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Nota: El tipo de cambio y su transferencia a los precios

💡 #InformaciónConCiencia El tipo de cambio y su transferencia a los precios

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Publicado por Oliva Noticias en Miércoles, 17 de marzo de 2021

 

Diez pesos ¡Cuántas cosas podíamos comprar con diez pesos cuando éramos niños! Recuerdo, que cuando mi papá cobraba su aguinaldo, la abundancia se manifestaba de muchas maneras durante un efímero tiempo,  una de ellas era en una moneda de diez pesos para gastar sin restricciones. Una moneda que se asemejaba a una tuerca, y que muchas personas recibimos con cariño.

Tú podrás recordar otra cantidad, quizás una moneda más pequeña o una más grande…¡Quizás un billete! Pero yo, recuerdo esa moneda de diez pesos que circulaba en la década 1980, era heptagonal, plateada y tenía el perfil de un hombre muy  serio: del cura Miguel Hidalgo.

Esa moneda era un dineral para los menores de diez años, ¡es más! recuerdo también que el señor del carrito de paletas de hielo no te la quería cambiar, y que podrías comprarte hasta una de “crema” y te sobraba bastante cambio. Después podías ir a comprarte un vaso de fruta con chile, papel china para hacer un papalote y una multitud de dulces de colores, que escogías entre una variedad dentro de frascos grandes de mayonesa reutilizados, que la señora de la tienda de la esquina mantenía bien tapados para evitar la humedad y los bichos.

La tendera los sacaba con unos cucharones y los envolvía en sobres hechos al momento con trozos de papel de estraza. Las lunetas  y los dulces de chocolate y canela con chispas de colores, eran mis favoritos. Incluso después de esas sobredosis de azúcar, quedaban dos o tres pesos para guardarse en el cochinito.

Eran tiempos amables, por las tardes y bajo la brisa fresca del invierno en el sureste de mexicano, podías escuchar, mientras compartías tus dulces, que cuando ellos fueron jóvenes (por ahí de la década de 1960), con esa misma moneda se podía comprar la despensa de la semana ¡Una despensa! Me parecía algo fascinante, pero en mi mente, brincaba una pregunta ¿Qué pasó para que aquella moneda ahora no sirviera para pagar tanto?

Para empezar la moneda ya no era la misma, la moneda de diez pesos a la que se referían mis mayores eran tres tipos de monedas raras de plata. Así que lo más probable es que juntaban esa cantidad con dos monedas de cinco pesos o de otras formas. Igual quizás no se compraba una despensa pero, por ejemplo un kilo de tortillas costaba alrededor de 90 centavos, uno de frijol cerca de los tres pesos, un litro de leche menos de dos pesos y te quedaba para comprar medio kilo de carne de res (que costaba alrededor de 13 pesos el kilo).

Las monedas de diez pesos que se circulaban en la década de 1960 eran, la más antigua de plata Ley (90% plata y 10% cobre) acuñada únicamente en 1955 y 1956, muy parecida a la moneda heptagonal de los 80’s, con la misma imagen del cura Hidalgo de perfil sólo que de forma circular.

La segunda en antigüedad tenía el busto de Juárez y se acuñó en 1957, de dos tipos: una hecha en plata y oro y otra en plata de Ley. Y después, la que con más probabilidad rondó en el monedero de mis abuelas, fue la moneda de dos caritas: donde Madero acompañó a Hidalgo.

Esta parejita no fue casualidad, con esta moneda se conmemoraron los 150 años del inicio de la Independencia y los 50  del inicio de la Revolución. Tenía dos leyendas alrededor de las caritas: INDEPENDENCIA Y LIBERTAD  y SUFRAGIO EFECTIVO NO REELECCIÓN, así, con mayúsculas. Sin duda una moneda muy bonita, de plata y de la que sólo se acuñaron un millón de piezas.

 

Después de 14 años de circulación de estas elegantes monedas, vino la moneda heptagonal de la que platicamos al inicio. Pero ya no era de plata, sino de una aleación llamada cuproníquel (75% cobre y 25% níquel). Se acuñaron millones de ellas entre los años de 1974 a 1985, considerada “fea” por su forma de “tuerca” y diseño tosco, además claro, de ser comparada con sus antecesoras.

