El Instituto de Investigaciones Histórico Sociales es una dependencia de la Universidad Veracruzana, cuya función preponderante es la investigación, se ubica en la región Xalapa, una de sus prioridades es la articulación investigación- docencia, dándose a la tarea de diseñar y ofertar estudios de posgrado como son el Doctorado en Historia y Estudios Regionales, la Maestría en Ciencias Sociales, el Doctorado en Ciencias Sociales y la Maestría en Estudios de Espacio, Territorio y Paisaje.
La función sustantiva del Instituto de Investigaciones Histórico Sociales encuentra sus antecedentes en el Centro de Estudios Históricos de la Facultad de Humanidades constituido en octubre 1971, desde sus inicios el proceso de investigación se enfocó a la historia regional y la microhistoria contribuyendo al rescate y restauración de las fuentes históricas del estado de Veracruz1.
Se estableció una forma de trabajo colectiva y obligatoria para todo el personal, derivándose el seminario de historia documental de Veracruz que pretendió construir una historia de la entidad mediante la aplicación de técnicas heurísticas, críticas e interpretativas; colectivo en donde la participación se determinó por área de conocimiento que redundó en el funcionamiento de dos seminarios siglo XIX y siglo XX con el objeto por un lado de dotar a sus miembros de una visión teórica global de la sociedad colonial tardía y por otro del proceso de la Revolución Mexicana; a nivel individual refiriéndose a la participación personal, el proceso incluyó discusión general de los avances lo que se presentaba periódicamente2.
El CEH, trabajó un proyecto que contempló la microfilmación, historia oral y rescate de fotografía histórica, contando con el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología CONACYT, lo que permitió el rescate de archivos parroquiales, notariales, municipales y particulares de la zona Puebla-Veracruz, además de la adquisición de colecciones completas de periódicos del siglo XIX y realización de microfilmación de libros agotados y tesis utilizadas constantemente en el CEH; la aplicación de entrevistas a protagonistas de movimientos sociales de los años veinte y treinta; la localización de rescate, copiado y exposición de fotografía antigua3.
Respecto a la transición del Centro de Investigaciones Históricas al Instituto de Investigaciones Histórico Sociales se plantearon tres momentos según consta en el balance que el propio Colegio de Profesores determinó elaborar en el año de 19944.
La primera etapa constituyó un periodo que se caracterizó por formar profesionales con asesoría de investigadores del Colegio de México y de la Universidad Autónoma de México, permitiendo que la historia se abordara desde diversas perspectivas. Se enfatizó el estudio de lo regional, local y la etapa colonial de los siglos XIX y XX. Se publicó el Anuario como un órgano de difusión de los avances de investigación del CIH5.
En la segunda etapa se consolidó el Centro de Investigación al crecer su planta de investigadores y su producción, logrando la diversificación de sus temáticas y períodos de estudio. El CIH participó activamente en la vida nacional vinculándose con otras instituciones: Departamento de Investigaciones Históricas del Instituto Nacional de Antropología e Historia, la Universidad Autónoma de Puebla, la Universidad Autónoma Metropolitana, la Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidad de Guadalajara, la Universidad Autónoma de Nuevo León así como organismos como el Consejo Mexicano de Ciencias Sociales, la Oficina de Información del Movimiento Obrero, la Asociación de Historiadores de Latinoamérica y del Caribe, la Latin America Studies Association entre otras. Se recibieron apoyos de la Fundación Ford, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y la Secretaria de Educación Pública6.
