El 10 de febrero de 2003 el Dr. Víctor Arredondo Álvarez, a la sazón Rector de la Universidad Veracruzana, firmó el acuerdo que creaba el Instituto de Filosofía. La idea de crear un instituto tal era ya muy antigua en la Universidad Veracruzana, pues personalidades como el Dr. Fernando Salmerón Roiz siempre desearon que existiera una institución en la máxima casa de estudios de Veracruz dedicada a la investigación filosófica. La idea empezó a concretarse en pláticas informales entre los académicos que originalmente formaron su planta académica: los doctores Renato Prada Oropeza, Adolfo García de la Sienra Guajardo, José Antonio Hernanz Moral, Darin Michael McNabb Costa y Horacio González López.
Consideraron que la UV carecía de un espacio de investigación en filosofía, a pesar de que ésta es fundamento de la investigación en ciencias humanas y sociales, referente habitual en la investigación en ciencias naturales, y que no se estaban aprovechando al máximo los recursos humanos, en materia de filosofía, de los que disponía. Gracias a la naturaleza abstracta y general de la filosofía, y por lo tanto a su capacidad para articular con más eficacia relaciones inter- y transdisciplinarias entre todas las ramas del saber, se consideró que la creación del Instituto de Filosofía podría servir como un factor importante en la integración del conocimiento.
Originalmente se pensó que el Instituto debería funcionar en una modalidad eminentemente virtual. Por virtualidad se entendía una estructura y dinámica de trabajo basados fundamentalmente en términos de relaciones y redes. En lugar de insistir en un edificio donde todos los investigadores del Instituto laboraran, se consideró que lo importante era tener una estructura flexible, capaz de adaptarse a las necesidades puntuales de la generación y aplicación del conocimiento. Lo importante de un Instituto es el trabajo que lleva a cabo y el conocimiento que genera y, cada vez más, esto se realiza más eficientemente en función de su capacidad de vincularse interdisciplinariamente en distintas redes de trabajo con diferentes cuerpos académicos. Sin embargo, las necesidades académicas y administrativas obligaron a que fuese ubicado en oficinas idóneas en 2008.
Además de la investigación, un Instituto debía contar con un programa de posgrado para la formación de recursos humanos. Puesto que la Facultad de Filosofía de la Universidad Veracruzana ya cuenta con un programa de maestría, se decidió incluir en el proyecto del Instituto la oferta de un doctorado en filosofía. Pensando en la exigencia social arriba mencionada, investigamos las distintas modalidades de los medios de comunicación actuales y su aplicación en programas de educación a distancia. Encontramos que la UV cuenta con una plataforma propia de educación a distancia (Eminus) que podríamos implementar en nuestro programa de doctorado a mediano plazo. Se pensó arrancar la primera generación del doctorado en la modalidad presencial e ir incorporando aspectos más virtuales sobre la marcha, de esta forma ofreciendo un programa de alta calidad no solamente a los veracruzanos, sino a alumnos de toda la república y hasta del mundo hispanohablante en general. El programa de doctorado se inició en 2006 y en 2008 entró al Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC) del CONACYT.
Así fue concebido el Instituto y planteado a las autoridades universitarias. El proyecto fue recibido con mucho entusiasmo por el Rector y aprobado enseguida.
Originalmente, el objetivo general del Instituto era entender la cultura iberoamericana en la sociedad del conocimiento. Para lograr este fin acordamos centrar la investigación del Instituto en dos líneas principales: filosofía de la cultura y filosofía social.
La primera, en un sentido muy general, estudia la realidad humana desde el concepto de la cultura, analizando la configuración de universos simbólicos, los modos de construcción de la realidad –física o humana–, y el desarrollo y asimilación de la técnica y el arte. Además se estudia el papel relevante del lenguaje, tanto desde un acercamiento lógico-formal como desde uno semiótico y hermenéutico.
La filosofía social trata del conjunto de estudios de la filosofía aplicada, centrada en problemas de la ética y de la política. Un interés específico es la crisis en el ámbito de la ética, debido fundamentalmente a la reconfiguración de los sistemas axiológicos y al impacto de nuevas prácticas científico- tecnológicas. Otro enfoque principal es la reconfiguración de la teoría política en el marco de la globalización y el Nuevo Orden Mundial.
El Dr. Darin McNabb Costa fue el primer director del Instituto. Durante una buena parte del primer año de existencia del IF se dedicó al acomodo administrativo y académico de los investigadores, los cuales provenían de distintas dependencias de nuestra universidad. A pesar de este difícil trabajo, se logró organizar un simposio internacional sobre el estructuralismo en la filosofía de la ciencia que se llamó “30 Años de Estructuralismo: Resultados y Perspectivas”. Contamos con la presencia de varios distinguidos investigadores de países latinoamericanos y europeos para discutir la propuesta del Dr. Joseph D. Sneed, fundador de este influyente movimiento en filosofía de la ciencia. La presencia del Dr. Sneed en las actividades del simposio enriqueció enormemente las discusiones y deliberaciones. Hubo una buena asistencia por parte de la comunidad intelectual de la Universidad Veracruzana, y en general sirvió muy bien como punto de partida para el trabajo colegiado del Instituto.
A lo largo de su gestión, el Dr. McNabb se dio cuenta de que la modalidad virtual de trabajo no combinaba bien con la necesidad de crear un espacio de intercambio académico, diálogo e interacción comunitaria. Además, entraba en conflicto con la realidad administrativa y burocrática de la universidad. Para que los investigadores estuvieran adscritos al Instituto con todas las implicaciones administrativas de ello, era necesario que éste tuviera un número de dependencia. Con el apoyo y gestiones del Dr. Julio Quesada Martín, el Dr. McNabb consiguió convencer a las autoridades de esta necesidad y, por fin, al final de su gestión, logró obtener dicho número y rentar un edificio como sede del Instituto en la calle de Tuxpan 29, Fracc. Veracruz, en la ciudad de Xalapa.
El siguiente director ha sido el Dr. Adolfo García de la Sienra Guajardo, quien tomó posesión en marzo de 2008. Para entonces el Instituto contaba con una planta académica más amplia. Tanto el Dr. Prada como el Dr. Horacio González habían salido del Instituto pero se habían agregado el Dr. Ramón Kuri Camacho, el Dr. Julio Quesada Martín, el Dr. Jesús Turiso Sebastián y el Dr. Daniel Cabrera Altieri. El Dr. Cabrera salió pero se incorporaron los doctores Jacob Buganza Torio y Adriana Rosa Menassé Temple. Posteriormente se incorporó el Dr. Jaime Fisher y Salazar. Bajo la dirección del Dr. García de la Sienra se cambiaron las líneas de investigación a Lógica, metodología y filosofía de la ciencia, Ontología y metafísica, y Ética y filosofía política, pues éstas reflejan mejor la diversidad de intereses de sus investigadores.
En respuesta a la necesidad de un foro de discusión y análisis filosófico internacional, el IF creó la revista Stoa. El Dr. Turiso se ha encargado de desarrollar, mantener y dirigir esta revista. Tal como se planteó, Stoa pretende servir de foro de diálogo y discusión entre especialistas y académicos provenientes de la filosofía o de otros ámbitos del saber que acerquen sus inquietudes a la pregunta filosófica. Es una revista que se publica únicamente en línea, en los meses de enero y julio. Su primer número se publicó en enero de 2010 y se ha publicado de manera continua hasta la fecha. El Instituto produce también La fonda filosófica, un página web en la que es posible que el público no especializado escuche breves conferencias sobre los distintos tópicos de la filosofía.