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La
investigación, una de sus fortalezas
Registran importantes avances y logros
universidades públicas
Edith
Escalón |
Las
constantes críticas que se les hace a las universidades públicas
de todo el país se deben a un profundo desconocimiento acerca
de todo lo que han avanzado en los últimos años y
de su gran contribución a la sociedad. Ante esta perspectiva,
las instituciones están dispuestas a proporcionar toda la
información necesaria para que la sociedad conozca sus esfuerzos,
logros y aportaciones, y no sólo están abiertas a
esto, sino que también se han sometido a procesos de autoevaluación
que les ha permitido reconocer los importantes retos que deben enfrentar
en el futuro, como garantizar un estándar de calidad en el
ámbito nacional y cumplir sustancialmente con estándares
internacionales.
De acuerdo con el rector de la Universidad Autónoma de Nuevo
León (UANL), José Antonio González Treviño,
la principal fortaleza de las universidades públicas es la
oportunidad que brinda a todas las personas para acceder a la educación
superior. Asimismo, en las universidades públicas se realiza
la mayor cantidad de investigación y proyectos de desarrollo
tecnológico del país, además de que, en los
últimos años, la calidad de sus programas académicos
está muy por encima de la calidad de los programas de la
mayoría de las instituciones privadas. |
El
sistema de educación superior pública del país
ha tenido avances importantes al estar sometido a los procesos de
evaluación externa y a los de autoevaluación, y al
ir creando y sumando redes de colaboración con base en programas
gubernamentales y de planeación participativa. Y es que en
las universidades públicas debemos estar sometidos a las
evaluaciones y rendir cuentas a la sociedad no sólo en cuanto
a la aplicación eficiente de los recursos, sino también
a la calidad de los programas educativos. |
Acerca
de estos importantes puntos, además de temas sobre presupuestos
y su distribución, transparencia y rendición de cuentas,
así como los grandes retos de las instituciones públicas
para el futuro giró la siguiente entrevista con el Rector de
la UANL, quien asistió a la XXXVII reunión de la Asociación
Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior
(ANUIES), que se llevó a cabo en Boca del Río, Veracruz.
A
las universidades públicas se les critica de ser poco viables
o de ser fábricas de desempleados. ¿Cuál
es su postura al respecto?
Creo que, en los últimos años, el sistema de educación
superior pública del país ha tenido avances importantes
al estar sometido permanentemente a los procesos de evaluación
externa y a los de autoevaluación, al ir creando y sumando
redes de colaboración con base en programas de planeación
participativa y programas del Gobierno que se han establecido, como
el Programa de Fortalecimiento del Postgrado o el Programa Integral
de Fortalecimiento Institucional.
Y es que en las universidades públicas debemos estar sometidos
a las evaluaciones externas y rendir cuentas a la sociedad no sólo
en cuanto a la aplicación oportuna y eficiente de los recursos
que recibimos por parte de los gobiernos federal y estatal y de muchas
organizaciones que se suman al esfuerzo de la universidad, sino también
a la calidad de los programas educativos. De hecho, las instituciones
de educación superior han estado cumpliendo con criterios de
calidad con base en las recomendaciones que han realizado los Comités
Interinstitucionales de la Evaluación de la Educación
Superior (CIES) y en las evaluaciones y acreditaciones que realizan
estos consejos. Esto garantiza, primeramente, que la formación
que están recibiendo los estudiantes a través de programas
acreditados tenga altas posibilidades de éxito, es decir, que
los alumnos se desenvuelvan exitosamente en la vida profesional, en
cualquier área del conocimiento y en cualquier ámbito. |
Es
errónea la idea de que las universidades públicas
son fábricas de desempleados; más bien, son la única
oportunidad que tienen muchas personas de formarse en la educación
superior para después escalar socialmente, para contribuir
al desarrollo de un estado o de una región. Por ello, este
sistema educativo es fundamental para el desarrollo del país
y de sus habitantes. |
Gracias
a sus logros, las universidades públicas han ganado terreno
y reconocimiento nacional e internacional, pues es en ellas donde
se realiza casi toda la investigación científica de
este país y donde están concentrados los recursos humanos
de alto nivel que pertenecen al Sistema Nacional de Investigadores
(SNI) y los que atienden programas académicos en todas las
áreas del conocimiento. |
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Además,
dichas instituciones están cubriendo una demanda y una necesidad,
y esta labor la tienen que realizar con calidad, por lo que es importante
que reciban el financiamiento apropiado para avanzar en la actualización
de sus programas educativos, tener las condiciones necesarias para
que profesores e investigadores realicen sus actividades adecuadamente,
formar cuadros académicos y contar con el equipamiento necesario.
