Tras dos intensas semanas de clases, impartidas a la primera generación de terapeutas y personal de enfermería que cursa la Especialización en Rehabilitación Psicosocial que ofrece el Hospital de Salud Mental de Orizaba “Dr. Víctor M. Concha Vásquez”, académicos del Centro de Investigaciones Cerebrales (Cice) de la Universidad Veracruzana (UV) expresaron su entusiasmo por contar con la posibilidad de aportar sus conocimientos en beneficio de la población de trabajadores y pacientes del citado espacio.
El director del Cice, Jorge Manzo Denes, quien participó en el diseño curricular de la especialización ya mencionada y de una más en Enfermería psicosocial y salud mental, que se ofrecen en el hospital, hizo hincapié en la necesidad de que el trabajo académico trascienda las aulas universitarias y llegue a la sociedad en todas sus formas posibles. “No podíamos pasar por alto esta oportunidad de vincularnos con quienes, de primera mano y desde una perspectiva distinta a la nuestra, dan atención a personas que presentan alteraciones en el órgano estrella de nuestra diaria labor de investigación: el cerebro”, señaló el neurocientífico.
También investigadora del Cicey docente en esta especialización, Rebeca Toledo Cárdenas, renonoció el interés mostrado por los asistentes a este curso, la mayoría de ellos personal del hospital que ha trabajado durante años, quienes mantienen intacto su deseo de aprender para entender mejor el funcionamiento del cerebro y las enfermedades que lo aquejan.
“Tienen muy presente que la calidad del servicio tiene varias aristas y reconocen que es tan importante entender de neurofisiología cerebral, como lo es ofrecer un diagnóstico adecuado, dar un trato digno al paciente, cuidar la salud de los especialistas a cargo y no olvidar el bienestar de los cuidadores directos, ya sean familiares o trabajadores”, precisó la Dra. Toledo Cárdenas.
La investigadora señaló que en México no se cuenta con cifras exactas con respecto a la población que sufre alguna enfermedad mental debido a que, entre otras cosas, muchas personas no piden ayuda por temor a los tratamientos farmacológicos y/o a la posibilidad de que requieran internamiento en algún centro de salud, en donde –lamentablemente–muchos son abandonados o reciben malos tratos.
“Lo cierto es que la calidad de la atención y la infraestructura de los centros de salud mental no siempre es la mejor. Sin embargo, también hay que reconocer que existen instituciones que hacen un gran esfuerzo por dar calidad de vida a sus pacientes pese a las deficiencias de infraestructura y falta de presupuesto, éste es el caso del Hospital de Salud Mental de Orizaba, en donde el interés de académicos, enfermeras (os), terapeutas y personal en general, se refleja en el interés que tienen por aprender y mejorar”, indicó la académica.
También involucrados en este proyecto, los académicos del CiceGenaro Coria Avila, Leonor López Meraz, Luis García Hernández, Elena Hernández Aguilar, Deissy Herrera Covarrubias y Fausto Rojas, coincidieron al señalar que la experiencia ha sido muy fructífera y enriquecedora, “y esperamos siga creciendo en beneficio de los que tomen estas especializaciones y de sus pacientes”, concluyeron.
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