Por Edith Escalón
Febrero de 2015.- Come frutas y verduras. Esas cuatro palabras son el consejo inevitable de médicos, maestros, nutriólogos, padres y amigos, o cualquier persona que nos quiera bien e irónicamente, de cientos de comerciales de productos chatarra. Sin embargo, la “saludable” manzana encabeza la lista de las frutas más contaminadas por plaguicidas, según estudios de especialistas en toxicos del Environmental Working Group de los Estados Unidos (2013), país de donde se importa el 98 por ciento de las que se consumen en México.
Los plaguicidas químicos son veneno y los sabemos. Afectan a todos los seres vivos, no sólo a las plagas, además contaminan el agua, dañan ecosistemas, provocan dependencia, elevan los costos de la producción y generan múltiples problemas de salud -cáncer entre ellos- y otros peligros a los agricultores y a los consumidores, pues quedan impregnados en los alimentos y luego, en nuestro cuerpo; pero nos guste o no, las plagas son un verdadero demonio en dos terceras partes de los cultivos más importante del mundo, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.