¿No
son, entonces, fábricas de desempleados?
No, definitivamente no. Es la única oportunidad que tienen
muchas personas de formarse en la educación superior para después
escalar socialmente. |
Las
instituciones de educación pública son las que brindan
la oportunidad a todos los segmentos de la población de tener
una educación de calidad y, así, contribuir al desarrollo
de un estado o de una región. Por ello, este sistema educativo
es fundamental para el desarrollo del país y de sus habitantes. |
Los
principales retos de las universidades públicas, pero también
de las privadas, son garantizar la pertinencia de sus programas
educativos, ofrecer una educación de buena calidad, lograr
el financiamiento necesario anual para mantenerse vigentes en tecnología
y actualizar sus procesos de enseñanza aprendizaje, formar
nuevos cuadros académicos, actualizar la planta académica
y hacer una planeación en cuanto a la formación y
el perfil deseable de los profesores. |
¿Cuáles
serían, según su punto de vista, los principales retos
que enfrenta la educación superior pública?
Los principales retos de las instituciones de educación superior
pública, pero también de la privada, son garantizar
la pertinencia de sus programas educativos, ofrecer una educación
de buena calidad, lograr el financiamiento necesario anual para mantenerse
vigentes en tecnología y actualizar sus procesos de enseñanza
aprendizaje, formar nuevos cuadros académicos, actualizar la
planta académica y hacer una planeación en cuanto a
la formación y el perfil deseable de los profesores para que
cumplan con los criterios de calidad establecidos.
El reto general de la educación superior es contribuir al desarrollo
del país, crear y divulgar el conocimiento para generar riqueza,
así como formar con alta calidad los recursos humanos que se
requieren, para que sean competitivos y atiendan las demandas de nuestro
país, las necesidades de los sectores productivos
–tanto públicos como privados– y los requerimientos
de la sociedad en general.
El
financiamiento ha sido uno de los puntos más importantes de
la reunión de la ANUIES con los candidatos a la presidencia
de la República Mexicana, pero ¿qué están
dispuestas a ofrecer las universidades públicas a cambio de
un mayor porcentaje del PIB dedicado a la educación superior?
Los compromisos de las universidades, al estar solicitando un mayor
porcentaje del PIB (el 1.5 para educación superior y el 1 por
ciento para ciencia y tecnología), son garantizar que atenderemos
las carreras del futuro, ofrecer una educación de buena calidad,
rendir cuentas a toda la sociedad en cuanto al ejercicio de los recursos
que se asignan y en cuanto a la calidad de los programas académicos
que imparten, impulsar una mayor cobertura a través de las
diferentes modalidades de estudio, abrir programas de educación
a distancia y ampliar e impulsar los programas de postgrado con base
en las necesidades regionales y nacionales, porque ahí se generan
los proyectos de investigación de interés nacional y
estatal.
Asimismo, independientemente de quién presida el Gobierno de
México, se comprometen a diseñar y apoyar proyectos
de desarrollo en nuestro país en todas las áreas: salud,
energía, desarrollo social y sustentable, justicia y seguridad,
medio ambiente, etcétera.
Hace un momento hablaba de la transparencia y de la rendición
de cuentas, ¿tienen ustedes algún organismo
o ley específica para asegurar la transparencia? |
Sí,
la Universidad Autónoma de Nuevo León elaboró
su reglamento de transparencia y de acceso a la información,
y hay una unidad enlace para acceso a la información a disposición
de todo el público, cuyo fin es proporcionar los datos que
estamos obligados a dar. Este reglamento de transparencia –que
se estableció a partir de la creación del Instituto
Federal de Acceso a la Información (IFAI) y de la Ley Estatal–
lo tenemos desde hace casi 3 años y se perfecciona con la unidad
enlace, lo cual permite atender cada vez más solicitudes.
Pienso que todas las instituciones públicas de educación
superior han estado avanzando de una manera importante en este aspecto,
han estado abiertas a las auditorías de la Federación
y están convencidas de que la universidad pública, entre
más se abra, tendrá más el respaldo de la sociedad,
porque se sabe de su contribución y del apoyo que brinda a
las personas a las que se les da acceso. |
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¿Está
de acuerdo con la manera en que se reparte el presupuesto para la
educación superior?
