Universidad Veracruzana

 

Un periodista es una persona que trabaja en periodismo, lo que se refiere a la producción y distribución de información sobre eventos recientes, es decir de noticias. Este tipo de profesionistas pueden trabajar por su cuenta o para un periódico, un programa de radio o para la televisión.  Hay diferentes tipos de periodistas, entre estos se encuentran quienes se dedican a eventos de ciencia.

Un periodista de ciencia investiga, escribe e informa eventos de ciencia y tecnología. Una característica importante de este tipo de periodismo es que está comprometido con decir la verdad.  La dispersión de las noticias se hace en boletines periodísticos, televisión, radio y actualmente a través de los multimedios en redes sociales.

Las personas que trabajan en periodismo dicen la verdad con rigor científico en sus artículos o historias, porque si no lo hacen pueden tener repercusiones, como ser suspendidas (no trabajar por un corto tiempo) o despedidas (perdiendo sus trabajos), pero principalmente perder la credibilidad y confianza de sus lectores. Con todo y el riesgo de lo anterior, muchos medios tienden a compartir noticias que carecen de una investigación previa, se basan en el sensacionalismo y con frecuencia las noticias muestran un sesgo.

Para evitar caer en sesgos, un periodista de ciencia viven en una mejora profesional continua, adquiriendo las habilidades necesarias  para examinar críticamente la investigación científica que avanza cada día, así como sus contextos sociales e históricos más amplios. Deben dominar estrategias para interrogar a los científicos e ingenieros sin tratar su trabajo como inmune a las críticas ¡Y miren que los hay con una incapacidad de comunicación sorprendente!

Un conocimiento detallado de cada tema no es un requisito importante. Muchos editores de proveedores de noticias científicas importantes como Science o Nature, están de acuerdo en que la fórmula para un buen profesionista de esta área es ser 80% de buen periodista con un 20% de aptitud para aprender y comunicar ciencia.

Al respecto Anthony Tucker, quien en vida fue editor científico del periódico británico The Guardian, dijo que «los periodistas de ciencia, como todos los demás periodistas, deben tener un apetito insaciable por la lectura, y los mejores están dotados de una gran memoria de archivero». También deben tener una curiosidad infantil sobre el mundo que los rodea y sobre cómo funciona.

Pero la habilidad más difícil quizás es transmitir el conocimiento, de manera tal, que mantenga al público informado sobre cuestiones fundamentales de ciencia que dan forma a la vida cotidiana y de la que pocas veces somos conscientes con un nivel de comprensión adecuado. Esta última habilidad se enfrenta a dos retos sin precedentes: la capacidad de distinguir: 1) Qué de lo que pasa en el mundo sobre ciencia es noticia, y  2) A qué de ese cumulo inmenso dar preferencia.

Lo anterior debido a que la ciencia avanza en un rápido torrente de descubrimientos e innovaciones, si bien todo es importante, un periodista también necesita estar visible y eso se logra de muchas formas. Una de ellas es creando tendencias, eligiendo un tema que pueda ser de interés para una mayor parte de la audiencia del medio para el que trabaja.

Un ejemplo clásico de esto es: imagínate en la prehistoria y que hubiera periódicos ¡el descubrimiento del fuego habría estado en todas las portadas! Y el primer periodista que hubiera comunicado el hecho con su explicación científica hubiera sido casi un héroe de leyenda. Puede ser claro para todos nosotros que en ese momento, no había necesidad de periódicos. La población humana era pequeña, los conocimientos no eran tan complejos de transmitir y seguro en poco tiempo del descubrimiento de los beneficios del fuego, la mayor parte de las personas usaban o al menos sabían, la ciencia de hacer fuego.

En la actualidad sucede lo contrario. La población humana es muy grande (tan sólo su tamaño es noticia) y los avances científicos en todo el mundo son realizados por un número en comparación pequeñísimo de personas, aparentemente ocultas dentro de laboratorios o cubículos de centros o institutos de investigación, la mayoría con financiamiento público.

