Julio-Septiembre 2006, Nueva época Núm.99 Xalapa • Veracruz • México
Publicación Trimestral


 

 Ventana Abierta

 Mar de Fondo

 Tendiendo Redes

 ABCiencia

 Ser Académico

 Quemar Las Naves

 Campus

 Perfiles

 Pie a Tierra


 Números Anteriores


 Créditos

 

Difusión de la fotografía en México

Miguel Fematt 1

En 30 años, una de cada tres personas en el mundo habitará en asentamientos clandestinos sin servicios, a menos de que los gobiernos implementen políticas

A lo largo de los años, en nuestro país se han ido creando acervos fotográficos y se han ido realizando numerosas actividades, con el fin de difundir el trabajo de fotógrafos mexicanos y extranjeros. Por ejemplo, en 1949, se fundó el Club Fotográfico de México, con una clara vocación de difundir la fotografía y promover a sus socios; años más tarde, en 1976, se creó, en Pachuca, la Fototeca Nacional con algunos de los acervos más importantes del país, y en 1977 nació el Consejo Mexicano de la Fotografía, lo que marcó un verdadero parteaguas en la historia de la fotografía en nuestro país.

Asimismo, desde hace 12 años se creó el Centro de la Imagen, dedicado precisamente a la difusión de la fotografía, entre muchas otras funciones; desde hace 13 años se realizó la Bienal de Fotoperiodismo, y desde hace una década Pedro Meyer creó Zona Zero, una de las páginas más importantes de la fotografía digital en la red, creada específicamente para la divulgar la fotografía en el mundo.

Fue en 1984 cuando, a pesar de que en provincia no existía ninguna instancia que nos apoyara para llevar a cabo nuestros propósitos, los fotógrafos de Xalapa decidimos organizarnos tanto para analizar nuestro trabajo, criticarlo, seleccionarlo, exponerlo y, eventualmente, publicarlo, como para ser una alternativa ante la actitud centralizada del Consejo Mexicano de la Fotografía frente a nuestro oficio. Así surgió Fotoapertura, grupo cuya filosofía estaba basada en un criterio abierto hacia toda manifestación artística que utilizara la fotografía, a diferencia del Consejo que sólo aceptaba, según sus principios, la fotografía socialmente comprometida.

Los resultados fueron sumamente interesantes: acudieron al principio cerca de 25 fotógrafos, todos altamente entusiasmados con el proyecto; sin embargo, cuando empezamos a mostrar entre nosotros nuestro trabajo, muchos no resistieron la crítica que era, como lo habíamos planteado, sumamente objetiva, nada personal.

Esto redujo a 15 el número de asistentes a las juntas semanales en la casa de alguno de los integrantes, pero con ellos organizamos ese mismo año nuestra primera exposición que se llamó, precisamente, 15 Fotógrafos. Para ello, contamos con dos padrinos insuperables: Nacho López, quien escribió el texto para la ficha museográfica y la invitación, y Pedro Arrate, pionero del famoso movimiento del Cartel Cubano, quien diseñó, claro, el cartel.

Muchas cosas han sucedido desde entonces. Nos integramos al efímero Movimiento Fotográfico Independiente (MOFI), conformado por varios grupos de provincia que se manifestaron bajo el mismo principio: dar la espalda al Consejo Mexicano de Fotografía para convertirse en un circuito de exposiciones itinerantes. Este movimiento no tuvo mucha repercusión, pero a nosotros nos dio la energía para seguir funcionando como un grupo guerrillero que traía por fusiles los ideales de un manojo de románticos, enamorados de su quehacer, que no creían que sólo existía la ruta del Consejo Mexicano de Fotografía.

“La buena fama durmiendo” es la obra más famosa de Manuel Álvarez Bravo, uno de los artistas homenajeados en Junio: Mes de la fotografía.
Una tarea que nos impusimos desde el principio fue crear en Xalapa un público educado para ver nuestro trabajo, pues, aunque por esos tiempos varios restaurantes y cafés decoraban sus paredes con fotografías antiguas de la ciudad –lo cual era muy divertido, pero monótono e invisible cuando te encontrabas con las mismas imágenes en varios de ellos–, no se exhibía prácticamente nada de fotografía contemporánea en las escasas galerías existentes en ese entonces. Y sucedió el milagro: los propietarios de bares y restaurantes empezaron a proponernos actividades en sus espacios, ya que a la par que atraían un público consumidor de sus productos, estaban cambiando su decoración cada temporada.