Aún no estamos completamente satisfechos con la manera en que
se distribuyen los recursos financieros ni en que cada año
haya una reducción del presupuesto que ya tenemos asignado
y que haya que estarlo negociando. Considero que se deben establecer
mecanismos para una adecuada distribución del presupuesto,
que permita seguir avanzando a las universidades que ya han recorrido
determinados caminos y que ya están alcanzando reconocimientos
por la calidad de sus programas educativos. Asimismo, es necesario
que se apoye el rezago que existe en otras universidades.
Se tiene que buscar, pues, una distribución justa y oportuna
de los recursos financieros que requieren las instituciones de educación
superior, para poner en operación el modelo de asignación
adicional financiera para las universidades, que es un camino para
ir explorando modalidades de asignación presupuestal, donde
se toma en cuenta la cantidad de estudiantes, el área de conocimiento
de los programas educativos, el nivel de estudios, la calidad y pertinencia
que está reflejando cada una de las instituciones. Este es
un modelo que se puede poner en práctica y se puede ir perfeccionando
hasta llegar a ser, en un futuro, el sistema de distribución
del presupuesto más justo para la educación superior. |
No
estamos satisfechos con la manera en que se distribuyen los recursos
financieros ni en que cada año haya una reducción
del presupuesto ya asignado y que haya que estarlo negociando. Se
deben establecer mecanismos para una adecuada distribución
del presupuesto, que permita seguir avanzando a las universidades
ya reconocidas por la calidad de sus programas educativos. Asimismo,
es necesario que se apoye el rezago que existe en otras instituciones
educativas. |
Durante
la reunión, varios rectores hablaron de crear un Sistema Único
de Educación Superior, ¿qué beneficios
traería?
Pretendemos crear un sistema de información de educación
superior que permita estandarizar muchos criterios en la organización
de las universidades. Desde mi perspectiva, creo que ciertos criterios
y términos sí se pueden estandarizar y que es factible
que exista una red, un Sistema Único de Educación Superior
Público, con sus respectivos niveles y áreas escolares
y tecnológicas. Eso nos permitiría tener una mejor comunicación,
aprovechar las fortalezas con las que cuentan las instituciones, impulsar
grupos multidisciplinarios para desarrollar la investigación
y la tecnología, además de mejorar la calidad de los
programas educativos.
¿A qué se debe que las universidades públicas
sean criticadas constantemente?
Se debe a un total desconocimiento acerca de todo lo que han avanzado,
de todo lo que están realizando a pesar de los bajos presupuestos,
de las contribuciones y bondades de la educación pública
del país que han permitido formar y preparar a mucha gente
en beneficio de las regiones, de los estados y del país en
general, y la universidad pública es la única que brinda
estas oportunidades.
En efecto, la sociedad no sabe a ciencia cierta qué hacen las
universidades, pero éstas están abiertas a proporcionar
toda la información para dar a conocer la contribución,
el avance y la consolidación que tienen. Y, aunque ha habido
importantes logros, cabe reconocer que hay retos muy importantes para
el futuro, como garantizar un estándar de calidad en el ámbito
nacional y cumplir sustancialmente con estándares internacionales.
Éstos son los retos y la meta que hemos establecido.
En términos económicos, ¿qué importancia
debe darle la universidad al mercado? |
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Debemos
tomar en cuenta áreas prioritarias de desarrollo en tecnología,
por ejemplo la biotecnología, la nanotecnología, los
nuevos materiales, las ciencias de la salud, la energía, las
tecnologías de la información y la creación de
software. Sin embargo, no debemos descuidar la formación humanista
que debemos dar también a los cuadros de expertos en ciencia
sociales y en humanidades, dado que esto es esencial para el desarrollo
de la sociedad del conocimiento.
Las universidades públicas, además de atender al mercado,
deben atender todas las áreas del conocimiento, ya que son
las únicas instituciones que cubren todos los frentes, y no
deben descuidar el humanismo, pues es necesario para equilibrar el
desarrollo regional. |
Según
su opinión, ¿cuáles serían las
principales fortalezas de las universidades públicas, si se
comparan con las de las privadas?
La principal fortaleza de las universidades públicas es la
oportunidad que brindan a personas de escasos recursos para acceder
a la educación superior. Asimismo, en las universidades públicas
es donde se realiza la mayor cantidad de investigación y de
proyectos de desarrollo tecnológico.
Por otra parte, en los últimos años, la calidad de sus
programas académicos está muy por encima de la que tienen
las instituciones privadas –en la mayoría de los casos–,
aunque existen universidades privadas que han hecho esfuerzos importantes
y que están sometidas a procesos de evaluación nacional
e internacional, pero la mayoría está muy por debajo
de los criterios de calidad que cubren varias instituciones públicas
del país. |
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