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Nota: ¿Cómo puedo ayudar a mi sistema inmunitario a protegerme?

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Publicado por Oliva Noticias en Miércoles, 8 de abril de 2020

 

¿Cómo puedo ayudar a mi sistema inmunitario a protegerme?

 En la nota anterior hablábamos de los componentes del sistema inmune ¡Es increíblemente complejo! Decíamos, que si quieres ayudar a que tu sistema inmune se mantenga en buen estado practiques un estilo de vida saludable. Imagínate que el sistema inmune es un ejército, pues estos soldados trabajarán mejor en batalla si se mantienen en una buena condición de salud, tanto física como mental. A continuación, veremos el efecto de cada uno de los factores que se recomienda controlar.

Evita fumar

Fumar está asociado con numerosas enfermedades y representa un serio desafío de salud en todo el mundo. Se ha comprobado que afecta tanto a la inmunidad innata como la adaptativa y que puede exagerar o atenuar la respuesta defensiva (ambas situaciones no traen nada bueno).

Todos los tipos de células inmunes se afectan por fumar. Fumar o convivir con una persona que lo hace, está asociado a numerosas enfermedades cardiovasculares, respiratorias y autoinmunes, alergias, cánceres y rechazo de trasplantes, entre otros.

Consume una dieta rica en frutas y verduras

Los guerreros del sistema inmunitario necesitan una alimentación buena y variada. Existe cierta evidencia de que las deficiencias de micronutrientes, por ejemplo, de zinc, selenio, hierro, cobre, ácido fólico y vitaminas A, B6, C y E, alteran las respuestas inmunes. Se sabe, desde hace mucho tiempo, que, en condición de pobreza, la desnutrición puede hacerte más vulnerable a las enfermedades infecciosas. Esto también sucede en los adultos mayores de todos los estratos sociales, en los que la desnutrición se da por deficiencia de micronutrientes.

Los micronutrientes se pueden incorporar al organismo a través de una dieta rica en frutas, verduras, legumbres y hongos, además proporcionan fibra y otros beneficios. Entre más variada sea una dieta, mayor alcance de micronutrientes tendrá. Consumir comprimidos de vitaminas puede ayudar, pero la asimilación es diferente, antes de consumir cualquier fármaco consulta a un médico.

 Práctica el ejercicio regular

El ejercicio es uno de los pilares de una vida saludable. Mejora la salud cardiovascular, disminuye la presión arterial, ayuda a controlar el peso corporal y protege contra muchas enfermedades.

Al igual que una dieta saludable, el ejercicio contribuye con una buena salud general y, por lo tanto, a un sistema inmunológico saludable. Promueve una buena circulación, lo que permite que las células y sustancias del sistema inmune se muevan libremente por el cuerpo y hagan su trabajo de manera eficiente.

 Procura un peso saludable

El exceso de grasa alrededor de los abdominales puede volver el sistema de defensa del cuerpo en tu contra, provocando enfermedades cardíacas y entre otras. Desencadena la producción de las llamadas células inmunes “proinflamatorias”, que circulan en la sangre y promueven la inflamación en nuestros cuerpos. Dicha inflamación crónica se ha relacionado con la enfermedad de las arterias coronarias y otros problemas de salud. Además, otras células inmunes inflamatorias, conocidas como macrófagos, se activan dentro del tejido adiposo.

Las células que componen el sistema inmune deben coexistir en un cierto equilibrio para mantener una buena salud. El exceso de grasa corporal puede inclinar este equilibrio, creando células inmunes que pueden dañar, en lugar de proteger, nuestros cuerpos.

 Evita beber alcohol o bebe con moderación

El consumo excesivo de alcohol tiene muchos efectos adversos para el sistema inmune, si te interesa conocerlos consulta el siguiente número especial de la revista Alcohol Research: Current Reviews dedicado al sistema inmune, al que puedes acceder en la siguiente liga:  https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/issues/258643/. A continuación, señalaremos los más comunes.

El alcohol está asociado a una mayor probabilidad de síndrome de estrés respiratorio agudo (SARS), neumonía, sepsis, enfermedad hepática alcohólica, ciertos tipos de cáncer, a una mayor incidencia de complicaciones postoperatorias, a una recuperación más lenta y menos completa de la infección y del trauma físico, incluida la mala cicatrización de heridas. Aumenta significativamente la probabilidad de transmisión y progresión del VIH.

