El servicio del Laboratorio Clínico ha cumplido una función social de gran trascendencia como apoyo al diagnóstico médico desde hace muchos años, sin embargo en los últimos tiempos ha experimentado una gran transformación debido al avance en las distintas áreas de conocimiento que integran este quehacer profesional y al avance en la tecnología que ha impactado el equipamiento tradicionalmente empleado para la realización de las pruebas de diagnóstico, avanzando hacia la automatización y la telemedicina para la atención de los pacientes.
Entre las áreas que implica el servicio del laboratorio clínico, el área de inmunología ha tenido importantes cambios, profundizando en todos los mecanismos que implica el sistema de defensa de nuestro organismo, aunado al impacto de su aplicación en los métodos de diagnóstico basados en reacciones inmunológicas; asimismo en el área de infectología ahora es necesario conocer nuevos agentes patógenos que afectan la salud humana así como los nuevos métodos de diagnóstico que deben aplicarse para establecer su presencia y grado de patogenicidad. En lo que se refiere a la medicina transfusional, el apoyo del banco de sangre y la actualización del personal del laboratorio clínico resulta fundamental para aplicar las nuevas normas y procedimientos que implica su adecuado funcionamiento.
Aunado a lo anterior, se ha venido desarrollando un nuevo enfoque hacia la patología y el diagnóstico molecular, lo que implica un campo profesional emergente para el personal del laboratorio clínico. El diagnóstico molecular está teniendo un amplio desarrollo en todo el mundo y se ha convertido en una herramienta que ha revolucionado todas las áreas de la medicina. Con el apoyo de estas nuevas tecnologías las ciencias médicas, que en algún tiempo tuvieron como propósito la curación y/o prevención las enfermedades, ahora tienen un enfoque predictivo y personalizado, gracias al estudio molecular de los ácidos nucleicos tanto del ser humano como de los agentes patógenos, de sus productos, así como de las interacciones entre ellos. Esta nueva orientación diagnóstica que debe ofrecer el laboratorio clínico, tiene importantes y amplias aplicaciones en distintos estados patológicos como por ejemplo en enfermedades infecciosas para la identificación de microorganismos, detección de mutaciones y valoración de resistencia a los agentes terapéuticos; en enfermedades neoplásicas para la identificación de genes causales y de susceptibilidad para distintos tipos de cáncer; en enfermedades crónicas como las alteraciones cardiovasculares, diabetes mellitus, etc.; en enfermedades hematológicas para el diagnóstico e identificación de portadores de anemias hemolíticas hereditarias, coagulopatías y especialmente en leucemias, en las que permite valorar el pronóstico del paciente, su respuesta al tratamiento, así como la enfermedad residual mínima.
Por otra parte, la Secretaría de Salud ha emitido normas que establecen la obligación de aplicar programas de aseguramiento de la calidad, además de “desarrollar una investigación dirigida para solucionar la problemática de aquellos estudios de laboratorio en los que la calidad no sea satisfactoria (2)”, por lo que la formación del personal del laboratorio clínico en esta área debe fortalecerse.
Además los profesionales del laboratorio clínico, de acuerdo al tipo de servicio que ofrece la institución, así como a las necesidades y características de la población, deberán atender ciertas áreas específicas como puede ser la genética, la endocrinología o los estudios de histocompatibilidad; también es necesario que incursionen en la determinación del perfil farmacogenómico de los pacientes, con el fin de contribuir a la reducción de las reacciones adversas a fármacos.
Asimismo, dentro del área de aseguramiento de la calidad, existe la tendencia a la acreditación de los laboratorios por la Entidad Mexicana de Acreditación, A.C. (3) como reconocimiento de competencia técnica y credibilidad del trabajo realizado, actividad que debe formar parte de las tareas que desarrolla el personal del laboratorio clínico.
Por lo anteriormente expuesto surge la necesidad de ofrecer un posgrado profesionalizante, en el que el personal que se desempeña en los laboratorios clínicos encuentre un espacio de actualización, que les permita desarrollar una práctica profesional acorde a las características del avance en el conocimiento y la tecnología, proporcionando una atención de mayor calidad a los pacientes que requieren servicios de diagnóstico clínico, además de contar con los conocimientos y actualización necesarios para obtener la certificación profesional.
MISIÓN
La Maestría en Laboratorio Clínico es un programa académico encargado de formar recursos humanos con profundos conocimientos en las distintas ramas que conforman el quehacer profesional en el laboratorio clínico, apoyado de la innovación, calidad y atención individualizada
VISIÓN
Para el año 2025 la Maestría en Laboratorio Clínico se visualiza como un posgrado de excelencia, reconocido por su calidad a nivel regional, nacional e internacional. Los egresados de este programa impactarán positivamente en el mejoramiento del servicio de laboratorio clínico bajo programas de aseguramiento de la calidad.