Universidad Veracruzana

Skip to main content

Nota: Erro: Un cráter en la cara oculta de la luna

💡 #InformaciónConCiencia Error: Un cráter en la cara oculta de la luna🌚

➡️ https://cutt.ly/2rmGBEg
Sábados En La Ciencia #OlivaNoticias #Multimedios

Publicado por Oliva Noticias en Miércoles, 22 de enero de 2020

 

1608 cráteres de la luna han recibido un nombre propio. Estos nombres pertenecen a cosmonautas, científicos, artistas y exploradores destacados. Dos de ellos tienen nombres de científicos mexicanos: Carrillo y Erro en honor a Nabor Carrillo Flores y Luis Enrique Erro respectivamente.

El primero Nabor Carrillo Flores, considerado como el “sabio mexicano” nació en la Ciudad de México en 1911. Ingeniero civil y uno de los mayores expertos internacionales en mecánica de suelos. Es el único mexicano que ha visto una detonación nuclear, ya que fue invitado a presenciar la prueba “Baker”, la segunda detonación nuclear de la historia de la humanidad y según el químico Glenn T. Seaborg, presidente más antiguo de la Comisión de Energía Atómica: el primer desastre nuclear. Hablaremos más de los aportes de este gran científico en otra ocasión.

En esta ocasión hablaremos de Luis Enrique Erro Soler, de quien recientemente celebramos su cumpleaños y pronto su aniversario luctuoso. Al igual que Nabor, Luis Enrique, más conocido como Erro, nació en la Ciudad de México el 7 de enero de 1897 y falleció en el mismo lugar el 18 de enero de 1955.

Durante sus 58 años de vida fue novelista, periodista, político y astrónomo ¡Que científico más completo! ¿No crees? ¿Cuántos conoces así? Desde su juventud fue una persona inquieta, participó en la rebelión de Adolfo de la Huerta (1923-1924) un levantamiento armado en contra de la elección por dedazo donde el presidente Álvaro Obregón colocó a su candidato a la presidencia Plutarco Elías Calles.

Colaboró en la redacción radical del artículo 3º constitucional como diputado (1933-1934). En esta época las políticas educativas se encontraban transición a colocarse en el centro del modelo económico que iniciaba en México. Entre los aspectos más relevantes de la redacción, fue la integración del principio de concurrencia, es decir, que los tres niveles de gobierno adquirieron atribuciones y competencias en el tema de la educación.

Erro desempeñó cargos de administración educativa, fue jefe del Departamento de Enseñanza Técnica y creó el Instituto Politécnico Nacional en 1936 durante la presidencia de Lázaro Cárdenas, de quien fue asesor y colaborador cercano.

Lázaro Cárdenas no fue el único presidente de México que valoró la colaboración de un científico de la talla de Erro, Manuel Ávila Camacho también lo hizo. Bajo su administración fundó el Observatorio Astrofísico Nacional de Tonantzintla, Puebla.

Luis Enrique Erro también fue un gran divulgador de la ciencia y desde 1947 se dedicó a escribir artículos astronómicos para el periódico Excélsior.

Como un buen escritor, cuando cayó enfermo de un problema en el corazón, aprovechó su tiempo en el hospital para escribir su novela titulada: Los pies descalzos. Donde narra la actividad revolucionaria de Emiliano Zapata. Una vez terminada su novela, muere el 18 de enero de 1955, a los 58 años.

En su trabajo como astrónomo descubrió veinte estrellas. Lo curioso es que, inicialmente fue un astrónomo aficionado, cursó estudios en las Facultades de Ingeniería Civil, Contabilidad y de Filosofía y Letras, perteneciente a la Universidad Nacional Autónoma de México. Realizó también

estudios de posgrado en el Observatorio de la Universidad de Harvard, así como en las de Cambridge y Massachusetts.

Su pasión fueron las estrellas variables, es decir, las estrellas variables son estrellas que vistas desde la Tierra experimentan una variación en su brillo o fluctúan con el transcurso del tiempo. Erro fue reconocido dentro de la Asociación Americana de Observadores de Estrellas Variables (AAVSO) como uno de los más dedicados, donde consiguió la amistad y colaboración de otros astrónomos importantes, sobre todo pertenecientes al Observatorio de Harvard. Varios de ellos lo asesoraron en el diseño, construcción e instalación de la cámara y telescopio (tipo) Schmidt, que pondría a la Astronomía Mexicana en primer plano mundial.

Estas son alugas de las tantas cosas que Luis Enrique Erro Solis, científico mexicano nos dejó como legado. Por ser un hombre tan apasionado, interesado en el bienestar de los mexicanos, inquieto y que le encantaba no sólo mirar estrellas, sino que otros las miraran también, le dedicamos esta nota ¡Por más científicos comprometidos participando en el diseño de políticas públicas! ¡Grande Erro y su cráter, en el lado oscuro de la luna, rodeado por el mar de Smyth!

Informando con Ciencia para Oliva Noticias Multimedios.

Gladis Yañez y Rodrigo López
Sábados en la Ciencia
@SabadosenlaCienciaXal

Enlaces de pie de página