Universidad Veracruzana

 

“Que el acceso a la información sea la luz

en la cueva del desconocimiento y esto nos permita encarar

con valor a aquellos monstruos que han cobrado ya tantas vidas.”

 

La próstata es una glándula (un cúmulo de células que liberan sustancias líquidas al exterior) es exclusiva del hombre. Está localizada justo debajo de la vejiga rodeando a modo de anillo la primera porción de la uretra, que es el conducto a través del cual se expulsa la orina.

Su función principal es producir un líquido especial. El cual, sirve de nutriente para que los espermatozoides logren alcanzar el óvulo femenino y unirse con él para formar el inicio de un nuevo ser vivo. Una buena amiga ¿No crees?

Es un órgano multifuncional, relacionado con la capacidad de orinar y la calidad del semen eyaculado. Una pieza indispensable en la calidad reproductiva de todos los varones.

Desafortunadamente, la próstata puede cambiar de comportamiento y hacernos pasar malos ratos. Ha mostrado tener un enorme potencial para desarrollar crecimiento celular descontrolado, comúnmente llamado cáncer. Esta enfermedad representa la segunda causa de mortalidad en varones y la quinta más frecuente entre los mayores de 40 años.

¿Qué es el cáncer de próstata?

Este crecimiento descontrolado de las células de la próstata, forma con frecuencia un tejido llamado adenocarcinoma (adeno= glándula, carcinoma =cáncer/maligno). El cual se relaciona directamente con su principal función como una glándula.

Como la gran mayoría de los cánceres conocidos, no existe manera exacta de prevenirlo por ser una enfermedad multifactorial, por lo que no se saben bien las causas que lo originan para poder prevenir su aparición. El tener un estilo de vida saludable ha demostrado ayudar a evitar, más no protegerse de su aparición.

¿Cómo reconocer el cáncer de próstata?

Aunque ausentes al inicio, los síntomas que suelen presentarse cuando la próstata ya ha sido afectada suelen ser: incapacidad, esfuerzo o dolor para orinar, aumento de las veces y urgencias para orinar.

Como con todos los amigos, hay que saber escuchar a nuestra próstata y cuidar sus necesidades a tiempo. Es importante percatarse de los cambios en su funcionamiento prontamente y acudir con un médico para la orientación y manejo adecuado.

Actualmente existen métodos efectivos para determinarlo. Cuya sensibilidad se ha incrementado conforme se mejoran las técnicas y conocimientos en el campo de la biología humana. Por ejemplo, métodos sencillos como el tacto prostático, el ultrasonido y el análisis del antígeno prostático específico (PSA). Un diagnóstico temprano aumenta la probabilidad de ganarle al cáncer si se detecta en las primeras fases.

Nuestras defensas

Una de las principales herramientas con las que se cuenta son los modelos de experimentación en diversos animales que comparten características físicas y biológicas con el ser humano. Por ejemplo, ratas, ratones, cuyos o chimpancés.

Los esfuerzos por encontrar terapias usando como modelo a la rata han sido efectivos. Pero aún no suficientes para lograr la meta de reducir el número, cada vez más creciente, de pacientes con esta enfermedad.

Algunos investigadores como Hirayama en 1986, han diseñado estudios para comprobar el potencial protector de sustancias como los licopenos (presentes en los tomates crudos), en la reducción del riesgo de las probabilidades de tener esta enfermedad. Con éxito relativo.

Nuestros esfuerzos contra el cáncer

La comunidad científica a nivel mundial trabaja día a día en la búsqueda de soluciones en base a la experimentación y a la observación. Un ejemplo lo tenemos aquí, en nuestra región, en el Centro de Investigaciones Cerebrales (CICE) de la Universidad Veracruzana.

Dentro del CICE se observa el comportamiento del cáncer de próstata ante diversas sustancias y su impacto en el desarrollo de la enfermedad. Una sustancia estudiada ahí es la prolactina, hormona que interviene en que las mujeres puedan dar leche a sus bebés y que presentan también los hombres.

Científicas como la Dra. María Elena Hernández Aguilar, ha logrado ver que, en los hombres, la prolactina se asocia con el desarrollo de cáncer en la próstata. El hecho es que la prolactina en bajas dosis tiene funciones que regulan el organismo, tanto en hombres como en mujeres. Pero cuando su presencia en el cuerpo es elevada ocasiona desastres, como que la próstata pueda volverse nuestra enemiga.

También ha observado reacciones con otros sistemas y tejidos, como con ciertos nervios. Los cuales funcionan parecido a los cables de teléfono, transmitiendo información que permite o facilita que la próstata se descontrole y comience el desarrollo de cáncer dentro de ella.

La naturaleza del cáncer de próstata es difícil y padecerlo lo es aún más. Amiga o enemiga, afortunadamente nos ha tocado vivir una época donde las soluciones e innovaciones se generan día a día. Una época de mayor calidad de vida y salud, pero hay que cuidarnos.

Para todo aquel que se enfrente a una situación difícil o que no comprenda, relacionada con el desempeño de su próstata u otra función del cuerpo, no dude en preguntar. Ya que existe gente que se esfuerza por responder a las preguntas complicadas y demostrar que hasta las más grandes enfermedades tiene solución, la ciencia se dedica día a día en buscarlas.

Autores Jhovany Enríquez Hernández¹, Ma. Elena Hernández Aguilar².

¹ Facultad de Medicina Campus Córdoba-Orizaba, UV.

² Centro de Investigaciones Cerebrales, Región Xalapa, UV.

Editado para Oliva Noticias Multimedios por Gladis Yañez de Sábados en la Ciencia UV.