A mí me parecía bonita y cuando tenía una en mis manos, le pasaba el lápiz por el contorno y la copiaba en mis cuadernos, me gustaba su forma y ¿Sabes por qué era heptagonal? Obviamente eso lo supe ya de mayor: En 1973 el Presidente Luis Echeverría y su gabinete viajaron a Inglaterra, los funcionarios relacionados con la moneda, notaron la forma de las libras esterlinas que en ese periodo ¡eran heptagonales!, les gustó  y se inspiraron para diseñar la moneda mexicana de diez pesitos. Son tan parecidas, que parece el fruto del matrimonio de la moneda de 1955 y la libra esterlina heptagonal.

La última moneda de diez pesos (de los viejos) era pequeña, de acero inoxidable con la que no se podía comprar casi nada, acuñada de 1985 a 1990. Esta moneda circuló hasta que el peso se convirtió en ¡viejos pesos!… ¿Qué le pasó al peso? Pues se convirtió en nuevos pesos… y luego a pesos nuevamente.

Los nuevos pesos se pusieron en circulación en 1993. Un nuevo peso equivale a mil viejos pesos. En otras palabras una monedita de 10 nuevos pesos, como la que conocemos hoy en día: bonita, dorada y plateada,  con la Piedra del Sol que representa a Tonatiuh con la máscara de fuego, agrupaba 1000 monedas heptagonales.

No sé a tú, pero yo nunca entendí completamente qué fue lo que pasó, y aunque la reforma monetaria de 1992 y la conversión de los pesos a los nuevos pesos, fue sólo el evento culminante de una serie de fenómenos económicos que se vinieron gestando, desde un poco antes de que mis abuelas compraran la comida de una semana con una moneda de plata, ¿Cómo es que de repente se comprimió así el valor de una moneda?

Esta situación afectó a muchos y hoy, diez pesos, no alcanzan para un kilo de tortillas, pero siguen dando para comprar algunos dulces. Lo cierto es que el valor del dinero, desde los nuevos pesos hasta hoy, no ha sido tan fluctuante como lo fue antes. Me parece que en esta historia las protagonistas no son las monedas, sino tres palabrotas: inflación, poder adquisitivo y devaluación.

A propósito, Jesús Alejandro Díaz Báez de la Facultad de Estadística e Informática de la  Universidad Veracruzana, nos invita a observar cómo día con día escuchamos o leemos sobre los cambios en el precio del dólar con respecto al peso mexicano, entre otros datos de economía. Y podría ser que no todos conozcamos bien por qué se dan y cómo nos afecta, o de las repercusiones que puede tener una depreciación cambiaria en los precios de los productos que consumimos, como por ejemplo, incrementarlos lejos de nuestra capacidad de pago (inflación).

Pero ¿El dólar…? ¿Nos repercute a todos? ¿En cuánto tiempo se dan estas afectaciones? ¿Esto siempre ha afectado a la economía mexicana? ¿Esa moneda extranjera tuvo que ver con que la moneda heptagonal perdiera su capacidad de comprar un poco de felicidad?

Las respuestas para estas preguntas y más, serán el tema de conversación en “El tipo de cambio y su transferencia a los precios”. Alejandro es Licenciado en Economía y en Administración por la Universidad Veracruzana, actualmente es estudiante de la Especialización en Métodos Estadísticos, entre otras actividades afines y le gusta platicar de estos temas. Nos vemos el próximo martes 23 de marzo a las 5 de la tarde por https://sabadosenlaciencia.webex.com/meet/tardesdeciencia

Las charlas son totalmente gratuitas y también se transmiten por Facebook Live en @SabadosenlaCienciaXal ¡Te esperamos! ¿Y cuéntanos qué te comprabas con diez pesos cuando eras peque?

Información con Ciencia para Oliva Noticias Multimedios

Gladis Yañez y Rodrigo López de Sábados en la Ciencia

 

 

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