La biología de la conducta busca comprender cómo los aspectos biológicos y genéticos influyen en el comportamiento de los seres vivos, desde los animales hasta los seres humanos. Este campo tiene aplicaciones en la psicología, la neurociencia, la medicina y otras disciplinas, y contribuye a nuestra comprensión de cómo funciona el cerebro y cómo se desarrollan y manifiestan diferentes tipos de comportamiento.