Afecta la estructura y la integridad del tracto gastrointestinal, altera el microbioma intestinal, impidiendo una función intestinal normal. También daña las células epiteliales, las células T y los neutrófilos en el sistema gastrointestinal.

A menudo, el daño pulmonar provocado por el alcohol no se detecta hasta que un segundo factor, como una infección respiratoria, conduce a enfermedades pulmonares más graves que las observadas en personas que no beben alcohol.

En el cerebro activa la función neuroinmune promoviendo la degeneración de las células que lo conforman. Altera el comportamiento provocando toma de decisiones arriesgadas y disminuye la flexibilidad en las respuestas conductuales.

La exposición al alcohol en el útero interfiere con el desarrollo del sistema inmune en el feto. Esta exposición aumenta el riesgo de infecciones y otro tipo de enfermedades en el recién nacido, los efectos nocivos sobre el desarrollo inmunitario perduraran hasta la edad adulta.

El consumo de alcohol no tiene que ser crónico para tener consecuencias negativas para la salud. De hecho, la investigación científica muestra que el consumo excesivo de alcohol agudo (de una sola vez) también afecta el sistema inmune.

Duerme lo suficiente

El sueño y el ritmo circadiano (día-noche naturales) ejercen una fuerte influencia reguladora sobre las funciones inmunes. Las principales células del sistema inmune se producen en mayores cantidades durante el sueño nocturno temprano, esto permite que células importantes que se derivan de estas células nocturnas, se produzcan en cantidades suficientes en el día.

La memoria inmunológica también se potencia durante el sueño, ¿Has visto como la vacunación produce somnolencia en los pequeños?, pues es excelente para su sistema inmune dejarlos dormir.

 

Práctica una higiene adecuada

El sistema inmune requiere para un buen desarrollo del contacto con los patógenos que habitan en nuestro entorno. Todos sabemos que es bueno dejar a los niños jugar con tierra, comer de vez en cuando algo que se le ha caído al piso (en un piso conocido) e incluso comerse los mocos.

Pero no toda exposición puede ser positiva y hay patógenos que debemos evitar lo más posible, porque pueden poner en riesgo nuestra vida. Entre ellos están los que habita en las carnes con mal manejo sanitario, en alimentos conservados de forma inadecuada y, en estos tiempos, el Covid-19, que podemos adquirir por el contacto con superficies que lo contienen y por partículas en el aire.

Además, las personas que no recibieron las vacunas a tiempo, deben tener mucha más precaución de no entrar en contacto con las enfermedades de las cuales no están protegidos.

Usa gel con alcohol, lávate las manos, cara y superficies expuestas con agua y jabón durante mínimo de 40 segundos, respeta lo más posible la cuarentena y tendrás un menor riesgo de contagio de Covid-19 y otros patógenos.

 Mantén el estrés dentro de un límite controlable

Ahora empezamos a conocer la relación científica de la mente y el cuerpo. Sabemos que una gran variedad de enfermedades, como el malestar estomacal, urticaria e incluso enfermedades cardíacas, están relacionadas con los efectos del estrés emocional. A pesar de presentar muchos desafíos, los científicos están estudiando activamente la relación entre el estrés y la función inmune.

El estrés es difícil de definir. Lo que puede parecer una situación estresante para una persona no lo es para otra. Aun así, es claro que los factores estresantes constantes y frecuentes, como el causado por las relaciones complicadas con familiares, amigos y compañeros de trabajo, o los desafíos sostenidos para desempeñarse bien profesionalmente, afectan negativamente al sistema inmune. Por ello, si siente que los niveles de preocupación, tristeza, ansiedad o irritación te están afectando, respira, escríbelos o canalízalos de alguna manera para que no dañen tu sistema inmune.

Manteniendo en control estos aspectos, te aseguramos que ayudarás a tu sistema inmune a mantenerte protegido, si conoces otra forma compártela en los comentarios, será un gusto revisarla y discutirla juntos.

Informando con ciencia para Oliva Noticias Multimedios.

Gladis Yañez y Rodrigo López

De Sábados en la Ciencia

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