Investigador del INIFOR, participó en la Feria Internacional del Libro Guadalajara y en algunas entrevistas en Radio Universidad y en Radio Jalisco para presentar el libro “Como agua pa’l antropoceno, manual para el planeta con recetas, relatos y ciencia’ producto de la coordinación del mismo Dr. Díaz Álvarez junto con los investigadores Erick de la Barrera Montppellier y Ernesto Villalvazo Figueróa (IIES-UNAM), bajo la editorial de la Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad.
La idea de producir este libro surgió de la propuesta de combinar un artículo científico con un modelo de divulgación de la ciencia a manera de examen final para aprobar el curso “Seguridad alimentaria”, hecha por los investigadores a sus estudiantes. Para ello se consideró la celebración número treinta del libro de la escritora Laura Esquivel “Como agua para chocolate”, que dio pauta dirigir la atención del público hacia la biodiversidad a través de la comida, de lo cual también surge el título de esta publicación, la cual tiene como propósito brindar información necesaria para analizar el impacto que la humanidad causa al ambiente, a través de treinta ensayos y mediante treinta recetas poner en marcha la disminución de este impacto.
En su participación en entrevistas de radio el doctor Edison, junto con el doctor Erick hablaron sobre el contenido del libro y los temas que responden su título, como lo es la nueva era geológica que el planeta vive, el Antropoceno que está remplazando al Holoceno por el impacto de las actividades humanas industrializadas sobre los ecosistemas. Dijeron que esto es notable en las evidencias del registro geológico de radioactividad nuclear de mediados del siglo pasado o la misma acumulación de huesos de pollo, residuos del consumo humano. Como parte de esta época los seres nos enfrentamos al riesgo de la seguridad alimentaria, la cual crece con el aumento de la población humana concentrada en las ciudades y el abandono del campo, con ello hay menos personas que se dediquen a producir el alimento que la abastezca, sin mencionar la ignorancia sobre la naturaleza y su biodiversidad que se produce por esta desconexión.
Debido a que existe una relación estrecha entre la biodiversidad y la humanidad representada en la comida, ya que “cada cosa que comemos alguna vez tuvo que ver con la biodiversidad”, comentó el Dr. Eric De la Barrera, “al comer nos comemos al planeta” indicó el Dr. Díaz. Por ello con el libro “Como agua pa’l antropoceno, un manual para el planeta” se intenta informar a las personas respecto a las formas producción de los alimentos que atentan contra la biodiversidad, ya que la mayor parte de ciudadanos al no estar involucrados con el campo, las desconoce, particularmente las generaciones recientes. Tal es el caso del desconocimiento del “lado oscuro” del consumo de carne de res. A menudo por fidelidad a los hábitos de alimentación tradicionales, no se considera que la producción de este tipo de alimento conlleva en primer lugar en el desmonte de selvas o bosques para el establecimiento de las vacas, y en segundo lugar la generación de gases de efecto invernadero proveniente de sus desechos, como el gas metano el cual es sumamente dañino para la Tierra por su potencial de calentamiento.
Incluso, la manutención del ganado con fines alimenticios duplica el costo ambiental, porque se transforman grandes extensiones de tierra para alimentarlo. Un ejemplo de esto se ve en México donde el 40% de la producción agrícola está destinada a forraje para vacas, porcentaje que podría destinarse a productos agrícolas más nutritivos para consumo humano. En estos términos, los investigadores De la Barrera y Díaz plantearon que diversas revistas científicas de renombre, incluyendo la revista “The Lancet”, han publicado estudios que sugieren que si la población humana redujera su consumo de carne disminuiría la contaminación, el cambio de uso de suelo, y la producción de gases de efecto invernadero, con lo cual el clima mejoraría, y también la salud de la población.
Por otra parte, la transformación masiva de los bosques y las selvas por el cambio de uso de suelo para hacerlos sitios de cultivo conlleva el uso de agroquímicos que se depositan en la tierra y se incorporan al agua causando severos daños en la salud humana, como en el caso de los nitratos que producen el síndrome de los bebés azules. La incorporación de los agroquímicos al ambiente no sólo pone en riesgo la salud de las personas sino también la seguridad alimentaria al disminuir las poblaciones de insectos polinizadores, como las abejas, puesto que con la muerte masiva de estos insectos podríamos quedarnos sin muchos alimentos. Por lo anterior, la humanidad necesita encontrar formas más adecuadas para comer y producir sus alimentos.
Una medida propuesta por los autores de “Como agua pa’l Antropoceno” para detener la destrucción masiva del ambiente es la entomofagia. Esta propuesta va dirigida principalmente para quienes requieren o tienen preferencia por la proteína de origen animal, ya que los insectos tienen más proteína por peso que la carne de res. La producción masiva sustentable de insectos para su uso alimenticio sería una manera de proteger la biodiversidad. De esta manera, la tercera parte de las recetas que el libro ofrece da opciones para cocinar sopas y ensaladas teniendo como base vegetales e insectos, o bien platos fuertes como las hamburguesas de amaranto con pan de chapulín.
Extraído de la entrevista realizada en el programa de radio “El Expreso de las diez”, y comunicación personal con el Dr. Edison A. Díaz Álvarez.