Las superficies de los cuerpos son objetos muy complejos, en ella la composición química es en general diferente de la composición dentro de los objetos. Tanto en aplicaciones industriales con en la vida cotidiana, el grado de rugosidad de las superficies es importante en ocasiones es deseable tener rugosidad “alta” y en otras ocasiones esta condición es indeseable. En algunos casos se busca que la superficie del producto terminado presente un mínimo de rugosidad, ya que esto le da brillo, mejor apariencia y disminuye la fricción de la superficie al estar en contacto con otra, reduciendo el fenómeno de desgaste y la corrosión o erosión de dichos materiales.