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Nota: Una ciudad sin automóviles

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Publicado por Oliva Noticias en Miércoles, 28 de julio de 2021

 

Imagina una ciudad sin automóviles. Para hacerlo, tendríamos que rediseñar la mayoría de lo que hemos construido. Porque se ha construido contando con y para el automóvil.

Ya hemos cambiado antes la ciudad. Casi todas las ciudades mexicanas cuentan con arquitectura remanente de un tiempo sin automóviles: calles angostas, sinuosas, de piedra, que fueron hechas para que por ellas transitaran peatones, caballos y carretas. Pero trasladarse con ayuda de animales, como lo hicimos por siglos, ya no responden a nuestras necesidades de movilidad urbana modernas.

La movilidad urbana consiste en el desplazamiento desde un origen a un destino dentro de una ciudad. La realizamos casi todos los días, ya sea por medio de transporte motorizado o no motorizado, particular o colectivo.

Las ciudades modernas demandan una alta y variada movilidad. Las necesidades de movilidad dependen de la localización de las actividades de la población en el territorio. Por lo que una ciudad sin automóviles dependerá del diseño de un sistema de transporte adaptado a las necesidades sociales y físicas de la ciudad. Que, además, garantice los desplazamientos cubriendo las necesidades de tiempo y que propicie la seguridad.

¿Parece inalcanzable? Somos tantas, y cada vez más, personas moviéndonos de un lado a otro dentro de la ciudad.

El incremento poblacional de las ciudades generó el aumento del uso del automóvil. Como una aparente respuesta a las necesidades de movilidad. Ocasionando grandes problemas como: congestión vehicular, contaminación ambiental, estrés y accidentes asociados.

Mientras más crece una ciudad, sus habitantes necesitan realizar más desplazamientos largos cotidianamente. Hay distancias que exceden la posibilidad de ir a pie. Por lo que es necesario recurrir a otros medios de transporte para llegar a tiempo a nuestro destino.

Estas distancias excesivas dentro de las ciudades se suman al problema de no contar con transportes colectivos apropiados. Los transportes colectivos de la mayoría de ciudades mexicanas son ruidosos, altamente contaminantes, inseguros, incomodos y con un manejo que depende de la madurez del conductor. Usarlos en un trayecto, sin contratiempos ni incomodidades, es cuestión de suerte.

Lo cual resulta en una dependencia excesiva del automóvil.

Un automóvil propio tampoco es una solución general. El costo que representa su adquisición, mantenimiento, impuestos, seguros, accidentes, el uso de combustibles y de estacionamiento, no está al alcance de todos.

Por ello solo una pequeña proporción de la población cuenta con un automóvil propio. Pero todo tenemos que padecer los problemas ambientales generados, los cuales ya son insostenibles. La contaminación en el aire provoca serios efectos sobre la salud, no solo a las personas, sino a toda la vida de una ciudad. Es decir, disminuye la calidad de vida en general.

A medida que aumenta el uso del automóvil, se incrementa la congestión de las vialidades. Con ello disminuye la velocidad de circulación y aumenta el periodo de emisiones a la atmósfera de los vehículos involucrados.

Por donde lo veas, un automóvil particular es un vehículo poco eficiente. Caben alrededor de cinco personas, pero en promedio se mueven entre una o dos.

Un automóvil promedio ocupa alrededor de 12 metros cuadrados sobre una vialidad (considerando el espacio que debemos dejar entre ellos).  Mientras que un autobús ocupa, cerca 26 metros cuadrados. El primero mueve a una persona y el segundo, cómodamente, alrededor de 40.

Una ciudad sin automóviles que cumpla con las necesidades de movilidad de sus ciudadanos es posible. Además, es urgente.

Sin embargo, para lograrlo no basta informar a las personas y persuadirlas para que usen eficientemente sus autos. A estas alturas, todos conocemos los problemas que genera el uso indiscriminado del automóvil.

En todo caso se trata de planeación urbana, la cual se ha centrado en el automóvil y no en el peatón o ciclista. Esta premisa tiene mucha tela para cortar, porque los gobiernos se sacan de la manga estrategias para fomentar el ciclismo, que más que estrategias, parecen un parchado de mala calidad. Pero eso será materia de otro análisis.

Las soluciones urbanas para una ciudad sin autos requieren empezar por descartar el aumento de la oferta vial para los automóviles. Considerando como sujetos principales a los peatones y ciclistas.

Planear en función del automóvil es parecido a comprar un pantalón más grande cuando intentamos bajar de peso.

La movilidad urbana planeada en función del automóvil es parte de la causa de la falta de inversión en el diseño de transporte público seguro y eficiente. También de que peatones y ciclistas no encuentren espacio en las calles y avenidas para moverse con confianza y seguridad.

Si tienes un automóvil propio te parecerá inevitable su uso ¿Verdad? ¿Cómo vas a llevar todo lo que necesitas? Para muchas familias el coche es armario, cine, guardarropa… pero en verdad necesitas cargar con todo eso ¿O son desplazamientos más eficientes y seguros lo que necesitas?

Planear para el peatón es lo más importante para que una ciudad sea sustentable. Pareciera que la mayoría de las personas se trasladan en vehículos privados, pero no es así.

El porcentaje de población que se mueve en autos privados rondan el 20%.  El resto de las personas, el mayoritario 80% se traslada en transporte público, bicicleta o caminando.

Existen distintos motivos que hacen que la movilidad peatonal sea la mejor opción para trasladarse. Por ejemplo, para distancias menores a dos o tres kilómetros, moverse a pie o en bicicleta, es el medio más saludable, eficiente, limpio y no genera ningún costo económico. Pero es difícil hacerlo sin espacios seguros, diseñados y adaptados para caminar.

La movilidad urbana sustentable busca propiciar distintas formas de desplazamiento. Es decir, se fomenta el uso de la red peatonal, de bicicletas, de transporte público y vehicular de forma paralela. Reconociendo al peatón como la base principal de la movilidad en las ciudades.

En las ciudades del futuro, el uso del automóvil se convertirá en la excepción de movilidad dentro de una ciudad. Reservándolo para casos especiales: ambulancias, traslado de personas mayores, enfermas o vulnerables, transporte de supermercado a domicilio, mudanzas, etc. Entonces estos desplazamientos serán en vialidades rápida y despejadas, algo que actualmente es cada vez más escaso.

De esta manera, protegeremos el medio ambiente y reduciremos accidentes. Se promoverá la interacción social segura y se aumentará el bienestar en toda la ciudad.

Muchas ciudades importantes del mundo están en camino de lograrlo. Soñemos, pensemos y actuemos por una ciudad sin automóviles. Cuéntanos ¿De qué forma puede ser posible? ¿Cómo es la ciudad de tus sueños?

Juan Alexis Pérez Zárate

Editado por Gladis Yañez Garrido de Sábados en la Ciencia de la Universidad Veracruzana

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