En la tercera etapa cabe resaltar que los investigadores empezaron a responder a las nuevas perspectivas de la investigación histórica que demandaba el sector público, alejándose de los proyectos generales, limitándose a los estudios comparativos interregionales. Sin embargo, se continuó con la búsqueda de fuentes documentales, gráficas y orales, lo que permitió la confrontación investigativa con investigadores de otras instituciones. Se siguió editando el Anuario, se inició la Colección Historias Veracruzanas así como diversos ensayos, libros en coedición con otras instituciones. Durante este período se procuró la formación y actualización de la plantilla académica con estudios de posgrado en Roma, Turín, La Habana y Nueva York y estancias de investigación en Tel Aviv, Santiago de Cuba, Austin Texas, Finlandia, Paris entre otros. Se destaca la falta de continuidad a la profesionalización de jóvenes historiadores al dejarse de absorber como parte del personal académico7.
Hasta noviembre de 1992 se denominó Centro de Investigaciones Históricas dependiente del Instituto de Investigaciones Humanísticas. A partir de entonces se denomina Instituto de Investigaciones Histórico Sociales.
A lo largo de más de cuarenta años de vida del Instituto de Investigaciones Histórico Sociales continúan las transformaciones al interior en razón de las dinámicas educativas y de las nuevas perspectivas de investigación que demandan los fenómenos sociales, más allá de la dimensión local.
La función sustantiva en el IIHS-UV, se realiza en un entorno multidisciplinar, mediante trabajo individual y colectivo en atención a las líneas de generación y/o aplicación del conocimiento, la realización de proyectos de investigación, la publicación de libros y artículos, además de actividades de gestión, difusión y vinculación para la investigación-docencia, toda la actividad que se desarrolla se apega al Orden Jurídico Universitario, que constituye el paradigma organizacional de la Universidad Veracruzana.
A partir de 1996 nuestra Máxima Casa de Estudios adquiere su autonomía para autogobernarse, ésta libertad impera en las atribuciones para expedir su propia normatividad interna a partir de su órganos colegidos.
La ley Orgánica expedida en 1993, el Estatuto General, el Estatuto del Personal Académico, el Estatuto de los Alumnos, así como diversos reglamentos, por mencionar el Reglamento General de Estudios de Posgrado y el Reglamento del Doctorado en Historia y Estudios Regionales, son los documentos jurídicos más recurrentes dentro del ejercicio de nuestra función.
Es evidente, que conforme se van transformando las relaciones entre los que integramos la comunidad universitaria: autoridades, personal académico, administrativo de confianza, administrativo técnico manual y estudiantes, incluyendo el ejercicio de la función social de la propia universidad y su vinculación con otras IES nacionales e Internacionales, los avances de la ciencia y la tecnología, se hace necesario modificar su orden jurídico donde encontramos actualmente normas obsoletas, ajenas a la dinámica de la propia Universidad.
El Instituto de Investigaciones Histórico Sociales no se encuentra aislado de incursionar en un proceso de cambio, la expedición y actualización de su propia normatividad interna se hizo necesaria no sólo para regular los diferentes procedimientos que permitan la calidad de su función, sino para salvaguardar criterios o parámetros esenciales derivados de su propia naturaleza y del conjunto de sus integrantes a lo largo de la vida institucional de la dependencia. El Reglamento Interno del Instituto de Investigaciones Histórico Sociales fue aprobado en sesión del H. Consejo Universitario General el 9 de mayo de 2016.
Texto extraído del Plan de Desarrollo Institucional (PLADEA) del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales
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1 “Actividades del CEH”. Anuario. Centro de Estudios Históricos de la Universidad Veracruzana, anual, Xalapa, Veracruz; número. 1, 1977, p. 9.
2 Ibíd. p. 10.
3 Ibíd. 13-14.
4 Alafita Méndez, Leopoldo y Feliciano García Aguirre, “De la experiencia regional a una nueva propuesta: la transición del Centro de Investigaciones Históricas al Instituto de Investigaciones Histórico Sociales”, Anuario, Instituto de Investigaciones Histórico Sociales-UV, anual, Xalapa, Veracruz; número IX, diciembre de 1994. p. 215.
5 Ídem.
6 Ibíd. pp. 216 y 217.
7 Ibíd. p. 21