Dahlia coccinea Cav.
Es una especie común en los jardines tradicionales que se conoce comúnmente como Charahuesca, charagüisca, mirasol, jicamite o xicamoxóchitl (este último en en náhuatl), entre otros.
Los tallos de este especie llegan a medir 3 metros de altura son erectos y se ramifican en las partes florales. Posee hojas grandes muy variables en tamaño y forma ya que, se pueden presentar hojas simples a compuestas con los márgenes dentados, los peciolos son alados y acanalados.
Las inflorescencias de denominan cabezuelas, las cuales son de gran tamaño y generalmente solitarias aunque pueden presentarse hasta 3 en pedúnculos de 10 a 25 cm de largo, tienen una apariencia erecta o inclinada. Las brácteas externas son verdes, carnosas y generalmente curvadas. Las flores son liguladas con una corola ovada a elíptica de color anaranjado, rojo o amarillo. Las flores del disco poseen ambos sexos son de color amarillo formando un tubo ensanchado y los estambres son de color amarillo.
El fruto es un aquenio de color café, grisáceo a negruzco con forma linear-oblanceolado a espatulado, comprimido y con surcos.
Esta especie posee un amplio rango de distribución en México habitando principalmente en los bosques de pino-encino, bosque mesófilo de montaña en áreas pedregosas y soleadas. También se ha registrado en bosque tropical caducifolio.
Posee diversos usos tradicionales entre los que destacan el uso de la raíz para elaborar un té efectivo contra la tos; las hojas se usan para preparar infusiones que se usan como diurético y para aliviar los cólicos. Además, es una especie que a pesar de ser más pequeña que las dalias comerciales y cultivadas para su venta, también se emplea como ornamental en diversas localidades de México por la belleza e intensidad de sus colores.
¡Sigamos conociendo la diversidad florística de México!