necesariamente se hace más complejo;
en la medida que la humanidad va aniquilando las fronteras geográficas
que la han mantenido sujeta a condiciones políticas y económicas
ya insostenibles, el teatro se ve obligado a trascender sus propios
límites; en la medida que el conocimiento se presenta como
un horizonte de posibilidades y no como datos y fórmulas
para almacenar y repetir hasta el cansancio, el teatro tiene que
replantear sus estrategias para convertirse en un espacio participativo
de construcción/comprensión de múltiples realidades;
en la medida que los individuos nos damos cuenta de que vivimos
“a la intemperie”, el teatro necesita volver a ser el
templo que alguna vez fue, sólo que ahora sin templo, es
decir, sin la edificación material que permitía sentirse
resguardado, pero sí con la estructura de manos entrelazadas
de hombres y mujeres que comparten su aliento y su energía
con un solo propósito: subsistir dignamente como humanidad.
Por todo lo anterior es importante que exista una Facultad de Teatro
como la que la Universidad Veracruzana fundó en 1976, y por
eso también el propósito que la anima en esta nueva
etapa es crear comunidad, primero en el interior de nuestro espacio
educativo y luego con otras comunidades en México y en el
mundo, para mantener intercambios y hacer cada vez más amplia
la red de formación teatral hasta alcanzar dimensión
planetaria. Pero estamos conscientes que esto último sólo
se logrará si tenemos fuertes vínculos con el ámbito
más cercano, el local. Por ello, nuestro trabajo se centra,
ante todo, en nuestra comunidad universitaria y en la población
del estado y del país, pues por lo menos una tercera parte
de la matrícula está integrada por estudiantes de
diversos estados de la República.
A 30 años de su fundación, la Facultad está
en condiciones de refrendar su compromiso con la sociedad para la
transformación de la vida, haciendo que la unidad y el diálogo,
sumados a la absoluta disponibilidad y disciplina en el trabajo,
sean sus prácticas cotidianas.
Por todo ello, directivos, maestros, estudiantes y trabajadores
de esta dependencia universitaria nos hemos propuesto hacer de este
2006 un año de conmemoración y reflexión sobre
nuestro compromiso con la sociedad. De hecho, desde el 23 de febrero,
estamos realizando diversas actividades que culminarán el
9 de diciembre y con las cuales se pretende analizar el camino recorrido
e identificar los logros obtenidos.
Los significativos avances de la Facultad en los últimos
años y la disposición que maestros y estudiantes han
manifestado para seguir avanzando nos sitúan ante la gran
oportunidad de hacer de la Facultad de Teatro el espacio donde la
razón, el compromiso, la tolerancia, la voluntad y el trabajo
creativo convivan en una celebración permanente de fraternidad
y conocimiento.
NOTAS
1.
Director de la Facultad de Teatro de la Universidad Veracruzana.
2 Elka Fediuk, “Desarrollo académico de la Facultad
de Teatro”, en Memoria de la Facultad de Teatro 1976-2001,
Universidad Veracruzana, Xalapa, 2001. |
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