Ese mismo año, tuve a bien abrir los criterios de dicho público xalapeño, caracterizado por el conservadurismo (hasta la fecha), realizando mi primera exposición de desnudo masculino en el Ágora de la Ciudad, un espacio del DIF estatal que hasta entonces sólo exhibía macramé y pintura sobre platos de porcelana. Ante mi sorpresa, en lugar de reprocharme la osadía, la gente se manifestó encantada de que por fin alguien mostrara ese otro lado del desnudo, concepto que hasta entonces sólo se concebía como imágenes de mujeres pudorosamente desnudas. Y pido una disculpa por incluirme como parte de este movimiento de creación de un público para la fotografía, pero considero que verdaderamente mi actitud abrió los criterios no sólo de los intelectuales, artistas y amantes del arte ya acostumbrados a ir a la inauguración de las exposiciones, sino también de muchas personas más cuya curiosidad por el tema las llevó a internarse a una galería. Por supuesto que los medios de comunicación también fueron atraídos, y ésa fue nuestra oportunidad para presentarnos como grupo, para que todo mundo supiera que había una cofradía de fotógrafos trabajando para mostrar su obra en lugares más bien alternativos.

En ese tenor transcurrieron 5 años, unos con más actividad que los otros, pues nuestra labor principal estaba vinculada con la Universidad Veracruzana (UV), donde cada uno de nosotros se desempeñaba como catedrático, investigador o fotógrafo de algún departamento gráfico. Eso nos absorbía buena parte de nuestro tiempo y no nos permitía programar muchos eventos extras. Sin embargo, en 1989, integramos el comité organizador del 150 Aniversario de la Fotografía, cuya sede fue la Galería Universitaria Ramón Alva de la Canal, de la cual era director Javier Puchetta y como coordinadora de enlace y seguimiento de actividades estaba Eva Aiastui, quienes promovieron ante la Universidad la realización de un evento especial. Fotoapertura se sumó con entusiasmo, y nos salió tan bien que Alejandro Castellanos, entonces director de la revista Foto Zoom, se interesó en nosotros y nos dedicó un número especial. Fue la primera vez que salimos verdaderamente de la provincia para dar a conocer nuestros trabajos y los de varios invitados externos.

Esta experiencia fue tan alentadora que nos surgió la idea de crear el Mes de la Fotografía en Xalapa, y decidimos que el mejor era junio, porque era conveniente sobre todo para los alumnos de Fotografía de la Facultad de Artes Plásticas. Así, en 1990, realizamos el primer Junio: Mes de la Fotografía en Xalapa. Desde entonces, ha habido una serie de aciertos, por ejemplo, se nos ocurrió dedicar el festival a un maestro de la fotografía mexicana, lo cual ha resultado sumamente conveniente, pues le hemos dado un lugar preponderante a las figuras emblemáticas, al tiempo que hemos ido presentando a nuestro público las nuevas propuestas; de esta manera, hemos ido creando puentes.

Con el tiempo, hemos ido depurando y afinando nuestro proyecto, y si bien en las primeras ediciones hubo un conjunto de exposiciones tutti-frutti con algunos talleres y conferencias, después decidimos que cada emisión debía diseñarse para rodear verdaderamente al homenajeado con eventos que tuvieran que ver con el género fotográfico que mejor lo definía. De esta manera, el homenaje a los Hermanos Mayo estuvo rodeado de exposiciones de fotógrafos dedicados al fotoperiodismo. Se convocó a un salón a los colegas que lo ejercían en la localidad y se presentaron conferencias a propósito del tema. También trajimos a Xalapa la exposición de una de las primeras bienales nacionales de este género.

El homenaje a Pedro Meyer fue diseñado para convocar a los que utilizan la fotografía digital como técnica personal y a otros que usan alguna tecnología alternativa (Jurado dixit), como Darío Albornoz, fotógrafo argentino que trabaja el daguerrotipo y quien en 2004 ganó la beca Guggenheim con un proyecto para rescatar los oficios callejeros que aún existen en su ciudad, Tucumán. Así, logramos crear un contraste interesante en nuestro programa de 2004, en el que celebramos también el vigésimo aniversario de Fotoapertura. Aquí cabe aclarar que en la licenciatura de Artes Plásticas de la UV, opción Fotografía, se considera impartir algunos talleres de técnicas antiguas, como un eterno homenaje al maestro Carlos Jurado, creador de la carrera y a quien, por supuesto, ya le hemos dedicado un festival.

Una de las imágenes que formó parte de la exposición de Pedro Meyer, cuyo homenaje fue diseñado para convocar a los que utilizan la fotografía digital.
También hemos homenajeado a Mariana Yampolsky, Nacho López, Rodrigo Moya y Manuel Álvarez Bravo, entre otros. El último festival (el de 2006) estuvo dedicado a Graciela Iturbide y fue un evento redondo que tuvo gran aceptación y difusión en los medios locales, así como en la revista Cuartoscuro y en el periódico La Jornada.

Como en todos, fueron invitados fotógrafos del Distrito Federal y de otras ciudades de provincia, además de algunos extranjeros de Suiza, Argentina, Cuba, Italia y Estados Unidos. Asimismo, se realizaron varias exposiciones colectivas de alumnos de fotografía y de impresores (propiedad de la Fototeca de Pachuca) y el Homenaje Nacional a Mariana Yampolsky. Por otro lado, convocamos este año al Encuentro Nacional de Directores de Festivales de Fotografía, al que acudieron los promotores de Guadalajara, Zacatecas, Pachuca, Monterrey, San Luis Potosí, Oaxaca y, por supuesto, Xalapa; presentamos recientes ediciones de libros de fotografía documental y el número 77 de la revista Cuartoscuro, dedicado a Graciela Iturbide y a nuestro festival; organizamos el taller de Fotografía de color a partir de negativos blanco y negro, que fue impartido por el maestro Carlos Jurado, y Lizzet Luna, egresada de la Universidad Veracruzana, ofreció una conferencia sobre fotografía y nuevos lenguajes en el arte.