Aunque lo que sucede dentro de estos lugares nos afecta (para bien generalmente) a todos, la mayoría de las personas desconocemos en gran medida cómo estos científicos usan el dinero de los contribuyentes y cómo su trabajo impacta en la sociedad.

Por lo tanto, existe una necesidad considerable de personas que puedan actuar como intermediarios entre los científicos y el público en general. Esta necesidad define en gran medida el papel del periodista de ciencia. Pero las y los periodistas de ciencia son muy diversos. Si te interesa dedicarte a esto, debes saber que existe la carrera universitaria y sería quizás, el camino más fácil para llegar a serlo, aunque no es la única vía.

Con decir más “fácil”, no nos referimos a que no exista un grado importante de complejidad en ella, sino porque en una carrera universitaria, se compactan las herramientas y conocimientos necesarios, que además son proporcionados y transmitidos por especialistas con gran experiencia. Que además, son más difíciles de adquirir de forma autónoma. Sin embargo, grandes periodistas de ciencia en los principales periódicos de todas partes del mundo, fueron y son autodidactas. Estas personas pueden cubrir de manera competente casi cualquier historia.

El periodismo científico implica escribir de ciencia: de medicina, matemáticas, humanidades, química, antropología, biología, ingeniería o tecnología entre muchos otros cuerpos de conocimiento, para lectores generales.

Además, la ciencia no es un campo estático y cada día se genera nuevo conocimiento. Un buen periodista de ciencia debe estar dispuesto a actualizar constantemente sus conocimientos. Todos los días se realizan descubrimientos que a menudo necesitan un poco de comprensión para explicarse de manera efectiva. Esto es difícil, de hecho, algunos campos se están expandiendo tan rápidamente, que incluso los expertos en ese campo tienen problemas para mantenerse al día.

Pero hay que perseverar porque detectar una historia científica innovadora requiere mantenerse actualizado con lo que está sucediendo en la ciencia en general. En cualquier día, se le puede pedir a un periodista que cubra un lanzamiento espacial al amanecer, una posible epidemia de enfermedad en la ciudad durante el día y que entreviste a un Premio Internacional de Ciencias Históricas en la noche. Aunque esto no significa que deba ser un especialista en astrofísica, epidemiología o ciencias históricas.

La especialización también tiene sus ventajas, le brinda un acceso más fácil a los círculos de científicos, puede tener una conversación con el mismo nivel de conocimiento de fondo, entiende y puede transmitir la forma en que opera la ciencia y cómo piensan quienes trabajan en ciencia. De esta forma, la mayor parte de las mejores historias exclusivas de ciencia (como esta ¡ja!)  son el resultado de una combinación de una mente alerta, una aptitud para el trabajo de investigación y un conocimiento actualizado sobre los últimos desarrollos en ciencia y tecnología.

Para ello no sólo se necesita leer mucho de ciencia (aunque eso es indispensable). Además, las y los periodistas también deben asistir a reuniones y conferencias científicas ¡Parece una profesión divertida e interesante! ¿No lo crees?

¿Quieres saber más? Pues no te pierdas la primer charla taller 2020 de Sábados en la Ciencia, donde Cynthia Denis Sánchez López del Diario de Xalapa nos hablará de Periodismo Científico, en qué consiste y cómo se hace y ¡podrás hacer periodismo científico por un rato! en la charla-taller titulada ¡Extra, extra, la ciencia de hoy!

Te esperamos el próximo 7 de marzo en el Auditorio del Museo de Antropología de Xalapa. La entrada es totalmente gratuita y está dirigido a toda la familia ¡no te lo pierdas! Iniciamos a las 11:00 de la mañana.

Informando con Ciencia para Oliva Noticias Multimedios.

Gladis Yañez y Rodrigo López

Sábados en la Ciencia

Puedes ver la charla por Facebook Live en  @SabadosenlaCienciaXal