Más allá de este lugar de ira y llantos

 

Cuando la sensible pluma de William Henry escribió el célebre poema que más tarde sería titulado Invictus, su cuerpo padecía las secuelas de una tuberculosis que lo tendió en cama por meses y le causó un terrible daño a su cuerpo, provocándole una joven muerte a los 53 años tras una vida de lucha y dolor que enfrentó con fortaleza. Al igual que la enfermedad del poeta, en el mundo actual se libran a diario batallas contra un padecimiento que aqueja al ser humano desde el inicio de los tiempos, causante de dolor, miseria, pobreza, desplazamiento y, sobre todo, violencia: la guerra.

 

La fotografía de guerra ha sido un escaparate para mostrar los peores escenarios que acechan en el mundo y que por desgracia no son pocos. Los frentes de guerra son escenario de las crueles batallas donde a los jóvenes se les arrebatan los sueños para convertirse en instrumentos del estado, cargar un fusil y dejar la vida en un hilo, sometidos bajo una lluvia de metralla que se cierne sobre sus cabezas sin que nadie escuche sus palabras, sus anhelos ni mucho menos sus miedos.  Es ahí donde existe la necesidad de hacer un registro en imágenes que denuncie los lugares de la ira, y revele los sitos donde reina el llanto.

 

Esta muestra abarca más de 6 años de trabajo en diversos conflictos armados del siglo XXI; desde una invasión en Ucrania que lleva más de mil días perpetrando crímenes y abusos en personas inocentes y ha causado millones de desplazados, pasando por los territorios latinoamericanos donde el pueblo defiende su soberanía tomando las calles y haciendo frente al ejército y la policía en cruentas batallas. Del mismo modo, se presenta la triste realidad de una isla caribeña cuyos niños se han convertido en soldados armados que corren en sandalias hacia un futuro incierto.

 

Más allá de este lugar de ira y llantos, como en el poema de William Henry, es un llamado a no dejarse vencer y a mantener la dignidad frente a los tiempos oscuros, y también una invitación a observar la realidad que nos duele, nos estorba y nos disgusta para dar lugar a quienes la viven en carne propia y pese a la adversidad mantienen el temple, no se quiebran ante los sonidos de las balas y pelean por seguir vivos en este mundo de caos.