En éste, como en los últimos 4 festivales, se convocó por Internet a participar en una exposición electrónica, que presentamos en la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información de la UV, donde se proyectaron en un loop en un monitor de computadora las fotos seleccionadas de autores de varios países del mundo que acudieron al llamado. Esta exposición fue resultado de una propuesta que Flor García, de Cuernavaca, Morelos, presentó cuando era alumna de la carrera, y continúa apoyando esta actividad desde su ciudad natal.

Visto en retrospectiva, nuestro festival ha invitado a un buen porcentaje de fotógrafos del país, tanto los de gran renombre como los emergentes, y a un número importante de artistas extranjeros; además, aunque nuestra sede es Xalapa –ciudad que ha dado importantes fotógrafos y promotores de la fotografía a la escena nacional, entre ellos Daniel Mendoza, Ángela Arziniaga, Patricia Martín, Hildegart Oloarte y Domingo Valdivieso–, hemos extendemos nuestro evento a otras ciudades del estado, como el puerto de Veracruz, Poza Rica, Coatzacoalcos, Minatitlán, Xico y Coatepec. En este recuento, también es importante señalar que, de 1990 al 2004, hemos organizado el festival cada año, excepto en 1994, cuando Alejandro Castellanos, Alberto Tovalín y yo realizamos un Encuentro Binacional México-Estados Unidos en Xalapa, el cual marcó un importante precedente en la historia de la fotografía de este país.
También quiero comentarles que hace ya varios años fui invitado por la gente de Tijuana a ofrecer una conferencia sobre nuestro festival, en el contexto de un incipiente evento sobre fotoperiodismo. Y aunque el nuestro no es exclusivo de un género, estaban interesados en conocer nuestra mecánica y nuestra experiencia en la difusión de la fotografía. Ahí estaba Lucian Perkins, foto-reportero del Washington Post, quien ese año había ganó el Premio Pullitzer por su trabajo sobre los desplazados de Bosnia Herzegovina. Después de escuchar mi ponencia, Lucian se acercó a mí para decirme que estaba conmovido y que quería exponer en nuestro festival. Por supuesto que lo invité para el siguiente año y fue la primera y única vez que pagamos el pasaje de avión a un invitado internacional.

La anterior anécdota me sirve para destacar que, al ser un festival independiente, realizado por un grupo de fotógrafos interesados en llevar la escena fotográfica del mundo a Xalapa, no tenemos presupuesto.

El último festival, el de 2006, estuvo dedicado a la fotógrafa Graciela Iturbide.
 

Ciertamente, la Universidad Veracruzana y el Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC) nos apoyan con una cantidad simbólica de dinero y con sus instalaciones, y algunos amigos de la iniciativa privada también nos apoyan, pero no tenemos presupuesto.

Ante tales limitaciones, fuimos invitados a integrarnos a un circuito internacional de festivales de fotografía para celebrar la llegada del nuevo milenio en el 2000 y para realizar lo que se bautizó como Festival de la Luz, nombre sugerido por Patricia Mendoza. Ella me llamó personalmente al asumir la dirección del Centro de la Imagen para platicar y para invitarnos a contar con ella, pues pretendía sumarse a todos los esfuerzos que se hacían entonces en la República Mexicana para promover la fotografía. ¡Y vaya que lo hizo!

Con Junio: Mes de la Fotografía hemos llegado al mundo; también he tenido satisfacciones personales, como la oportunidad de ser uno de los curadores de una importante exposición de fotografía mexicana para Fotofest 98 (el macrofestival de Houston, Texas) que se llamó Mirando a los 90´ s, fotografía mexicana contemporánea. De la misma manera, he curado exposiciones de fotógrafos radicados en Xalapa para Fotonoviembre; muestras de Tenerife, España, así como exposiciones de la Fotogalería, primera galería de Buenos Aires, Argentina, dedicada exclusivamente a la fotografía desde hace muchos años.

La difusión de la fotografía se ha convertido así en una vertiente de mi quehacer, que me ha ocupado (además de la docencia y la autoría) tiempo casi completo desde hace 22 años. A lo largo de este periodo he caminado con el grupo Fotoapertura con distintos integrantes, dado que, como en todos los grupos, unos se suman y otros se restan. Y desde aquí quiero agradecer a todos mis colegas de Fotoapertura su sacrificio y entusiasmo para, de una forma altamente comprometida, dedicar sus talentos y su tiempo a la realización de nuestro festival.


Nota

1 Catedrático de la Facultad de Artes Plásticas de la Universidad Veracruzana y Coordinador de Junio: Mes de la Fotografía.